Bottle Rocket (Ladrón que roba a ladrón)
Sinopsis de la película
Dignan (Owen Wilson) y su compañero Anthony (Luke Wilson), recién salidos del manicomio donde ingresaron voluntariamente, deciden seguir por la senda del delito. Con la ayuda de su amigo Bob, que debe ayudarles a escapar, puesto que es el único que sabe conducir, intentarán cometer algunos atracos para llamar la atención de un jefe mafioso (James Caan).
Detalles de la película
- Titulo Original: Bottle Rocket aka
- Año: 1996
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
Película
6.3
48 valoraciones en total
Nunca se ha emparentado la obra de Wes Anderson a la de sus coetáneos y sin embargo existen ciertos detalles en sus filmes que hacen recordar a los mundos irreales diseñados tanto por Tim Burton, David Lynch y Terry Gilliam -en el lado oscuro del espectro- así como por el mismo Walt Disney -en el más colorido-, pero es en la obra de Quentin Tarantino donde mayor similitud podría encontrársele al trabajo de Wes Anderson. Ambos, artistas del posmodernismo, eligieron para sus óperas primas tratar con un tema existencialista y por demás trillado en el mundo del cine exigiéndose hacerlo de una manera muy original: el atraco perfecto -referencia obvia al tercer film del genio Stanley Kubrick-. No obstante, mientras que Reservoir Dogs triunfó ante crítica y audiencia Bottle Rocket, de 1996, pasó como una película incomprendida e inclasificable -¿comedia, drama, road movie, coming-of-age-movie?- tanto que ni siquiera encontró público que le confiriera carácter de film de culto a pesar de poseer todas las armas para así serlo. Como en el primer largometraje de Tarantino, Bottle Rocket no se concentra en el robo sino en lo que hay antes y después del mismo solamente que Anderson elige una trayectoria recta y sin curvas -opción opuesta a la tomada por Tarantino- aunque no por eso pudiera considerársele la menos emocionante porque a la tríada de personajes principales de la película les ocurre de todo y de una manera tan sencillamente resuelta que en apariencia pudiera dar la impresión de que son conflictos no muy cinematográficos, pueriles, pero bajo la mano y ojo de Anderson se tornan en sucesos meramente entrañables y surrealistas. En la inocencia de todos los personajes creados para Bottle Rocket -los principales: Anthony (Luke Wilson), Dignan (Owen Wilson), Bob (Robert Musgrave) quienes tienen una facilidad para hacer planes y ejecutarlos de la peor manera, y secundarios como el de Inez (Lumi Cavazos en su único papel importante en EEUU posterior a Como Agua Para Chocolate)- y en sus tomas de decisiones tan impulsivas pero trascendentales radica el éxito de la ópera prima de Wes Anderson que si bien aún no se le ha ensalzado como a uno de los mayores exponentes del cine norteamericano contemporáneo -como sí a P. T. Anderson, Spike Jonze y Sofia Coppola- hay que reconocérsele su cualidad de ser un excelente narrador de comicidad nata y un diseñador de ambientes que si no son oníricos por lo menos sería una tarea ardua encontrarlos en la realidad. Por cierto que Bottle Rocket resulta también como una excelente película sobre el desconcierto en la juventud ante la adultez próxima, años luz del bodrio sobrevalorado de Y Tu Mamá También del eternamente verde Alfonso Cuarón.
Para unos principiantes sin dinero no está nada mal, y con la presencia de Caan (sólo por verlo hacer judo con kimono y zapatillas adidas ya vale la pena) lo que es un cúmulo de disparates surrealistas se convierten en un entretenimiento. No se le puede pedir más a la película, pero divierte, es original y apuntaba maneras que hoy admiramos
Se trata de una comedia de perdedores, concretamente de atracadores frustrados, como tantas otras ya hemos visto en la historia del cine (Granujas De Medio Pelo, LadyKillers…etc).
Esta tiene la peculiaridad de ser la ópera prima de Wes Anderson y bien que se nota en el estilo.
No llega al surrealismo inclasificable de sus últimas películas, seña de identidad actual, pero si tiene ese mensaje entrópico característico del autor así como pequeñas dosis de desvarío que bien lo definen.
Por lo demás, podríamos decir que es la película más académica de Anderson, válida para evadirse sin demasiadas pretensiones.
Personajes maravillosamente construídos. Algo tontorrones, infantiles, pero esencialmente buenos. Es una gran película de perdedores, de veinteañeros inadaptados, de amistad, de amor… En cuanto a estructura, es algo rara. Podría decirse que son dos capítulos de una serie.
Primera película de Wes Anderson, el mejor director de comedia de la actualidad (está claro que no estoy siendo objetivo, pero para algo es mi crítica).
No es una comedia brillante, pero si que es una película notable, una declaración de intenciones que nos adelantaba lo que iba a venir después.
Tiene exactamente los mismos elementos que las siguientes películas de Anderson, pero aun le falta mejorar el ritmo y el nivel de complejidad a la que ha llegado más tarde.
La comedia y el drama se dan la mano (como es propio de su autor) para contarnos las aventuras de unos ladrones de poca monta y las relaciones entre ellos (destacan en el reparto los hermanos Wilson, y sobretodo, el grandísimo James Caan que hace una parodia de si mismo).
El final es sencillamente magistral, y más de uno encontrará similitudes con el final de su siguiente (y magistral) película, Academia Rushmore. Cámara lenta, música alta, no tengo palabras.
En fin, Wes Anderson es un dios como pocos, y en esta peli ya se puede ver su talento aunque le falta experiencia, que más tarde conseguiría revolucionando el mundo de la comedia contemporánea.