Buscando un beso a medianoche
Sinopsis de la película
Wilson tiene 29 años y ha llegado a Los Ángeles con la intención de olvidar sus desgracias: ha roto con su novia, su coche lo dejó tirado en Arizona y, además, le robaron el ordenador con varios guiones en los que estaba trabajando. Sin planes de ninguna clase, se encuentra con Jacob, su mejor amigo, que le recomienda publicar un anuncio personal en la sección de contactos de Craig’s List: Misántropo desearía conocer a misántropa. Así comienza la historia de Wilson y Vivian. Ella también es de Texas. Llegó a Los Angeles para convertirse en actriz y acaba de abandonar a su novio. Juntos vivirán las últimas horas de un año que termina y las primeras de una historia que comienza.
Detalles de la película
- Titulo Original: In Search of a Midnight Kiss
- Año: 2007
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
6.9
49 valoraciones en total
Acabo de ver esta película y aún resuenan en mi mente los aires de cambio, ese cambio que supone pasar de un año a otro, el cambio de conocer a alguien diferente que ilumine nuestra alma, aunque sea sólo por un día.
Los personajes podríamos ser tú, o yo, esa persona que se encuentra sola y perdida y que busca en otro, un desconocido, lo que no encuentra en su interior, sin saber que lo único que va a encontrar, con un poco de suerte, es tan sólo una palabra amable, un abrazo y algo de cariño. Esa desesperación por hallar otro que esté ahí en un día especial, otro al que mostrarnos como somos o como nos gustaría ser por ese día, se hace tan patente en la película que casi se puede masticar en el aire de la sala.
Algunos diálogos son sublimes y la profundidad de los personajes, insondable. Uno se cree que está delante de una niñata mal criada con aires de grandeza y de repente se da cuenta de que es una persona con una sensibilidad diferente, una alma solitaria y herida que busca un brazo sobre el que apoyarse mientras pasea por las calles de Los Ángeles.
Desde su sorprendente e hilarante principio hasta su melancólico final, todo son constantes emociones que bombardean lo más profundo de tu ser. Una bocanada de aire fresco que engrandece el alma del que la ve y te deja así, engrandecido de buenas ondas y con los pies ligeros para seguir flotando un rato más.
Me ha encantado, me ha emocionado, me ha dejado con ganas de que todo les salga bien a los protagonistas, aún sabiendo que no existen (así me han parecido de creíbles y de cercanos). Scoot McNairy y Sara Simmonds hacen posible ese pequeño milagro de hacerme creer, aunque sólo sea por un instante, que Wilson y Vivian son persona reales y que seguirán adelante a pesar del mal momento que están atravesando.
Ojalá hicieran más cine de este calibre.
Buscando un beso a medianoche, es una película sencilla, directa, fresca y sobre todo inteligente y conmovedora. Es la historia de dos seres desconocidos, y que ante el temor de pasar en soledad la noche de fin de año, el azar del internet les junta a los dos y a pesar de ser totalmente antagónicos, su desconfianza inicial irá poco a poco desapareciendo. Y seguirán juntos toda la noche al darse cuenta que se necesitan entre ellos aunque solo sea para contarse todo aquello que les ha sucedido por muy doloroso que haya sido, y que va fluyendo entre ambos a medida que pasan la noche deambulando por la glamorosa ciudad de Los Ángeles, que aquí se nos aparece triste, lánguida y solitaria. No es una película de amor con margaritas y príncipes azules, ni grandes declaraciones de amor. Es una historia bien construida y básicamente sustentada sobre sus dos excelentes protagonistas principales. Puede parecerse a muchas otras películas, pero es diferente a todas ellas. Quizás porque esa historia de amistad (que no llega a ser de amor) es muy realista y muchas veces cercana.
Es la frescura de estas producciones las que suelen atrapar al espectador, y que siempre esta dispuesto a ver y disfrutar, pasando por alto sus posibles múltiples defectos e imperfecciones, porque su historia muy poco a poco va calando dentro de nosotros. El espectador busca la felicidad, en estas historias sencillas llenas de momentos emotivos e inesperados, pero muy bien contados.
Conociendo la amistad existente entre Richard Linklater Antes del amanecer y de Holdridge, no sería nada de extrañar que en cualquier momento apareciese un segundo encuentro entre ambos protagonistas, ya que el final queda totalmente abierto a cualquier posibilidad.
Entre el Manhattan de Woody Allen y el Antes del Amanecer de Linklater, con unas pinceladas del Kevin Smith más romántico y depurado, Holdridge encuentra su estilo y tono propios para contar una nada navideña historia de amor en una nochevieja en la ciudad de Los Ángeles que fotografiada en precioso blanco y negro luce más atractiva.
Dos personajes heridos que se encuentran a través de una web de contactos, en busca de redención y cariño más que de una nueva pareja, de un abrazo más que de un polvo, de una conversación cálida más que de una cena romántica.
Su sentido del humor, su ternura, su aroma melancólico, su nada pretenciosa inteligencia… y la ciudad como un personaje más, y esa magnífica banda sonora, y las miradas, y los diálogos, y esos mensajes en el contestador que impiden pasar página… Me ha encantado.
…porque el romanticismo (por más que Hollywood se empeñe) no está reñido con la inteligencia.
…porque el protagonista es un sensible desnortado, como tú y la protagonista es una loca de la pradera necesitada de cariño, como tú.
…porque los querrás como si fueran tuyos.
…porque sus colegas son idénticos que tus colegas.
…porque es la más bonita mezcla posible entre Clerks y Once .
…porque encontrar el amor sin esperarlo es como que te toque la lotería sin haber comprado el billete.
…porque por primera vez, Winds of change no te parecerá un baladón hortera.
…porque tiene el final perfecto.
…porque rebosa un exuberante todo es posible por los cuatro costados.
…porque cuesta dos duros y vale mil veces más.
…porque tiene la escena de amistad más bonita que he visto nunca.
…Y porque no hay una sensación en la vida que pueda compararse a sentir como llegan los vientos del cambio.
Holdridge traza una espléndida comedia romántica con tintes dramáticos, acerca de dos personas heridas, en busca de una mano amiga que les consuele y conforte.
Son dos personajes con un poder de atracción innegable, que hechizan al espectador desde el primer instante, individuos que como todo el mundo esconden inseguridades y contradicciones, descubrirlos es el viaje que nos propone Holdridge. Un viaje tan revelador y humano que fácilmente te veras reflejado.
Este proceso en el que vamos conociendo a los protagonistas, en el que poco a poco se van desnudando ante ti, es tan emotivo y sincero que llegas a quererlos, la historia se convierte en algo más personal, y te cala hondo.
Holdridge ha escrito un guión sin fisuras, que basa toda su fuerza en la construcción de sus dos protagonistas, a partir de aquí modula una historia con un constante in crescendo, con diálogos inteligentes, algunos de ellos memorables, que perfectamente podrían formar parte de la extensa filmografía de Woody Allen, como también el tratamiento que ha recibido la bellamente fotografiada ciudad de L.A, tratada como si fuera un personaje más de la película, Holdridge hace de las calles de L.A. lo que en su día Woody hizo de Manhattan.
En definitiva, sin contar con un gran presupuesto, Buscando un beso a medianoche es por méritos propios una de las mejores películas de la temporada, una historia sin artificios ni tópicos y que trata al espectador como un ser inteligente y sensible.
Muy recomendable.