Bubble
Sinopsis de la película
Martha (Doebereiner) y Kyle (Ashley), después de muchos años trabajando solos en una fábrica de muñecas, han llegado a ser buenos amigos pese a su diferencia de edad. Pero su rutinario trabajo se verá alterado por la llegada de Rose (Wilkins), una nueva empleada joven y atractiva.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bubble
- Año: 2005
- Duración: 73
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6
99 valoraciones en total
Filme minimalista y radicalmente independiente de Steven Soderbergh que parece que últimamente hace lo que da la real gana. No va por la onda pedante-moderna ni tiene nada que ver con el Gus Van Sant de Gerry o Last days, pero su problema es que no la dirige un joven director con dos perras. La dirige el mismísimo Soderbergh y Bubble puede dar la sensación de carpetazo (porque sí) al mainstream: soy capaz de recaudar más de doscientos millones en el box office con Oceans Eleven y Oceans 12 y lanzarme con una película cuya distribución es de 32 copias para todo Estados Unidos.
La realidad es que Bubble sorprende (o exaspera) por su minimalista descripción de los personajes en forma de rutinas con esos planos fijos, aunque jugando con diferentes posiciones de cámara. Todo lo realiza con único fin: dar un punto de giro trágico que provoca y desencadena los acontecimientos finales. El realizar una crítica o visión sobre la sociedad americana sin derramar ni una sola gota de sangre o recurriendo a la violencia.
Resulta interesante de analizar para ver todo el subtexto de la historia y esos personajes solitarios que conviven dentro y fuera de una fábrica de muñecas, interpretados por actores desconocidos. También destaca su original uso de la iluminación en dos secuencias puntuales que refuerzan su contenido.
Aunque su ritmo es monótono y resulta muy previsible, su duración no llega a la hora y cuarto por lo que se deja ver para no contar aparentemente nada. El secreto está en lo que esconde esta sociedad hipócrita capaz de perpetrar o presenciar un crimen y permanecer impasivo.
Convence, pero a Haneke le salió mejor la jugada con la recomendadísima, mordaz y profunda El séptimo continente, el mismo año en que Soderbergh se diese a conocer internacionalmente con su mejor película: Sexo, mentiras y cintas de video.
Si nos pusieran una cámara todos los días a todas horas, así en plan gran hermano a lo bestia y con mala leche, creo que nos quedaríamos aterrorizados de lo cabrona, alienante y perversa que puede ser nuestra vida. Digo que puede y no que lo es , porque supongo que, por un instinto de supervivencia arraigado muy fuertemente en cada uno de nosotros, tratamos de ver las cosas buenas, de superarlas o superarnos y de ver medio llena la botella dulce y rica de los buenos tragos mientras que la amarga de los malos ratos se va consumiendo hasta que la vemos casi agotada del todo. Eso es así porque, por un juego de compensaciones y un esfuerzo de relativización casi constante, mantenemos a raya la depresión y la frustraciones que la vida nos pueda traer. Es muy difícil que nos vaya bien en todo, y hasta que si fuera así supiéramos verlo y disfrutarlo, porque todos los días tenemos que lidiar con problemas, conflictos, trabajos y obstáculos. Salud, dinero y amor se nos barajan cada día con mayor o menor suerte y muchas veces en todas las cartas pintan bastos. O sea, que toca joderse. Los personajes de esta película, tan reales y auténticos que parecen eso que decía: que les han puesto una cámara a todas horas para captar una vida vacía, aburrida, solitaria y desgraciada. Los vemos levantarse de mala gana, salir casi de madrugada a calles tristes y frías, encontrarse cada día con el mismo trabajo de apretar el mismo tornillo de la misma pieza del mismo mecanismo, encontrarse con las mismas personas con las que te encontraste ayer, hoy y mañana, las mismas conversaciones, la misma soledad y el mismo futuro en el horizonte. Un horror. Pero entonces entra el juego de las compensaciones y el teatro que a cada uno le venga bien para mantener el equilibrio y soportar ver tu cara en el espejo sin salir corriendo de tí mismo cada puñetera mañana de cada puñetero día. Y lo consigues. Piensas en tu café reconfortante, el periódico con las buenas noticias, aunque solo sea en la película que verás esa noche, un amigo que te necesita, un amor que te quiere, un hijo que amas, un sueño oculto que esa primitiva que llevas en la cartera haría posible… Y lo superas. Has pasado otro día y deseas que mañana vuelva a amanecer para empezar otra vez.
