Batman Forever
Sinopsis de la película
La ciudad de Gotham está amenazada por un hombre que intenta vengarse de la Humanidad, su rostro está desfigurado por el ácido y se hace llamar El Caras. Por otra parte, un psicópata con intención de dominar el mundo ha inventado un estrafalario aparato que permite absorber las ondas cerebrales de los seres humanos. Ambos se unirán para lograr sus propósitos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Batman Forever
- Año: 1995
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
4.6
46 valoraciones en total
Tras Batman (1989) y Batman Vuelve (1992), ambas de Tim Burton, la franquícia quedó parada y nadie sabía muy bien qué hacer y qué camino tomar. Los productores querían una tercera parte del Hombre Murciélago en el acto y, sobretodo, la aparición de su inseparable compañero Robin, que ya se intentó colar sin éxito en los dos films de Burton.
Los productores encontraron a Joel Schumacher, recién salido del éxito de El Cliente (1994), y le asignaron el proyecto de Batman 3, muy verde por aquel entonces.
Schumacher reunió a Val Kilmer, Tommy Lee Jones (con quien ya trabajó en El Cliente), Nicole Kidman, Jim Carrey (con quien mantiene muy buenas relaciones desde entonces) y Chris ODonnell.
Pero hablemos de la película: mucha gente la critica. De acuerdo. Pero deben entender que la etapa de Batman en los comics durante los años 50 y 60 era tal y como vemos en Batman Forever. Todo el mundo quería a Batman, los ciudadanos le reconocían y le aplaudían, los villanos eran MUY estrafalarios… Y eso se plasma en el film.
Que la visión de Tim Burton sea más acertada que la de Schumacher no lo discuto. Pero Schumacher sólo se ha limitado a dar su visión del mundo de Batman. Lo que para Burton era oscuridad y tenebrismo, para Schumacher es luz y humor…
Lo que pretende Batman Forever es plasmar la llamada Edad de Plata de los comics del Hombre Murciélago. Y lo consigue con creces, no hay discusión.
El listón estaba muy alto. Por eso la elección de Joel Schumacher para sustituir a Burton, al frente de la franquicia Batman, era como mínimo arriesgado, por no llamarlo directamente un suicidio cinematográfico. Aunque eso, sí, la elección no era en absoluto gratuita, se trataba de auna apuesta en pos de la comercialidad frente a una profundidad que no daba lo que se esperaba, es decir, rendimiento económico.
Nos encontramos ante un enfoque diametralmente opuesto, donde se busca otro estilo, más preocupado por ofrecer acción y menos tratamiento de los personajes, así como un mayor colorido y vistosidad, como si nos halláramos ante una revisitación del estilo pop de la serie de los 60 bajo un prisma de actualidad. El problema es que, aunque curiosamente se es más fiel que Burton en lo que respecta a la traslación cómic-pantalla de las historias de los personajes, todo se trata de una forma tan superficial y con un guión tan pésimo, que esta fidelidad acaba por no importar, y se percibe más bien como la excusa que permita tapar las carencias de una trama infantil y mal diseñada.
En cuanto a la ambientación, se intenta no traicionar el estilo Burton, y al mismo tiempo crear algo nuevo. Por ello hay una especie de evolución en los decorados buscando mantener un cierto aire gótico, combinado con una estilización tendente al monumentalismo que imprime una sensación de decadencia, pero que combinado con los continuos estallidos de colorido acaba por conformar un grotesco collage, con muy poca sensación de veracidad y mucho carton-piedra que, en ningún momento consigue meternos en la atmósfera de Gotham.
Tampoco anda muy fino el elenco del film. Cosa que por otro lado podría resultar perdonable dado el bajo de la historia a interpretar, pero que no deja de ser una mera excusa ante tan pobre interpretación. Así encontramos a un Val Kilmer y a una Nicole Kidman sín química, sín convicción, que no llegan a convencer nunca porque ni ellos mismos lo están, un Tommy Lee Jones de auténtico saldo que más que a Dos Caras a ratos parece un Joker de segunda fila. En cambio Jim Carrey sí está bastante acertado, no por nada especial, sino porque era el actor adecuado para interpretar al histriónico Enigma. Capítulo aparte merece el ínclito Chris ODonell, porque si ya de por sí da rabia no es difícil de odiarle vestido del inaguantable Robin, y que para colmo en vez de ser un pardillo va de chulito por la vida.
Así pues, este es un film en conjunto irregular, sin nada especialmente destacable, pero que no cae en el desastre absoluto, aunque eso sí, abría claramente la ventana hacía el abismo de bochorno que supondría su continuación.
Lo mejor: Jim Carrey
Lo peor: Robin
Batman forever o Batman eternamente , ya sea el título de España o el de Hispanoamérica, es una de las cosas que más me gustan de la película.
