Bésame antes de morir
Sinopsis de la película
Jonathan Corliss es un joven atractivo y ambicioso que ve una oportunidad de oro para ascender socialmente cuando seduce a Dorothy Carlsson, la hija de un rico y poderoso empresario. Pero como la chica se queda embarazada, y él teme que su padre la desherede, decide matarla y hacer que parezca un suicidio. Algún tiempo después, Corliss seduce tambien a Ellen, la hermana gemela de Dorothy, que no lo conoce, pues las hermanas vivían en ciudades distintas. A pesar de todo, Ellen, convencida de que su hermana no se suicidó, sigue investigando por su cuenta.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Kiss before Dying
- Año: 1991
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
5.4
24 valoraciones en total
Tuve la oportunidad, y a la vista de los hechos afirmaría que suerte, de poder ver el film original de 1956 antes que éste más bien desafortunado remake.
Encuadrada durante el revival del cine de suspense clásico que vivieron los años 90, como clara muestra recordar El cabo del miedo (1991) del maestro Scorsese y la no menos excelente El cabo del terror (1962), Bésame antes de morir queda, sin embargo, muy por debajo de la película a la que homenajea.
Con una estética de telefilm de sobremesa desde el primer minuto, los acontecimientos, a diferencia de su predecesora, se desarrollan atropelladamente, sin profundizar demasiado ni en ellos ni en sus personajes.
La elección del reparto tampoco parece la más acertada. Matt Dillon resulta inexpresivo a tiempo completo, la actriz que interpreta a su madre no ofrece credibilidad alguna, se desaprovecha a un actorazo de la categoría de Max Von Sydow, el cual aparece poco y no tiene la relevancia que en cambio sí poseía la figura paterna del film de Gerd Oswald, Sean Young, pese a todo, es la que mejor está y los jóvenes secundarios sólo sirven de carne de cañón.
Como conclusión: tuve la sensación que aquella pequeña joyita enmarcada dentro del cine negro que proliferaba en los años 40-70 se acercaba a las dos horas de metraje por como desarrollaba con ritmo lento (en el mejor sentido del término) y exquisitez sus personajes y situaciones, y cual fue mi sorpresa cuando al revisar la ficha de aquella observé incrédulo que ambas películas venían a tener idéntica duración.
Aprovecho desde aquí para recomendar Un beso antes de morir a todo aquel que guste de descubrir buen cine negro (y no demasiado conocido) clásico. En aquella, los actores sí que rayan a gran altura, especialmente la dualidad que muestra el personaje al que encarna Robert Wagner y lo sagaz del de Virginia Leith. Cualquier parecido de calidad con la película que rodó, supongo que por encargo, James Dearden, es obra del azar. Si la concedo un aprobado raspado es por basarse en un buen libreto del que Gerd Oswald sí supo sacar notable rendimiento.
La trama se podría resumir a: chica-cansada-de-ser-rica-entabla-relación-con-chico-cansado-de-ser-pobre.
Quizás un análisis más atento al vacuo empeño de personas que quieren ser algo que no son, o de conseguir algo que no tienen, visto como cuadro patológico hubiera podido dar de sí, pero no es el caso.
Aquí vemos como nuestro prota se inventa lo que haga falta, miente, falsea pruebas, desarrolla aptitudes que ya las querría para sí un asesino a sueldo, pero no cuenta con los obstáculos que le va a interponer el guión exactamente en el minuto señalado, unas casualidades ineludibles, como si se tratase de la obra de una fuerza mayor, panorama que el aburrido espectador contempla con hastío y resignación. Tras sesenta minutos de sopor extremo, los indicios de la aciaga realidad, que fueron siendo introducidos con la sutileza de un orangután exasperado, eclosionan en un desenlace igualmente pobre en emociones que la parte previa. La esencia de lo chapucero se respira de manera constante a lo largo del filme, reacciones infumables, acontecimientos metidos con calzador… la naturalidad brilla por su completa ausencia en una de las intrigas más decepcionantes de su época. Para el recuerdo, o mejor dicho para el olvido, las burdas escenas en las que Dillon se gana la confianza del magnate Max Von Sydow, aludiendo siempre al mismo cuento de su papá pescador. ¡Menuda lección de psicología!
