Black
Sinopsis de la película
La joven Michelle McNelly (Ayesha Kapoor) es una chica sorda e invidente, completamente salvaje debido a que sus padres son incapaces de entenderla. A un profesor retirado, el señor Debraj (Amitabh Bachchan), le es asignada la tarea de enseñar a la joven a comunicarse. Pero Michelle se rebela contra los métodos de enseñanza de Debraj. De esa manera, el conflicto surge entre el profesor y los padres de Michelle. Éstos deciden mandarla a un asilo, pero Debraj se empeña en su educación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Black
- Año: 2005
- Duración: 122
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Opinión de la crítica
Película
7.4
36 valoraciones en total
Por todos es comentado que las películas indias suelen tener poca calidad en general (que esto sea verdad o no es otro tema). Todas ellas suelen estar repletas de clichés y de música y bailes que no vienen a cuento. Por este motivo hasta ahora nunca me había arriesgado a ver una película de este país. Decidí darle a esta una oportunidad entre otras cosas porque leí que era una de las pocas películas indias sin bailes y cancioncillas. No me arrepiento lo mas mínimo de haberla visto.
La historia me parece muy original y muy bien contada. Es una historia triste que te toca la fibra sensible. Los personajes tienen una profundidad más que notable y el ritmo no decae en ningún momento. El tiempo se te pasará volando.
Impresionante historia, la entrega de este maestro por rescatar del aislamiento a su alumna, una niña cuya inocencia es cercada por la sombra y el silencio. Paciencia, empatía, amor por los cuatro costados. Interpretaciones de lujo, preciosa fotografía… lástima la muy deficiente traducción de los subtítulos que, sorprendentemente, acaba tolerándose en este propio contexto argumental, el de un mundo que improvisa barreras y ensalza nuestros sacrificios. Con tanta sensibilidad, aunque a veces duela, debemos estar agradecidos.
Cuando se lleva una vida normal no se sabe muchas veces apreciar realmente los dones maravillosos que son nuestros sentidos, nuestra vista y nuestro oído, pues son los que nos hacen descubrir y sentirnos parte del mundo que hay fuera y de las personas que hay en él para poder comprerderlo, crecer, madurar y aprender. Sin embargo al faltar estos sentidos, parece que todas las puertas se cierran, que ninguna luz y prácticamente nada de vida llega a tí, sólo estás tú rodeado por la más profunda oscuridad y todo es miedo, ignorancia e inseguridad. Aparentemente lo único que le aguarda a una persona que así es estar para siempre encerrada en sí misma, y depender de las manos diligentes de su familia a la que no podrá ser de provecho alguno. Mas todavía hay una cosa que puede lanzar un rayo de esperanza y romper ese aislamiento y esa oscuridad, el conocimiento y el saber de los libros y del día a día, capaz de abrir sus ojos, su corazón y su mente a un universo de nuevas y enriquecedoras ideas, sensaciones y sentimientos desconocidos hasta entonces.
Michelle McNelly era una niña inteligente y despierta, pero ciega y sorda desde el día de su nacimiento, ante lo que sus padres ya habían renunciado a una posible cura o solución. Hasta que un día llegó Debraj Sahai, profesor y el único capaz de acercar el mundo exterior a Michelle a través de sus valiosas enseñanzas transmitidas con constancia, obstinación, comprensión y fuerza de voluntad, pues sabía que esa pequeña, en un principio algo asalvajada, podía llegar a ser una mujer adulta e independiente y conseguir algo importante con lo que enorgullercer a todos los que la consideraban un caso perdido, sobre todo a sus padres y a su hermana. Y su maestro se convirtió en una persona fundamental para ella que supo guiarla en el duro camino de la vida y con el que compartió sus frustraciones, sus tristezas, sus alegrías y sus penas.
Sin lugar a dudas se trata de una pequeña obra maestra y de una lección de autosuperación y valentía, que nos enseña que quien quiere puede y que, pese a los obstáculos o minusvalías, no hay nada imposible si se trabaja y se desea lo suficientemente fuerte como para conseguirlo. Basada en parte en la vida y obra de Helen Keller y en la verión cinematográfica americana de 1962 The miracle worker , no estamos ante una mera adptación de la anterior, sino en una película que va más allá de ello y completa la historia de Michelle y su maestro con nuevos aspectos y elementos capaces de emocionar y hacer sentir al espectador un cúmulo de gratificantes sensaciones. Los escenarios y el ambiente están muy bien recreados y la música inspira delicadeza, emotividad y fuerza. Amitabh Bachchan y Rani Mukherjee brillan con luz propia como dos grandes estrellas que luchan contra el negro que rodea a sus personajes, en dos de sus mejores actuaciones hasta la fecha, así como Shernaz Patel y Ayesha Kapoor como la joven Michelle y su madre.