Por lo demás, Batman forever me parece una cinta llena de altibajos. Desde luego no es el final de una trilogía, ya que la regla de las trilogías dice que la primera parte debe ser clásica ( Batman lo es), la segunda debe ser oscura ( Batman vuelve lo es) y la tercera debe ser épica ( Batman forever no es épica, por no ser, no es ni medio normal)
Esta tercera entrega es rara, ante todo es eso, rara. Que cambie el director no me molesta, a pesar de lo mucho que me gustaron Batman 1 y 2.
Que el actor de Batman cambie tampoco me molesta (Aunque me sigo quedando con Michael Keaton), pero ese cambio de estilo es rarísimo.
Pasar de Batman vuelve a esto, es un cambio muy radical. Esta se basa en los cómics más caricaturescos, aquellos en los que los malos eran histriónicos y muy coloridos.
Que Tim Burton hizo de Batman vuelve una cinta muy oscura es cierto, pero no tanto como para que Warner le apartase del cargo de director.
Al menos pudo participar en Batman forever con el puesto de productor y su presencia en el film se hace notar, aunque sea poco.
La historia no es del todo mala, es la forma de contarla lo que baja mucho su calidad.
Pasamos de escenas con villanos muy, muy sobreactuados, histriónicos e irritantes a escenas muy oscuras sobre el trágico pasado de Bruce Wayne.
Parece como si Joel Schumacher hubiera querido dirigir dos películas, el Batman serio y el Batman de cachondeo.
Este planteamiento no va muy desencaminado, ya que originalmente, Schumacher quería dirigir una precuela basada en el cómic Batman: año uno , pero Warner le exigió una secuela de las películas de Tim Burton.
La dirección es un poco pesada, los planos están bien situados y las escenas de acción están muy bien filmadas, pero lo más agobiante de todo es la iluminación. Por todas partes hay luces de neón, ¿De verdad esto es Gotham?
Las actuaciones son bastante regulares. Los que más me han gustado son Val Kilmer y Nicole Kidman en sus papeles de Bruce Wayne y la doctora Chase Meridian.
Y aunque Robin casi siempre ha sido un incordio de personaje, aquí está muy bien interpretado por Chris O´Donnell. No hay más que ver el Making Off para darse cuenta de que el joven actor se lo pasó en grande con esta película.
Su historia está muy bien plasmada en la pantalla, realmente se puede sentir empatía por el personaje, además cuenta con un traje que luce bastante creíble y no parece ridículo como en los cómics. Por no hablar de su oscura tragedia que le hace tan parecido a Bruce.
De Tommy Lee Jones puedo decir que aunque es un actorazo, en este papel no hace más que sobreactuar, reirse, abrir la boca y hacer mucho el ridículo. No es que yo esté muy metido en los cómics de Batman, pero por lo que sé y por la serie de televisión de 1992 me atrevería a decir que Dos Caras es uno de los villanos más trágicos a los que se ha enfrentado el murciélago.
Pero en Batman forever se deja la tragedia a un lado para sacar su lado más cómico. Esto estaría bien si fuera divertido, pero sus payasadas no hacen gracia.
Aún así, no me meteré con el pobre Tommy, a él lo contrataron para hacer ese personaje y para hacerlo de esa manera.
El otro villano y malvado principal de esta película es Enigma, interpretado por Jim Carrey.
Jim Carrey es otro actorazo y normalmente no se suele despegar de su habitual tono de comedia (El número 23, también de Joel Schumacher es de las pocas excepciones), así que aquí no tenía porque actuar de otra manera.
La verdad es que Jim Carrey es una rara elección para hacer de enemigo de Batman. Realmente no me sorprende tanto su sobreactuación como su parecido con otros personajes que interpretó previamente.
Una vez más tenemos al carismático Michael Gough en el personaje de Alfred y a Pat Hingle haciendo de James Gordon.
Alfred tiene varias escenas en las que ayuda a los protagonistas, pero el comisario Gordon apenas hace nada, es un señor que está ahí y ya está.
El vestuario de los personajes no está mal, me encanta el traje que lleva Batman en la batalla final, también el de Robin. Lo más raro son los trajes de los villanos, excesivamente coloristas para mi gusto.
A decir verdad, cuando vi Batman forever , quedé muy decepcionado, pero he vuelto a verla posteriormente y no me parece tan mala. Cumple con su función de entretener y si desconectas las neuronas mientras la ves, puede hacerte pasar un rato agradable, pero en 1995 se veía que esto iba a ser el comienzo de la hecatombe.
Val Kilmer lo vio venir, puede ser que sea porque no le gustó su experiencia como Batman, pero es que Tim Burton también se lo olía, por eso, a pesar de ser buen amigo de Joel Schumacher, no quiso intervenir en la cuarta entrega de la franquicia.
Pero irónicamente a la gente le gustó la película, fue el film más taquillero de 1995 y recaudó más dinero que Batman vuelve , así que parecía que todo debía seguir este estilo, más comercial y menos artístico.