Besame antes de morir no es más que el típico thriller convencional de principio de los 90 finales de los 80 que resultará entretenido a los más fans del género. Sin embargo tiene ciertas cosas que hacen que le alcance para un 7 en la nota global.
– Una atmósfera inquietante que hacen meterte de lleno en la historia.
– Una historia atrayente de estas que te dejan sentado en la butaca a pesar de ser una premisa básica aquello de asesino que va encontrando a todo el mundo y se lo va quitando de en medio.
– Una combinación de géneros realmente acertada, con la intriga al principio que resulta notable y un suspense que se mantiene correctamente durante toda la película.
– Asesinatos bien logrados (especial atención al primero de ellos).
– Me llama personalmente la atención el sonido de esta película, sin bien es verdad que suena un poco flojo, tiene un toque de buen gusto, el doblaje al castellano es correcto a pesar de que la traducción del título al castellano no nos aporte nada.
– Relación de personajes que confluyen con mucha naturalidad durante buena parte del metraje.
– Actuaciones aceptables, si bien es verdad que estas no se destacan por ningún lado, si acaso resaltar la labor de la pareja protagonista principal Matt Dillon y Sean Young.
– Sobretodo como aspecto positivo subrayar el entretenimiento logrado, gracias en general a la combinación de los aspectos positivos enunciados hasta ahora.
– Estética telefílmica pero que empatiza con el espectador desde un primer momento.
– Lo bien narrado de los hechos con el paso del tiempo como aliado de toda la trama para hacerla más creible.
Y el porque no le doy más nota lo reflejo mejor en el Spoiler, que aunque no cuente mucho del argumento quizás destripe algo que no debería de cara al personal.
Estupendo thriller de intriga, con molde de psycho-killer televisivo (esta vez sí en el buen sentido que podría tener la palabra), sobre un trauma y una obsesión, y sobre la ambición y la suplantación de identidades, con un tono, estilo, argumento y estética muy de Hitchcock, especialmente de Vértigo , e incluso con alguna referencia a Psicosis y a La sombra de una duda .
Buen guion, intenso suspense, atractiva inquietud y muy acertado ritmo narrativo nos ofrece este sugerente film. Así mismo, los dos personajes principales aparecen bien definidos y con una adecuada progresión psicológica. Pero resulta solo aceptable –la película se merecía algo mejor, y los secundarios están perfectos– la actuación del actor y de la actriz que los encarnan.
Para mí, casi superior este Bésame antes de morir al film original en el que se basa, Un beso antes de morir , de 1956, que, no obstante, también resulta altamente interesante.
Tiene muy mala prensa este film. Puede que sea porque a todo remake se le mira con lupa, pero el caso es que no llego a entenderlo. A mí me parece una notable película en la que el espectador, por ejemplo y entre otras cosas, puede disfrutar de un Matt Dillon en plena forma.
La historia gravita en torno a los corrompidos sueños de Jonathan Corliss, en lo que supone una ácida crítica a la búsqueda de la felicidad recetada en el ideario liberal estadounidense, aprovechándose así de la vena pasional que acompaña al perverso plan del protagonista para dotar a la narrativa de un tono inquietante, tan corrosivo como incendiario.
En definitiva, interesante intriga plasmada con buen pulso por James Dearden. Ayuda, digan lo que digan los razzies, ver en el cartel a Sean Young y, sobre todo, a Dillon. Así, déjense llevar por el recital criminal/pasional dado por aquel chiquillo fascinado por los trenes de mercancía de la compañía Carlsson. Seguro que lo disfrutarán.