Belle toujours
Sinopsis de la película
38 años después de Belle de jour de Luis Buñuel, dos personajes de la película vuelven a cruzarse con el misterio de un secreto que sólo conoce el personaje masculino y cuya revelación es imprescindible para el personaje femenino. Aunque ella le evita, él sigue sus pasos hasta que finalmente consigue que le preste atención al confesarle su intención de revelarle el secreto. Fijan una cita, una cena durante la cual ella, ahora viuda, aguarda la esperada revelación: qué es lo que él le dijo a su marido cuando éste estaba mudo y paralítico por un disparo efectuado por un amante de ella. La situación es tensa y ella termina sin saber qué es lo que realmente pasó. Se trata de la venganza de él porque la mujer nunca le permitió poseerla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Belle toujours
- Año: 2006
- Duración: 70
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Opinión de la crítica
5.9
100 valoraciones en total
Del director portugués Manoel de Oliveira (1908-), una película para aquellos que vieron Belle de Jour (1966), de Luis Buñuel, y que quieran verla, o reverla, de inmediato.
Sobre un secreto que de todos modos no puede ser revelado, pues allí quedó como parte de aquella historia, de una historia psicoanalítica donde los secretos viven en el inconsciente y son la fuente de energías de la acción.
El recuerdo de una tragedia, pues el destino de Belle de Jour fue formado por su incomprendida compulsión, a diferencia de las tragedias, en que los personajes saben qué están haciendo y porqué. Una tragedia cómica, al estilo irreverente del psicoanálisis, del absurdo humano, irracional, plagado de símbolos, sueños, deseos y temores ( culpas ).
Una película bella y casi sin sentido, en que no pasa nada o en todo caso un encuentro absurdo y sin objeto, sólo para nostálgicos y amantes del cine de Buñuel, como yo.
Tenía mis reparos con esta peli: por un lado me atraía al tratarse de una especie de continuación del clásico de Buñuel, pero por otro me daba miedo que la firmase Oliveira. Finalmente me he decidido, al ver que la peli apenas pasaba de la hora de duración.
En mi opinión no vale apenas nada: nada recuerda a Belle de jour esta especie de epílogo más que de secuela, es un tostón como era de esperar firmando quien firma, y llega a resultar ridícula en la forzada explicitud y redundancia de los diálogos, que explican, re-explican y requete-parafrasean lo que era sugerencia y sutileza en Belle de jour (¿cuántas veces emplea la palabra sado-masoquismo y similares Michel Piccoli, convertido en una especie de viejo verde sin la menor gracia que se regodea en ese turbio pasado buñueliano y deneuviano?).
Otro error, para mí, está en centrarse exageradamente en el personaje de Piccoli, dejando muy de lado el mucho más interesante de Séverine, encarnado aquí por Bulle Ogier (Catherine Deneuve hizo bien en pasar de todo), y con muy poco que decir (que una vez muerto su marido, sus perversiones y traiciones hacia él ya han perdido su gracia y su sentido, por lo que está pensando seriamente en meterse a monja… sin comentarios).
Geniales los largos minutos donde los vemos cenar prácticamente en tiempo real sin que pase nada ni se digan nada. Viva el ritmo y viva la narración.
Encima deja incumplida la mini-intriga que plantea.
Algo de buena música y cierta exquisitez parisina no redimen el despropósito.
Si Manoel de Oliveira se hubiera ahorrado de hacer este supuesto homenaje de aquel gran film de Luis Buñuel, nos habría hecho un favor muy grande. Primero que nada, porque lo que me paso a mi, seguramente le ocurrió a la mayoría de quienes vieron esta producción, pensaron que tenía una relación directa con Belle de Jour, y se arriesgaron a verla por ese solo motivo.
Decepcionantemente la película poco tiene que ver con aquel de Buñuel, es un intento de continuación pobre, carente de brillo y como si fuera poco sin historia por contar. Durante la hora de desarrollo no pasa nada, y la parte final es un dialogo bastante pobre entre aquellos supuestos personajes que se habían conocido 40 años atrás. Encima dura una hora que se hace eterna. Quizás se la dejemos pasar a De Oliveira por filmarla con casi 100 años. Más allá de eso, una falta de respeto.
La longevidad del realizador de Oporto que a finales del próximo año cumplirá 100 primaveras otorgan a cada nuevo proyecto, casi uno por año, un interés inaudito para la comunidad cinéfila ya desde el punto básico y sustancial de preguntarse ¿Qué mensajes, que formas, que intereses tiene una persona de 98 años para comunicarse mediante el cine? Y tras ver esta pequeña pieza uno extrae positivamente (y sí, tampoco se puede generalizar porque tal vez Belle Toujours sea anímicamente distinta a las anteriores y a las posteriores de Oliveira que, con todo, sigue más apegado al drama) que tiene ganas de divertirse, y podríamos definir esta película con la hermosa palabra Divertimento . Porque hace falta tener libertad y energía suficiente para atreverse a continuar en el tiempo una obra de Buñuel (algo que podría parecer impensable). Belle Toujours es un reencuentro, una muestra de cómo el tiempo cambia a las personas, algunas dan un giro total o eso pretenden aparentar y otros siguen anclados en el pasado, tal vez rencorosos. Hay un secreto de por medio aunque tal vez sea lo de menos, y aunque no se tenga muy presente en la memoria Belle de Jour (como era mi caso) poco importa porque el personaje de Piccoli nos lo recuerda mediante conversación con un barman. Oliveira se da un gustazo y en una cortita hora nos muestra a unos personajes sin mucha trama metidos en aires de rutina parisina. Tiene por tanto sus limitaciones de ejercicio en apariencia realizado al galope metido con calzador en la vorágine creativa de Oliveira que no tiene tiempo que perder. Y tal vez no sea sino un film interesante de su extensa filmografía más por lo que representa como distanciamiento de sus formas habituales que por lo que como obra pueda aportar al cine.
Segunda parte de la famosa Belle de Jour de Luis Buñuel y dirigida por el prolífico portugués Manoel de Oliveira, considerado desde hace años el director de cine más longevo en actividad (el 11 de diciembre de este año ya llega a los 100 años). No he podido ver el film de Buñuel, pero tenía ciertas referencias de ella y además en las escenas de las conversaciones en el bar, Michel Piccoli le cuenta al barman (interpretado por Ricardo Trêpa, actor habitual en el cine de Oliveira) lo sucedido en la peli anterior. Lo más destacable en mi opinión es el guión, las geniales interpretaciones, algunos planos que a pesar de ser algo lentos son diferentes a los que estamos acostumbrados hoy en día, y el gallo que aparece al final haciendo un homenaje a Buñuel. Lo único negativo es que es demasiado corta y no da tiempo a contar mucho, pero resumiendo, es una buena película, distinta por la forma de ser contada y entretenida.