Blade Runner 2049
Sinopsis de la película
Treinta años después de los eventos del primer film, un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling) descubre un secreto profundamente oculto que podría acabar con el caos que impera en la sociedad. El descubrimiento de K le lleva a iniciar la búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), un blade runner al que se le perdió la pista hace 30 años.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blade Runner 2049 aka
- Año: 2017
- Duración: 163
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Opinión de la crítica
Película
7
50 valoraciones en total
Me emociono.
Blade Runner me cautivó desde la primera vez que la visioné con 13 años por aquel lejano 2003…
Esta película causó en mí una seria adicción por la ciencia ficción y por los elementos que componen una buena película más allá de lo que un niño pueda buscar con esa edad.
El día que ví la noticia anunciada de que su secuela iba a tener lugar me pareció una falta de respeto, no le veía ningún sentido, la historia había acabado perfectamente, habían pasado muchos años, lo mejor es no tocar algo si funciona, lo van a estropear, nunca conseguirán la ambientación de Ridley Scoot, la banda sonora de Vangelis es intocable… Y vaya si me he equivocado, lo que yo creía casi imposible se ha hecho realidad, vuelve la que para mí es la obra magna del Sci-fi y vuelve casi tan fuerte como la original.
Creedme, no doy un 9 a la ligera, un 9 es un film casi perfecto donde prácticamente nada me desagrada, pero, ¿Estoy exagerando? ¿Realmente es así de buena?, sin lugar a dudas.
Por un lado tenemos a Gosling y Ford, que juntos hacen un trabajo formidable, me sorprende mucho especialmente de parte de Ford, que su actuación sea tan fiel a la de su obra original, creyéndote en todo momento que nos encontramos ante un Deckard más envejecido pero que sigue dando caña.
Jared Leto, Ana de Armas y el resto del cast convencen más que de sobra, se nota mucho que se han invertido muchas horas y mucho mimo en hacer esta obra de arte.
El director nunca me había convencido para llevar sobre sus hombros algo tan importante como es esta saga de culto, pero sin duda, tras ver La Llegada no podía hacer otra cosa que celebrarlo, ya que con eso demostró de sobras que estaba preparado para poder desarrollar algo tan complejo y querido como esto.
Visualmente la película es posiblemente junto a la nueva de Mad Max lo mejor que he visto en mi vida, y creo no estar pasándome en absoluto, el mundo reproducido con cariño de Denis Villeneuve y su equipo te sumerge tan bien como lo hacía la original recordando a la ambientación tan mítica de Ridley Scoot. Lo que más quiero destacar y agradecer de este apartado es su increíble habilidad para crear con imaginación cosas nuevas que poner a esta más que contaminada ciudad.
La banda sonora es otro punto fuerte y la verdad no me extraña, si juntas a Jóhann Jóhannsson, Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch te va a salir bien sí o sí. Posiblemente el aspecto que más me gustaba de la película original era el trabajo de Vangelis, que conseguía trasladarme a la película y teñir las escenas con la crudeza y epicidad que necesitaban, este era el punto que más miedo me estaba dando, sabía que necesitaban mantener el estilo de Vangelis pero no sabía si lograrían hacerlo, y efectivamente, me volvieron a sorprender, Hans Zimmer sin ir más lejos ya lo ha hecho muchas veces con bandas sonoras como la de Origen o Interstellar pero esta, madre mía, esta es volver a escuchar la película original con la Bso de Vangelis pero con un refrescante baño de novedad sin alejarse de la fórmula original, no es tan exquisita como lo era la BSO original pero no podía estar más satisfecho.
Vayamos al punto final, ¿Por qué no es perfecta como su antecesora?¿Qué le falta?.
Bien, pese a mucho esfuerzo que le pongas, una obra de culto tan importante como lo es Blade Runner es si cabe decirlo imposible de superar, es como hacer otra secuela del Padrino y pretender vencer a la magia de Cópola de la primera y segunda, puedes acercarte, pero no puedes mejorarla, no habiendo dado a la historia del cine momentos que se quedarán en la retina del espectador durante el resto de tus días los cuales narrarás a tus nietos cuando seas mayor.
