Bienvenidos a Belleville
Sinopsis de la película
Champion, que ha sido adoptado por su abuela Madame Souza, es un niño solitario. Cuando ella se da cuenta de que el niño sólo es feliz sobre una bicicleta, lo somete a un riguroso entrenamiento. Años después, Champion ya está preparado para participar en la carrera ciclista más famosa del mundo: el Tour de Francia. Sin embargo, durante la competición dos misteriosos hombres vestidos de negro lo secuestran. Madame Souza y su fiel perro Bruno emprenden su búsqueda, que los lleva al otro lado del océano, a la enorme ciudad de Belleville, donde conocen a las famosas Trillizas de Belleville, tres estrellas del music–hall de los años 30, que deciden acogerlos bajo su protección. El gran sentido del olfato de Bruno, los pone sobre la pista de Champion. Pero, ¿podrán combatir los diabólicos planes de la mafia francesa?
Detalles de la película
- Titulo Original: Les triplettes de Belleville
- Año: 2003
- Duración: 78
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de fuentes de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
7.5
53 valoraciones en total
Preciosa película de animación, con una gran protagonista: la abuela.
Una historia divertida y ocurrente, sencilla en lo básico, pero bien llevada. Unos dibujos geniales, y muy expresivos.
Sin duda, una de las cosas que más destaca es una estupenda banda sonora -sobre todo las interpretaciones del preludio número 2 del clave bien temperado de Bach. Muy graciosos los dibujos de Django Reinhardt y Glenn Gloud.
Al final se hace entrañable. Una buena película, que cae en esas de animación que no son al uso, y se tienen ganas de verlas otra vez. Muy recomendable.
Nunca me habría esperado esto. Cuando te hablan de animación te esperas lo típico. Pero me encontré con una película prácticamente muda, ambientada en un mundo muy gracioso, sin precedentes.
El humor que todo lo inunda es negro, sarcástico y absurdo, y se basa, sobre todo, en las situaciones y en el diseño de los personajes, ambos de un surrealismo caricaturesco.
Aprenderás, entre otras cosas, nuevas formas de atrapar ranas, de utilizar a los ciclistas y de cambiar una rueda pinchada.
Las expectativas que tenía al enfrentarme a esta cinta eran bastante altas y me he visto algo decepcionado.
La verdad es que en los casi ochenta minutos que dura Bienvenidos a Belleville , nos entrega momentos de verdadera magia y otros en los que la historia se diluye y se hace irrelevante, sosteniéndose solo en la originalidad y la belleza de su animación. Los personajes no llegan a producir empatía o cercanía, exceptuando tal vez al joven ciclista Champion, lo que hace que por instantes nos desliguemos de lo que ocurre en la pantalla. Aun así el final es sobrecogedor.
Habiendo visto anteriormente El ilusionista , del mismo director, me parece que aquella obra se encuentra un peldaño mas arriba que esta. En ella con una fórmula similar de diálogos casi inexistentes y una cuidada animación, se logra cautivar y conmover con facilidad.
Este primer largometraje de Chomet es, a pesar de todo, un film recomendable para todo amante del cine animado o para quien sea que busque originalidad, belleza, y algunos buenos momentos de hilaridad y emotividad.
Son muchas las razones que hacen tan singular esta película de animación, si bien podrían resumirse en una sola: que todo en ella es atípico. Acostumbrados como estamos a los ideales hollywoodienses de salud, juventud, fuerza y éxito, todo lo que escapa a estos tópicos llama forzosamente nuestra atención. Lejos de mostrar candor, los guiones de Chomet describen, con grandes dosis de humor negro y filosofía, toda una realidad descarnada e incómoda. Sus silenciosos personajes observan ávidos a su alrededor para solucionar sus problemas con las medidas más sagaces y a la vez desesperadas, dictadas por esa hambre que agudiza el ingenio y que desde el cine mudo convertía al mismo Charlot en una figura entrañable y patética.
Existe en Bienvenidos a Belleville una pureza visual muy semejante a la de las postrimerías del cine mudo, donde no eran raros los ejercicios de audacia narrativa. En el cine, la imagen despliega un lenguaje icónico más apto para la ambivalencia y el juego creativo que el predominio de los diálogos hablados, en consecuencia, Sylvain Chomet decide prescindir de un guión verbal para llevar a su mayor grado de originalidad las posibilidades de un medio que es puro dibujo, demostrando su pericia al describir por medios estrictamente visuales los entresijos de unos personajes que no hablan.
Hermosísima película de animación, con unos dibujos diferentes de lo habitual pero preciosos, una ausencia casi total de diálogos (que se hacen innecesarios ante la profunda expresividad de los personajes y las situaciones), una banda sonora de lujo (los números musicales de la anciana con las triplettes son magistrales), y unos personajes entrañables de verdad (mención especial para el perro y sus sueños, de un surrealismo onírico cargado de metáforas excelente).
En fin, un peliculón injustamente ignorado y que agradezco haber descubierto en ésta página.
Por cierto: entre los estudios Ghibli y estos señores, podrían ponerse de acuerdo para dar algunas lecciones a los sobrevalorados artistillas de la Disney, que ya hace años viven de glorias demasiado pretéritas, pero que gracias a un eficiente marketing y a una pésima distribución y publicidad de producciones ajenas a éllos, aún se les tiene por los grandes maestros de la animación. Y, con películas como ésta, queda demostrado con creces que no es así. Ni mucho menos.
Se la recomiendo, con vehemencia, a todo áquel con un mínimo de buen gusto.