Before We Vanish
Sinopsis de la película
Narumi y Shinji atraviesan una mala racha en su matrimonio. Un día Shinji desaparece y cuando vuelve está totalmente transformado. Al mismo tiempo, una familia aparece brutalmente asesinada y extraños fenómenos empiezan a producirse en la ciudad. El periodista Sakurai empezará a investigar el misterio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sanpo suru shinryakusha
- Año: 2017
- Duración: 129
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Opinión de la crítica
Película
5.3
94 valoraciones en total
La ciencia ficción siempre ha hallado a través del terror una ventana para reflejar el cisma e inquietudes de una sociedad alterada por los distintos cambios —tanto ideológicos como culturales— que ha ido padeciendo con el paso del tiempo. Es a través de esa ventana a un horror en cierto modo sugerente donde títulos como La invasión de los ultracuerpos de Don Siegel han encontrado un reflejo perfecto de ese desasosiego, y la incursión en un miedo desconocido —el que proviene del exterior, de aquello que resulta recóndito para el ser humano— ha servido como vehículo idóneo para exponer todas esas sensaciones.
Tenía que llegar pues el momento en que Kiyoshi Kurosawa, cineasta inquieto como pocos cuyos límites de un cine conocido han ido siendo derrocados con el paso del tiempo, se dirigiese a un espacio perfecto para reflejar el carácter del mismo, y es que si hay un autor contemporáneo concienciado con unas inquietudes y pensamiento que atenazan tanto a sociedad e individuo—reflejado en cintas ineludibles de su filmografía como Kairo o Cure, entre otras—, ese podría ser sin ninguna duda el nipón.
Las claves de un subgénero —el de la invasión alienígena— cuya expresión se ha ido estancando progresivamente —y ante el que pocos cineastas han hallado soluciones para rearmar sus cimientos— encuentran en el prisma del nipón aquello que precisamente se antojaba esencial, y es que el modo de ejecutar esa reformulación que Kurosawa sostiene es fundamental, desde una dirección que elude la tensión buscando un ‹impasse› más dramático e incluso en ocasiones una incisiva comicidad, un tono atenuado por la estructura narrativa, que huye de fomentar momentos climáticos y logra que los personajes preponderen por encima de las constantes del género y una puesta en escena austera, que huye casi siempre de las claves del terror —incluso tras momentos como esa desbocada secuencia inicial con un personaje ensangrentado bajando por el centro de una calle— parapetándose en una búsqueda que Kurosawa transcribe mediante una imagen sutil pero colmada de significado, condicionada por sus personajes y, en especial, por la carga de un discurso que continúa reflexionando acerca de individuo y sociedad.
La reinterpretación realizada por el autor de Creepy no se muestra sólo implícita en lo formal, pues el relato trenzado por Kurosawa propicia a través de su guión una serie de elementos capaces de voltear ese universo ya conocido por el espectador mediante constantes que le otorgan una dimensión distinta. Así, la subversión de sus personajes —o cómo aquí el invasor deja de ser el elemento intrusivo, mientras los altos intereses beligeran contra ese cuestionamiento entablado—, el (en ocasiones) mordaz cuestionamiento de un lenguaje y la evolución de los personajes que rodean a esos alienígenas tras el escepticismo inicial, complementan una perspectiva que vira en torno a una panorámica más cercana a otros géneros, y es que si bien Before We Vanish continúa bordeando inquietudes afines al subgénero elegido por el nipón, sus mecanismos distan en buena medida del carácter que se les supone a priori, logrando así un escenario más relajado que no parece tensarse ni en las secuencias de mayor incertidumbre, apoyándose para ello en ese sustrato humorístico que no es tal, pero al que el film apunta, cargando las tintas, con una ironía que evidencia en cierto modo sus intenciones.
Before We Vanish sigue así alimentando el ideario de un Kurosawa que, si bien se parapeta mediante dispositivos distintos en el cine de género, demuestra la virtud de un discurso férreo ante el que seguir desplegando un cine que, con sus altibajos, siempre se muestra en cierto modo inconformista y comprometido con un germen que halla en este nuevo trabajo un punto álgido, siendo tanto el tenaz juego de apariencias —en torno al género tratado— como su visión de un universo discordante las vías para armar otra sugestiva obra, cuyos recovecos resulta un placer explorar.
Arranca la peli….sangre…piño de camión….niña con cara mala malisima rollo kill bill….si señores! Esto promete!
10 minutos de peli: mmmm….parece algo lenta…y no pillo mucho de que va (esto normalmente es problema mio, así que por ahora nada que objetar)
30 minutos de peli: ah! Va de pillar conceptos!
45 minutos de peli: a ver….sr. Kurosawa…explíqueme a mí por qué un tipo habla con un lenguaje la mar de fluido, pero ah!….hay conceptos que no entiende!….soy director y soy un crack! Porque yo lo valgo
46 minutos de peli: me aburro
47,48,49……129 minutos de peli: me aburro, me aburro, me aburro……me aburro
Fin
Nueva propuesta de Kiyoshi Kurosawa que sigue aproximándose al fantástico con esa mezcla de humor negro, crítica social y costumbrismo inquietante tan personal que tiene. Aquí utiliza una invasión alienígena para hablarnos de conceptos tan claves como el significado de familia, de amor, del trabajo, del sentimiento de propiedad, de como nos relacionamos con los demás según estos y de la importancia de reconstruirlos en común para un mejor entendimiento global.
Un mensaje muy importante para estos tiempos convulsos que corren y que el director lanza de manera simple pero eficaz. Una gran sorpresa.
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