Pese a tener un argumento fabuloso, pese a no haber podido elegir un mejor cast, pese a ser visualmente maravillosa, pese a respetar la, Bso de Vangelis a la perfección y seguir con su fórmula, me quedan todavía cosas que nunca alcanzarán la sutileza de la primera y me refiero especialmente a esas conversaciones con Rachel, a esas idas y venidas filosóficas del protagonista, a esa mítica escena examinando la foto haciendo Zoom para descubrir sus propios secretos, pero sobretodo me refiero a la conclusión de la película, a la que da sentido a su Génesis, a la que aún hoy en día consigue emocionarme, a esa frase improvisada tan famosa y genialmente interpretada por Rutger Hauer entre la lluvia y genialmente narrada por Constantino Romero (aunque nada como verlo en VSO), son esos momentos mágicos e irrepetibles los que faltan en su secuela, que pasa a tener alguno me temo no llegan a la maestría del primero pero obviamente esto era algo imposible.
Terminaré diciendo pues algo que creo que le viene muy bien a la crítica:
Siéntete afortunado como cinéfilo y amante de Sci de poder disfrutar de esta maravillosa película ahora más completa que nunca, con esta preciosa e impactante secuela, disfrútalo y vívelo al máximo aunque llegue el día en el cual tus recuerdos hacia ella se pierdan, como lágrimas en la lluvia.
La original es mi película favorita. La veo una o dos veces al año, y siempre me maravilla. No sé por qué, pero tiene algo que me hace quererla mucho. Por lo tanto, esperaba la secuela con ganas y miedo. Sinceramente, no tenía ni idea de por dónde podrían tirar, ya que podría seguir en donde lo dejaron en la anterior, cosa que no tendría mucho sentido, o crear algo nuevo, cosa que podría salir mal. Fui acojonado al cine, y salí… extraño.
Tengo una sensación agridulce. Es una buena película, más grande, expansiva, tiene numerosos buenos momentos… Pero falta algo. Quizá sea que esperaba enamorarme de ella a la primera, no lo sé. No puedo decir qué es exactamente, ya que todo funciona bien, todo está bien construido. Sigue siendo humanista, sigue debatiendo sobre la vida y la búsqueda de uno mismo y, aún así, algo no termina de ser redondo. Ésto es una cosa que me pasa con todas las películas de Villeneuve: hay talento, siempre está a punto de llegar a la maestría… pero nunca lo consigue, se queda a poca distancia.
La fotografía, espectacular. Diría que es más luminosa que la anterior, pero tienen momentos asombrosos. La ciudad pierde, es más aséptica, menos sucia, pero el resto de escenarios son una maravilla. Planificación irreprochable, ni un plano malo o mal usado.
La historia funciona, y sin ser espectacular ni tremendamente original, está muy bien construida. No es un remake ni busca vivir de la nostalgia. Crece en todas direcciones, y hay voluntad de abarcar un mundo entero, no sólo una ciudad.
El ritmo es lento, cosa que no sorprenderá a los que hayan visto la anterior película. Personalmente, no se me ha hecho pesada en ningún momento, pero no os esperéis el ritmo que se ve en los trailers. Acción, lo visto en los adelantos con un poco de desarrollo y ya. No es un blockbuster al uso, ni tampoco es el cine negro de Blade Runner: se quedaría más bien como un thriller pausado, marca de la casa (me vino a la mente Prisioners y Sicario al terminarla).
La banda sonora quizás sea el punto más flojo. Está muy inspirada en la magnífica música de Vangelis, pero tirando más por caminos efectistas. Golpes percusivos, sintentizadores aislados, atmósferas tenues… Echo en falta alguna melodía más destacada.
Las actuaciones, bien en general. Gosling apropiado para el papel, Ana de Armas competente, pero la verdadera revelación para mi es Sylvia Hoeks, con un personaje interesante y muy bien interpretado. Batista bien también. Por otro lado, Jared Leto tiene entre manos un personaje que no termina de ser aprovechado y que se pierde demasiado en cháchara grandilocuente, y Harrison Ford no termina de volver a ser Deckard.
