Burden
Sinopsis de la película
Un miembro del Klu Klux Klan, Mike Burden, abre una tienda-museo del KKK en Laurens, Carolina del Sur. Cuando Mike se enamora de una madre soltera, se deja influenciar por ella y acaba abandonando el KKK y siendo aceptado por un reverendo afroamericano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Burden
- Año: 2018
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
Película
5.9
76 valoraciones en total
Una película bien construida. Basada en hechos reales.
En el contexto de la América Profunda, con sus prejuicios raciales, la miserable vida de la basura blanca , el KKK y la comunidad negra, se nos muestra una historia de perdón y reconciliación que a mi personalmente me ha traído a la menoría la parábola del Buen Samaritano.
Me ha alegrado también encontrar una película donde la imagen que se da del cristianismo no es (¡por fin!) la de un montón de chiflados o pervertidos, sino donde se muestra cómo la fe práctica de un pastor bautista negro (el genial Forest Whitaker) de un pueblo perdido en Carolina del Sur, logra un cambio de vida de 180º en una persona que estuvo a punto de asesinarle.
En fin: Una película con buenos actores, buena trama, mensaje y que además te hará pasar un buen rato.
Burden es impactante, sin duda. También necesaria. Y sin duda oportuna, en los tiempos del Black Loves Matter.
La película de Andrew Heckler es una crítica no ya sólo del infame Ku Klux Klan, sino de lo que en Estados Unidos se conoce como redneck o White trash: el típico blanco de entre 30 y 60 años, que vive en un ambiente rural, que no tiene estudios superiores (o estudios a secas), que vive en muchos casos de subvenciones y pensiones y, por supuesto, racista de manual.
Pero sobre todo, Burden nos envía un mensaje de esperanza, porque la historia de Mike nos demuestra que una buena persona, si tiene un poco de inteligencia y está rodeada de un entorno positivo, puede salir de una espiral de odio y violencia como la del Klan, en la que se ha criado. En eso tiene mucho que ver su pareja, a quien da vida una EXTRAORDINARIA, con mayúsculas, Andrea Riseborough (¿por qué no fue nominada a premios? Los merecía) y un Forest Whitaker que es a la vez dulce figura paternal y líder racial (ver cuando arenga a sus seguidores a la luz del fuego). Los dos arropan a un Garrett Hedlund irregular, que sin embargo va de menos a más, para componer una narración notable y preciosa de superación y de reconciliación con la paz social y también la interior.
Estupenda.
Lo mejor: Andrea Riseborough y el mensaje tan importante que transmite.
Lo peor: Le falla un poco el ritmo al principio.
*Complejo trabajo de investigación
Resulta significativo que Andrew Heckler, tras leer la misma noticia en dos periódicos diferentes, decidiera viajar en su propio coche hasta un pequeño pueblo de Carolina del Sur.
Se trataba de la inauguración de una tienda museo enalteciendo al KKK. No podía ser cierto, pensó, estando en 1996. Gran parte del país piensa que es algo del pasado, pero el Clan sigue vivo.
Este hecho dice mucho sobre la valía moral de este hombre. Quería saber si era cierto y en ese caso, compartirlo con el mundo entero.
Pero la noticia no acababa ahí. En realidad, lo más sorprendente era que su creador, un joven huérfano, Mike Burden (Garrett Hedlund), apellido que da nombre a la película, había sido criado en una familia donde el racismo era un sentimiento visceral. Sin embargo, había abandonado aquellas profundas convicciones. Inducido por las ideas de igualdad racial de su novia Judy (Andrea Risebough), se van a ver duramente afectados ante las represalias de su tóxica familia.
Lo más meritorio de todo el asunto, era que el Reverendo Kennedy (Forest Whitaker), fuerte guía espiritual de la comunidad negra de aquel pueblo, va a alojar en su propia casa a la pareja.
*Compromiso con los personajes reales
Para su debut como director, quiso saber cómo vivía la gente de Laurens y sus terribles circunstancias.
Se encargó de buscar buenos actores, que pensaran igual que él al respecto de este problemático asunto: el racismo. Para introducirlos en sus papeles, también quiso que conocieran a los personajes que iban a interpretar.
Así, a Garrett Hedlund, le recomendó no juzgar a Mike Burden, que olvidara su desagrado hacia ese personaje, incluso la vergüenza al interpretarlo. Se trataba de un ser humano. Y Garrett lo consiguió, conectó profundamente con Burden.
Otro brillante personaje, Reverendo Kennedy, perfectamente interpretado por el gran Forest Whitaker, será quien represente a la moralidad, espiritualidad y compasión. A pesar de contradecir los deseos de su familia, temerosos y muy enojados por el horrible comportamiento de Mike, prevalecerá su decisión.
Mención aparte merece Tom Wilkinson, a quien su papel de Tom Griffin, le convenció para que no pensara que era un tipo despreciable, sino un padre que pierde a su hijo. Debía demostrar dolor y angustia traducidos en ira y violencia. Debía humanizar el personaje, no sólo por la audiencia, sino por él mismo.
*Conclusión
Sin ser una gran película, Burden es del todo aceptable gracias al trabajo de sus actores. Aun siendo sobre un tema tratado en numerosas ocasiones, su realismo y cercanía en el tiempo, la convierten en especial.
Sobre todo considerando que todavía hoy en día, la lacra del racismo, sigue vigente y no sólo en ese estado sureño de USA, sino en todo el mundo.
En el caso concreto de Norteamérica, el espantoso fantasma del Ku Klus Klan, continúa cubierto con una sábana blanca, asustando no sólo a los niños por la noche, cuando no quieren dormir.
El director, Andrew Heckler, confirmó con sus propias palabras, que al crear el escenario de la tienda museo para el rodaje, hubo gente que se acercó a comprar objetos.
Haberse preocupado en documentarse fidedignamente para la realización de este largometraje de poco más de dos horas, sea otro motivo para darle un aprobado alto a este actor convertido en director.
Muy valiosas las imágenes de los personajes reales, al final de Burden, quienes por cierto, se asemejan bastante, incluso físicamente, a los actores.
Escrito por Irene Abecia Navarro