Lo malo es que un día algo o alguién destroce tu equilibrio, tan sólidamente montado como una pompa de jabón, te obligue a enfrentarte en el espejo con lo que nunca quisieras ver, se tomara tu último sorbo de café, se llevara a tu único amigo, se bebiera tu última botella de conformismo y, además, te hiciera perder el último tornillo de la última pieza del último mecanismo de tu lucidez… Estallarías, claro, como una burbuja. O explotarías… como una bomba…
Bubble es una buena película. En lugar de soltar exabruptos como la crítica que precede, trataré de explicarme:
En general casi todo (tempo narrativo, la historia o el montaje) tienen mucho que ver con la esencia de la película. La desolación de una zona rural en Virgina, la incomunicación de unos personajes que vagan por el mundo en una sociedad opulenta con poco o nulo margen de maniobra son los puntos de partida, el substrato sobre el que se masca la tragedia de forma lenta pero uniforme a lo largo de la primera mitad del film. La ausencia de explicaciones o la indefinición de los personajes no son errores de guión sino la forma de redundar la idea inicial haciendo patente que ni ellos mismos son capaces de definirse. Así se crea una atmósfera de una tremenda tristeza de hondo calado, sencilla, silenciosa y terrible por la falta de esperanza a que están abocados todos sus integrantes.
La segunda mitad del film, donde se narra la tragedia no hace más que confirmar que la situación a la que se llega toma unos tintes muy elevados de frustración y todo ello unido a la ausencia de recursos degenera en violencia.
Es por ello una película en cierta medida desasosegante, triste y de una gran crítica a la sociedad americana sobre todo por todo aquello que no cuenta, que planea y que en general no se cuenta porque los personajes que intervienen no son capaces de pensarlo.
Cine independiente , América profunda son etiquetas que nos permiten ubicar la película en ámbitos estéticos y geográficos reconocibles para el aficionado, y que seguramente resulten útiles a quien se acerque sin mucha información a esta cinta. Pero lo que merece la pena destacarse es su originalidad en la factura y el desasosegante retrato que nos ofrece de una sociedad en la que conviven, en inestable equilibrio, la abundancia y la necesidad de tantas cosas.
En todo caso, se trata de una excelente obra que concentra en apenas hora y cuarto una historia de personajes al margen en una América fea y pobre, poblada de sueños rotos, de pluriempleo en inhóspitos lugares, de pasiones que no afloran, de futuros grises y enfermedades larvadas. También hay un asesinato y una estética que con mala leche se puede tildar de dirty chic , pero que me parece que le conviene a la historia tanto como la elección de la fábrica de muñecas como escenario y los tres actores elegidos como protagonistas (tan desconocidos como adecuados, Debbie Doebereiner, especialmente). Sencilla, triste, bien narrada. Aplausos para el señor Soderbergh que de la economía de recursos hace gran virtud.
Para los que lo acusan de pretencioso ( simplemente por estar técnicamente por encima de muchos ) Sodenberg vuelve a sorprender con esta película que si bien al principio me costó digerir, poco a poco entiendes que es una historia tremendamente realista, cercana. Efecto que consigue utilizando actores desconocidos que a su vez interpretan la película fantásticamente y con una historia aparentemente anodina de la que saca petróleo. Después de quedar decepcionado con su última peli, Oceans twelve , recupero a uno de mis cineastas favoritos con este drama social que habla de la falta de esperanzas y de oportunidades de sus personajes y de la naturaleza humana, inexplicable en ocasiones. Ah! buena fotografía.
Asi que no os dejeis llevar por el sector cabreado y no dudeis en verla, no está entre las 100 mejores de todos los tiempos pero vamos, no es mala peli!!!!!!!!!!