En definitiva, estamos ante una película muy digna como secuela y buena como ente independiente, pero que personalmente encuentro que se queda un poco por debajo de lo que podría haber llegado a ser. Considero a Villeneuve un director interesante y competente, pero que nunca llega a rematar sus películas. Al menos, nos ha ofrecido una nueva historia de Blade Runner que merece la pena ser vista.
Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’), en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta, pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.
Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos, una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma, una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.
Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia, una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hace desfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.
Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.
En definitiva, la perfección formal asemeja una estatua inerme y granítica cuyo estatismo y falta de alma, bravura o sustancia acaban por aburrir y exasperar al más predispuesto. ¿Digna sucesora? Quizás… Pero, sobre todo, una colosal oportunidad fallida.
Blade Runner 2049 tiene un problema muy simple, es la secuela de una de las películas de ciencia ficción más laureadas (por el público) de la historia, un film que ha tenido 35 años para que su mito y su posición de Dios intocable del cine hayan crecido hasta el fanatismo, tal es este endiosamiento que muchos han olvidado que Blade Runner nunca fue una película perfecta, de hecho por alguna razón un amplio sector de los críticos la consideró una película vacía y engorrosa, un film con más estilo que contenido donde el ritmo era desigual, mira por donde muchos fans de aquel clásico ahora condenan a 2049 de mediocre por las mismas razones, qué casualidad, y es que si la original hubiese sido lanzada en 2017 como precuela de ésta mientras que 2049 hubiese sido la lanzada en 1982, hubiera ocurrido lo mismo, muchos tacharían la nueva precuela de vacía y floja comparada con la gran e inolvidable 2049, porque aquí el principal problema surge de endiosar algunas películas en exceso con el paso del tiempo. Blade Runner era imperfecta, su ritmo era desigual resultando en algunas partes tediosa para algunos pladares, su planteamiento era tremendamente simple pese a la densidad aparente del film, tenía partes cuestionables en el guión (la forma en la que los replicantes conseguían llegar hasta su creador es… cuanto menos difícil de creer) y escenas que serían mal vistas hoy en día (esos segundos en los que parece que Deckard va a violar a Rachael hubieran causado tremenda polémica en 2017) y aun así era un film maravilloso: su atmósfera, su estética, sus escenarios, su simples pero profundos planteamientos filosóficos, sus fantásticas interpretaciones, la brillante e hipnótica BSO de Vangelis, su emotivo discurso like tears in rain hacia el final del film… No, Blade Runner jamás fue perfecta, pero eso no le impedía ser colosal, un film que no se olvida, que se estudia en escuelas de cine por sus asombrosas cualidades audiovisuales. Ahora el tiempo ha pasado y en algunos casos esa admiración se transforma en una ceguera que es más que aparente entre esta sección de críticas, una ceguera que 2049 paga sin merecérselo.
Blade Runner 2049 es una de las mejores secuelas de la historia, el que para muchos es de forma clara uno de los mejores directores en activo del mundo (Denis Villeneuve) ha hecho todo lo humanamente posible para que la secuela estuviese a la altura de la primera y lo ha hecho casi todo bien, esta nueva entrega es audiovisualmente (unos de los aspectos fundamentales que hacen de la primera un clásico) colosal en todos los sentidos, cada plano es pura perfección, el diseño artístico de los escenarios es fascinante y memorable, la fotografía es simplemente una de las mejores de la historia del cine, todas las escenas están rodadas de forma asombrosa, no es una locura decir que 2049 supera a su precursora en este aspecto.
La música es fantástica, si bien no es nada original y los nuevos temas no alcanzan el nivel de los mejores temas de Vangelis, da completamente en el clavo a la hora de ambientar las escenas y es en general una BSO de alta calidad, no alcanzar el nivel de una de las mejores bso de la historia no es ningún crimen al fin y al cabo, especialmente cuando el resultado es tan satisfactorio.