Warner no tenía ni idea del castañazo que se iban a pegar en 1997.
Valoración final: 5 sobre 10.
Entre cosas buenas y malas, la película se gana un aprobado justo.
Batman Forever (1995) fue la tercera entrega de la saga del Murciélago. En esta ocasión, el gran director Tim Burton (que había dirigido con anterioridad las dos grandes obras maestras de la saga del Caballero Negro: Batman y Batman Vuelve) se quedaría a un lado en la dirección del film aunque permanecería como productor. ¿El por qué de este cambio de director? Lo vemos:
El film Batman Vuelve de Tim Burton no cubrió todas las expectativas creadas en un principio por los directivos de la Warner Bros. Algunos fans no estaban muy satisfechos con lo que dio de sí la película. Esto hizo que Batman Vuelve fuese un relativo (y digo relativo porque nunca lo fue) fracaso en taquilla. Por lo tanto, dichos directivos querían dar un gran cambio de imagen al Murciélago, modificando radicalmente toda la estética que Batman había dejado atrás en las anteriores películas y en los cómics. ¿Y quién fue el encargado de dirigir un cambio tan radical? Joel Schumacher, un director que ha dirigido películas como El Cliente, Última Llamada o El Fantasma de la Ópera entre otras.
Lo dicho, se preparaba un cambio de imagen radical. Desgraciadamente, este cambio fue a peor, pero que muy a peor. De una Gotham oscura y tenebrosa pasamos a una Gotham llena de colorido y luces de neón. De ciudadanos normales a punkies fosforescentes y drag-queens horteras. De edificios corrientes a estatuas y esculturas musculosas e imposibles. De un Batman temido y oscuro a un Batman amigable y metrosexual, etcétera. Joel Schumacher se había encargado de hacer de Gotham City su fantasía particular.
No obstante Batman Forever aún guarda algún toque, si bien leve, de lo que había sido anteriormente, seguramente por la presencia mínima de Tim Burton en el film. La película entretiene bastante y yo nunca la he considerado mala porque siempre me ha gustado. Aunque estaba claro que el buen cine se había apartado de Batman Forever para dar paso a la acción y a los efectos especiales. Los momentos acertados del film están basados en las reflexiones que Bruce Wayne hace respecto a la muerte de sus padres. El reparto de Batman Forever fue espectacular.
Batman Forever resultó ser la película más taquillera de 1995, lo que por supuesto supuso todo un éxito. Pero no sólo por el dinero que recaudó la película, sino porque el merchandising y la cantidad de juguetes de la película que se vendieron contribuyeron al éxito de las ventas. Lo dicho, la acción, los efectos especiales y los colores chillones habían ganado en esta ocasión al buen cine, a la oscuridad y a la realidad.
Ni que decir tiene que los directivos de la Warner decidieron renovar a Joel Schumacher para que siguiera con la saga del Murciélago tras el éxito recaudado con Batman Forever. He aquí uno de los errores más grandes de la historia de la Warner Bros. El mismo Joel Schumacher dirigiría en el año 1997 Batman & Robin, uno de los mayores bodrios filmados nunca en la historia del cine.
Joel Schumacher fue el encargado de recoger el testigo dejado por Burton, que después de que su candidatura para realizar una tercera parte fuera rechazada por el tono tan excesivamente oscuro que había dado a Batman Vuelve (una de las mejores de toda la saga) quedó relegado a tareas de productor. El cambio fue drásticamente visible: una Gotham City colorista y artificial, la entrada en escena de un Robin que anula por completo el carácter de Batman como justiciero de la noche, y unos villanos a cada cual más sobreactuado.
Con la salida del proyecto de Burton también se cayó Michael Keaton, sustituido con una mínima dignidad por Val Kilmer, un actor correcto, no así su paternaire femenina, Nicole Kidman, cuyo papel es poco más que el de mujer objeto. Michael Gough repite como Alfred y Chris ODonnell se sumaba al equipo como el chico maravilla, el personaje más innecesario del mundo del hombre murciélago, un total contrasentido a su figura y que fue únicamente incluido en los cómics para atraer a un público más infantil. Batman puede ser de todo menos infantil.
En la galería de villanos, después de un magnífico Joker, un aceptable Pingüino y una soberbia Catwoman, Schmacher incorporó a los también interesantes (en el cómic) Enigma y, sobretodo, Dos Caras, pero lo hizo de tal manera que son de las peores adaptaciones de personajes que han cruzado la línea que separa el papel del celuloide. Un Tommy Lee Jones totalmente absurdo, convierte a un personaje dramático en una especie de drag-queen, acompañado, por si no estuviese clara su dualidad, por dos chicas, una representando el cielo y otra el infierno. Bochornoso. Jim Carrey no sale mejor parado con una interpretación de Enigma muy exagerada, cargando al personaje con un histrionismo que no necesitaba.
Y si esta les pareció el acabose, aún quedaba Batman & Robin …