Bienvenido Mr. Heston
Sinopsis de la película
Hace más de cincuenta años la vida de un pequeño pueblo de Valladolid, Torrelobatón, se vio bruscamente interrumpida. El motivo: una superproducción de Hollywood, cuyo productor era el conocido Samuel Bronston, desembarcó en esta villa castellana. En 1961 sus habitantes se convirtieron en testigos y figurantes de la película El Cid , dirigida por Anthony Mann y protagonizada por las estrellas de cine Charlton Heston y Sophia Loren.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bienvenido Mr. Heston
- Año: 2015
- Duración: 70
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Opinión de la crítica
Película
6.4
78 valoraciones en total
Lo importante no es (sólo) Heston sino el entrañable modo en el que se refleja como era antes y ahora la vida en un pequeño pueblo castellano. Con la excusa del rodaje de tres días de una escena de El Cid en 1961 en Torrelobatón (Valladolid), la cinta recupera como eran entonces sus habitantes y como vivieron ese desembarco de seres de otro mundo como comenta alguno de los entrevistados del pueblo refiendose a toda la troupe que venía de Hollywood.
Vi la película en el Festival de Cine de Madrid y me pareció muy digna. Eso si, los diálogos con los vecinos a veces no se entendían demasiado bien. Quizás sería una idea el ponerles subtítulos.
Solo tres días de rodaje de El Cid en Torrelobatón sirvieron para cambiar la vida de muchos de sus vecinos. Este documental, breve, pero realmente emotivo y muy interesante, repasa y recuerda el rodaje de este clásico a través de los testimonios de los habitantes de este pequeño pueblo vallisoletano en el que después de más de cincuenta años aún es palpable la ilusión y la experiencia única que supuso semejante acontecimiento.
Además se complementa perfectamente con material visual inédito y con curiosidades, sobre la película y Charlton Heston, de profesionales que participaron en ella, incluido el propio hijo del actor y la hija de su prodcutor. Un largometraje ideal para cinéfilos y público en general que podrán conocer de un modo sencillo y cercano como se forjó un pequeño retazo de una épica y mítica historia
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Con una lectura que hace el actor Emilio Gutiérrez Caba de una crónica de la época que escribió Antonio Hernández Higuera para el diario El Norte de Castilla, mientras vemos una foto de los periodistas de este rotativo con Miguel Delibes de director, empieza este curioso documental que nos cuenta cómo afectó el rodaje de El Cid a este humilde pueblo vallisoletano llamado Torrelobatón.
A partir de las experiencias de varios habitantes indagamos en la superproducción de Samuel Bronston. Uno de los grandes aciertos que han tenido estos jóvenes realizadores es el hecho de mostrar a la gente en sus tareas cotidianas, así los vemos charlando con toda naturalidad sobre la impresión que les causó Heston por ejemplo o lo que les pagaron. Otro aspecto acertado es el hecho de retratar el pueblo y sus oficios, las mujeres que rezan el rosario, o cierta nostalgia sin caer en la sensiblería cuando se recuerda la gasolinera que había.
Y es que este documental es un perfecto retrato de un pueblo tranquilo, pequeño, de aquellos que cuando los vemos parece que queramos refugiarnos en ellos para volver a ser nosotros mismos.
Aparte de los vecinos, aparecen entre otros el hijo de Charlton Heston, Fraser, que evoca con cariño cómo vivió el rodaje siendo un niño, para ello el documental nos muestra fotos curiosas de él. También aparece Gil Parrondo en una de sus últimas apariciones, Andrea Bronston, la hija del productor, o Jesús García de Dueñas autor de El Imperio Bronston .
Buen sabor de boca deja este humilde documental sobre una película de cuando el cine se vivía de otra manera, con más pasión, con más alegría y devoción, tal vez sea un cine que como el pueblo de Torrelobatón tengamos que recurrir de vez en cuando para alejarnos de la mediocridad del cine actual.
Vista ya Bienvenido Mr. Heston, reconozco que denota un buen hacer tras las cámaras, pero tengo la impresión que todo es una excusa para grabar a los vecinos del pueblo rememorando batallitas y contando anécdotas que, al menos a mí, no me parecen nada remarcables. Un buen ejemplo de ello es cuando una señora cuenta que preparó una cama para alguien del rodaje y luego dicha persona no se presentó. Y sale cinco minutos en pantalla para contarnos esto, qué quiere que le diga, no me interesa. Tampoco me entusiasman los largos planos viendo a un tío conduciendo a sus ovejas en el presente ni a cinco señoras del pueblo diciendo lo guapo que era el señor Heston. Yo quería conocer algo más del rodaje, las partes en las que se habla del mismo, del productor o de los actores son interesantes, pero escasas (más aun teniendo en cuenta lo corto que es el documental). Es lo mejor con diferencia, pero solo comprenden la mitad del metraje y se van diluyendo progresivamente a medida que nos acercamos al final. Sobre las partes que conciernen a los habitantes, encontramos escenas que quieren aparentar naturalidad (como el chico que le pide al anciano del pueblo que le diga dónde está la gasolinera más próxima, para luego introducirnos con calzador que ese señor vendía gasolina a los del rodaje) y no lo consiguen, cuando se podría haber contado sin usar esa estrategia tan artificiosa. Y salpicadas aquí y allí tenemos escenas donde los habitantes de ahora se visten como en la película y recrean esos días, con muy poca gracia.
Cuando la cámara se acerca a los habitantes el interés decae muchísimo, porque apenas dicen nada atractivo (cuando lo hacen, porque hay muchos tiempos muertos en los que no se nos cuenta nada), y cuando se acerca a personas del mundillo del cine la historia gana enteros, pero tengo la impresión que estoy viendo algo anecdótico, algo sin verdadera enjundia, que se queda en simple documento para sacar a relucir un pueblo olvidado. Lástima, porque la labor tras las cámaras denota buenas maneras y el conjunto, a nivel visual y de puesta en escena, demuestra que el único fallo de Bienvenido Mr. Heston es la elección del tema a tratar y su enfoque algo superficial.
@Cinergicos