En cuanto a la historia, esta es la parte donde más se puede ver lo ciegos que están aquellos que endiosan en exceso a la primera, leo con frecuencia que a diferencia de la original este film no es filosófico, lo cual da risa porque no solo trata muchos de los mismos temas filosóficos que la primera, sino que los amplia y los desarrolla en mayor profundida mientras que añade nuevos, 2049 es en realidad un film más complejo en todos los sentidos, que no digo que la complejidad la haga automáticamente mejor, pero me parece honestamente ridículo considerar que este film está vacío a la vez que consideras que la original era filosofía de alto nivel cuando esta trata casi todos los mismos temas y los lleva más allá.
Donde hay una clara diferencia es en el estilo, la original es una película más lírica con un poético sentido de la tragedia, 2049 en cambio hace gala de una pulidísima elegancia y sobriedad (marca del director) que algunos consideran demasiado fría, esto es entendible aunque yo no estoy de acuerdo, Villeneuve deja que las emociones surjan en ti y nunca intenta forzarlas demasiado, es parte de su estilo, su cine es poético también pero de una manera diferente, mucho más sutil, y no nos engañemos, la gran mayoría de los que dicen que esta Blade Runner no tiene emoción/poesía básicamente están queriendo decir que no hay momento lágrimas en la lluvia y poco más, pues la primera Blade Runner no era una peli especialmente emotiva tampoco excepto por un par de momentos siendo aquel discurso el más memorable, es cierto que aun así el film de Villeneuve sale perdiendo en este aspecto, pues no hay ningun momento a ese nivel, aunque también es cierto que hubiera sido ridículo intentar imitar un momento tan inimitable como aquel y que además no pega nada con el estilo de Villeneuve. En cuanto al ritmo, es desigual como la primera, pero es tan hipnótica y tan bien ejecutada que los momentos lentos no se hacen pesados, o al menos no para aquellos que estén acostumbrados al cine a fuego lento, los que no salen de los típicos blockbusters la verán tediosa, pero sinceramente, eso es problema suyo.
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(Concluyo en el Spoiler)
Ridley Scott, como George Lucas, se ha encargado de destruir sus mejores obras, creyendo equivocadamente que le pertenece, cuando esas obras son mucho mas grandes e importantes que ellos mismo.
Si miramos en retrospectiva Blade Runner, veremos que lo que más ha trascendido del film no es mérito del director: el mítico discurso de Roy Batty fue improvisado minutos antes por el actor Rutger Hauer y el duelo final entre Deckard y Roy también fue ideado por él, la BSO de Vangelis también es imprescindible para entender su estatus de culto, así como su planteamiento filosófico sobre qué es la vida, qué define una conciencia, qué hace que un objeto sea un sujeto no es mérito de Scott. Lo que sí es mérito suyo es el apartado técnico del film, pero esa no es la causa principal de que la película haya sido tan analizada, admirada e influyente en obras posteriores.
Hollywood, contrariamente de lo que se dice, siempre ha vuelto a sus viejos éxitos. No es cosa de ahora. Tampoco es algo que tenga que ser de por si malo. Hay buenos ejemplos de rescates de viejas reliquias. Uno de los mejores ejemplos es Mad Max Furia en la Carretera. Pero por cada acierto hay muchos desaciertos.
Blade Runner 2049 parte del Montaje Final de Blade Runner (que detesto) donde, por obcecación de Scott, Deckard es un replicante. Las esperanzas que aún me quedaban de que el film pudiera gustarme se debían a su director, Denis Villeneue, que me gustó en Incendies, Enemy, Prisioneros, Sicario y, sobretodo, La Llegada.
La llegada me parece una Obra Maestra, original en su planteamiento y más original en su resolución. El ritmo lento de la película (típico en la filmografía del director) lo vi acertado y coherente con la forma de explicar el relato, por eso no se me hizo lenta, pese a serlo.
Blade Runner 2049 se parece más, por ritmo y estructura, a Incendies. Un error que hace de su visionado algo eterno para lo poco que cuenta. De hecho, la síntesis de su historia se puede resumir en tres líneas (spoiler). Los giros de guion, como en Incendies, los ves venir desde lejos.