Ni por asomo podía imaginarme que una película, que en principio empieza siendo un remake de aquella maravillosa obra de arte en blanco y negro, dirigida por Arthur Penn, El milagro de Ana Sullivan (USA, 1962), cobre artísticamente cuerpo propio y entidad autosuficiente respecto a la citada referencia anterior. Su director, Sanjay Leela Bhansali, desde la industria cinematográfica de Boollywood logra una versión en color, bastante sobresaliente, diferente y abordando la historia de la ciega-sordomuda de nacimiento y la de su docente salvador con una mayor extensión en los años, amplitud de horizontes existenciales y otros cambios muy bien llevados a cabo, además de la ambientación o del colorido mismo.
Para mí, El milagro de Ana Sullivan no puede ser igualado como filme, pues resultó una obra magistral e insuperable, pero este Black del cine made in India, cada vez más desarrollado y magnífico, es también una joya en cierto sentido, por ejemplo en la relación tan constante y de por vida, casi matrimonial, que se da entre la alumna y su maestro. Si en la película de Arthur Penn el docente era una maestra, en esta de Sanjay Leela Bhansali es un maestro que no sólo lleva la luz al mundo negro en que vive la niña ciega y sordomuda, sino que además la acompaña a diario durante días, meses y años en su juventud, asistencia a la universidad y en su vida cotidiana u hogareña conforme va madurando, haciéndole él de maestro, de amigo, de padre, de hermano mayor y de intermediario entre su mundo interior silencioso y el exterior lleno de numerosas voces, músicas, mensajes, conocimientos, etc.
Grandiosa la escena en la que la protagonista, ya de joven mujer que siente sus pulsiones femeninas, le pide a su querido maestro que la bese en la boca aunque sólo sea una vez. Entonces parece que se paralice el tiempo y durante varios minutos somos testigos de un paréntesis fílmico tan especial, estético, precioso, de tanta genialidad, que pasará sin duda a la historia de los pequeños momentos de oro del cine mundial. Sin duda, a esta magnífica secuencia contribuye mucho Rani Mukherjee, la actriz india que hace de Michelle Mcnally o joven ciega y sordomuda, pues su belleza, temple e interpretación nos cautivan hasta la mismísima médula. Y lo mismo se puede decir del actor indio que hace de maestro, Amitabh Bachchan, cuyo físico de señorío, autoridad y carisma son impresionantes.
Por tanto, Sanjay Leela Bhansali, que ya tiene por su dirección diversos premios y galardones a nivel internacional, merece algunos más por este guión y filmación de su autoría, donde ha sabido llevar por un camino lo suficientemente original e independiente, una historia que décadas atrás ya se había constituido en un hito y en un éxito de la cinematografía estadounidense y mundial, El milagro de Ana Sullivan .
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Día 13 de Abril de 2010. Hoy he tenido la fortuna de asistir a una de las películas más emotivas que nunca he visto. Me atrevería a decir que es una de las mejores películas que he visto nunca. Y junto a RainMan la mejor cinta que trata el tema de la discapacidad en la industria cinematográfica.
La historia es todo un ejemplo de superación personal y humana. Los padres de una familia India reciben la terrible noticia de que la hija que acaba de nacer es ciega y sorda. Debido a los problemas de la pequeña los padres deciden contratar a un profesor personal que cuide y eduque a su hija. Comenzara entonces un largo y difícil camino en el progreso de la mal afortunada joven.
La película es toda una muestra de que por muy difícil que sea algo con trabajo y esfuerzo se puede lograr. Todo un ejemplo de superación y trabajo que te da fuerza para afrontar la vida y darte cuenta de que con esfuerzo puedes alcanzar el éxito. Aquí es donde reside la magia de esta película hacer ver al espectador que ante la adversidad hay que luchar, luchar y luchar. Solo así podremos superarnos a nosotros mismos.
Me gustaría destacar también la banda sonora de esta genial obra. Soy de los que opinan que toda buena película debe ir acompañada de un buena banda sonora. Pues bien Sanjay Leela Bhansali consigue adentrarnos aun más en su obra con unas extraordinarias melodías. Tristes como la película pero de indudable belleza.
Y de los actores que decir. Me han encantado todos los protagonistas. En especial el papel del profesor, la madre y la chica discapacitada ( en su etapa universitaria). Quizás cuando la joven discapacitada es niña los gestos de la actriz son demasiado exagerados y más que parecer una chica discapacitada parece una niña endemoniada. Sinceramente creo que es el único fallo que he visto en esta desconocida genialidad.
La dirección de Black es magistral. El director indio maneja los tiempos de manera excelente. Y en ningún momento la cinta se nos hace pesada. Logra su propósito que es emocionarnos y transmitirnos una dura historia pero a la vez esperanzadora. Nos muestra la dureza de la vida pero también nos enseña los frutos del duro trabajo realizado.
De esta manera tengo que decir que Black es una maravilla para los sentidos. Un viaje hacía lo más profundo de la dificultad del transitar humano. Toda una muestra de esfuerzo humano ante las injusticias de la vida. Esta película emocionara a más de uno y demuestra que fuera de Hollywood también existe el cine. No puedo ocultar mi emoción ante lo que acabo de visionar y he aprendido algo. Todo con esfuerzo se puede conseguir.