Se alaba mucho el aspecto visual de film que, si bien está muy bien hecho, no le he visto nada del otro mundo. Fue mucho más impactante visualmente la nueva de Desafío Total y está injustamente menospreciada, pese a ser uno de los mejores remakes que he visto. Pero es que hay directores bendecidos como Scott, Nolan, Villeneue, etc. que, hagan lo que hagan, se les alaba hasta el fanatismo religioso. En cambio, otros directores no gozan de ese privilegio y, hagan lo que hagan, se desprecia su trabajo incluso antes de ser visto.
Otro que encuentro muy sobrevalorado es Hans Zimmer. Sí, tiene bandas sonoras que me encantan como Origen, Sherlock Holmes, etc. Pero cada vez más su música se parece más a un efecto sonoro que a una melodía. La música de Blade Runner 2049 es de Zimmer, Wallfisch y Jóhannsson. Han intentado homenajear a Vangelis, pero sólo en la parte del sonido . En Blade Runner siempre se oía un ruido que nos hacía sentir cómo respiraba la ciudad, sus edificos, etc., pero luego venía una melodía. Su banda sonora es inolvidable por temas como Blade Runner Blues, Memories of Green, Rachels song, Love Theme, etc. En Blade Runner 2049 las únicas melodías que escuchamos son de canciones antiguas y una versión de Tears in the Rain (la de la muerte de Batty) usada de forma vergonzosa. el resto son ruidos . Desde luego, si escuchas la BSO en tu equipo de música debes de pensar que se te ha roto…
Harrison Ford consigue con Blade Runner 2049 cerrar su Trilogía de Destrucción de Personajes Míticos. Otro que también ha destruido su legado. Con ésta acaba con el último de sus grandes personajes, Deckard, después de haber mancillado a Indiana Jones y Han Solo. Qué pena…
Como decía, una vez vista la película, uno no entiende el porqué de su duración (163 eternos minutos). Aquí no hay nada filosófico en lo que pensar. Blade Runner ha pasado de ser un referente al que imitar a ser un imitador. La relación de K con Joi (el personaje interpretado por la bellísima Ana de Armas) no aporta nada y ese tipo de relación está muchísimo mejor desarrollada en Her, de la que copia una escena descaradamente, pero con más virguería visual. El final de la película me recordó bastante al final de Yo, Robot. Y durante la película el tema de los replicantes se parece mucho a Inteligencia Artificial. En mi opinión, no acaban de entender bien, bien lo que son los replicantes. A veces los tratan más como androides (de ahí la ridiculez de que tengan el número de serie debajo de los ojos e iluminado como si llevasen leds) que como lo que son: seres virtualmente idénticos al hombre. Los replicantes son humanos artificiales. No son seres sintéticos como Ash, bishop y David en Alien. Por eso, en Blade Runner para identificarlos se les sometía a un test de empatía (voight-Kampff) y no a un escáner o radiografía.
Los Nexus 6 eran superiores en fuerza y agilidad a los humanos (de ahí las hostias que se lleva Deckard) y, al menos, iguales en inteligencia a los ingenieros de genética que los crearon. La diferencia sustancial con los humanos es que su esperanza de vida era de 4 años. TODO LO DEMÁS (comer, beber, sangrar, sentir…) es igual (o debería serlo) que los humanos.
Aquí, el milagro del que hablan no debería serlo, porque todos los replicantes, en teoría, deberían ser capaces de reproducirse, pero han preferido dejarlo como un caso único como excusa torpe para traer de vuelta a Deckard.
Otra secuela/remake que ni no fuera por su referente pasaría desapercibida, sería olvidada y se perdería en el tiempo (afortunadamente) como lágrimas en la lluvia.
Empieza a ser muy cansino el momento nostalgia del personaje del pasado vuelto al presente mediante CGI . Empezó de mala manera (pero más justificado) en Tron Legacy, siguió mejor hecho en Terminator Genesys, alcanzó la cumbre en SW Rogue One y vuelve a estar de más en Blade Runner 2049.