Batalla por el planeta de los simios
Sinopsis de la película
Caesar, el simio que capitaneó la revuelta contra la raza humana, es un benévolo gobernante que fomenta la convivencia con los hombres, a pesar de la oposición del general Aldo (Akins), jefe militar de los simios. No obstante, los hombres que han sobrevivido a un holocausto nuclear son considerados ciudadanos de segunda clase. Caesar decide realizar un viaje a la Ciudad Prohibida con MacDonald (Austin Stoker) y el sabio Virgil (Paul Williams) en busca de unas cintas en las que estaría grabada la muerte de sus padres. Durante el viaje, es observado por un grupo de hombres mutantes que viven en la devastada zona de guerra. Este es el motivo de que el General Aldo desafíe la autoridad de Caesar y, además, provoque un enfrentamiento entre simios y hombres para dirimir quién gobernará el planeta.
Detalles de la película
- Titulo Original: Battle For the Planet of the Apes aka
- Año: 1973
- Duración: 86
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
4.8
78 valoraciones en total
Con esta última entrega finalizaba afortunadamente la saga que a excepción de la original no tuvo ninguna secuela de interés.
Aún así y en contra de lo que se dice, esta última película no es la peor ni muchísimo menos. Hay al menos rastros, muy pequeños, de pensamientos filosóficos sobre el poder, la guerra, el antropocentrismo, la convivencia con otras especies…
Igual que Ted Post parecía que rodaba un western, J. Lee Thompson a veces parece que rueda Los cañones de Navarone porque el estilo bélico está muy presente en la cinta. En definitiva un producto casi de seribe B, con un guión levemente mejor trabajado pero indudablemente cine olvidable. Viendo las secuelas se valora aún más a ese grandísimo director que fue Franklin J. Schaffner.
Aún así toda la saga de El planeta de los simios tiene un papel importante en el cine de ciencia-ficción de los setenta, inspirando posteriormente a james Cameron, no lo olvidemos en Terminator que no es ni más ni menos que el cambio de simios por máquinas, con todo lo de los viajes al pasado y cambio de destino incluído que está en la saga simia.
Por fin la conclusión de la una saga prolongada en exceso, en esta nueva entrega vemos lo contrario de lo visto en el anterior film, ahora son Simios quienes resentidos dominan al hombre con mucha cautela y división de opiniones. En este film se pretende llegar a la conclusión de que sea el que sea quien tenga el poder las consecuencias siempre son las mismas y el caos está garantizado. Se empiezan a establecer los estatus entre las distintas clases de Simios que ya vimos en el film de Schaffner, los gorilas son la fuerza militar, los orangutanes los eruditos y los chimpancés representan la clase trabajadora aunque todos ellos estén encabezados por Cesar como salvador y gobernante. Sabemos que los humanos desesperados tiraron bombas y vemos a los humanos sobrevivientes que quedaron afectados y que se supone son los que en un futuro más lejano se convertirían en los que ya distinguimos en Regreso al planeta de los Simios. Con la idea ya agotada se pretende concluir con un mensaje pacifista y ecológico. Una conclusión barata y floja que el paso de los años la trata como una Serie B para recordar viejos tiempos.
Ha pasado un tiempo indeterminado (no mucho) desde que César se rebelara en aquel centro de entrenamiento y la verdad es que nos hemos perdido un huevo de cosas. Al parecer, hubo una guerra nuclear, de la cual sólo sabemos que supuso la aniquilación de la raza humana. Sobreviven unos pocos humanos, algunos aislados del mundo y con mutaciones debido a la radioactividad. El resto, viven en un poblado (que bien pudiera llamarse Sherwood) gobernados por César, considerados ciudadanos de segunda clase y realizando plausibles tareas como enseñar escritura a los simios. Así pues, los monos primitivos han aprendido a hablar y a comportarse con envidiable inteligencia, algunos superan incluso al mismísimo César, quien cuenta a su servicio con orangutanes filósofos. Como podéis ver, el argumento no merece mayor análisis. Los gorilas son representados como seres belicosos obsesionados por conseguir armas y hacerse con el poder, erradicando completamente a los humanos. Aldo es el gorila líder, un personaje claramente subnormal y estúpido y que sin embargo era referenciado en Huida del Planeta de los Simios como el verdadero instigador de la rebelión. Sorprende que el simio que en un futuro alternativo era el primero en articular palabras sea mostrado aquí como un verdadero cabeza hueca. (Si hablamos del mismo Aldo, claro, con este embrollo nunca se sabe).
El diseño de producción de esta película es el más cutre de toda la saga, tanto que si te esfuerzas puedes ver lo que hay detrás de las máscaras (los gorilas dan pena) e incluso verle la boca al bueno de Roddy McDowall, consiguiendo un interesante efecto de doble hilera de dientes. Los humanos mutantes van en autobús escolar y la batalla es de lo más penco, introduciendo en el montaje la misma explosión varias veces. Vamos, un despropósito de principio a fin, pero que quizá, y solo quizá, te alegre el día si la ves con buen humor.
Arthur P. Jacobs, productor de las cinco películas, murió justo después del estreno en 1973, finiquitando la saga definitivamente. En el aire queda el porqué se llega a una situación en la que los humanos pierden la capacidad de hablar y son tratados como animales, tal y como se nos muestra en la película de 1968. De momento, todo acaba bastante suavizado:
Mientras veo a los simios y a humanos viviendo en paz, en armonía, en amistad, seiscientos años después de la muerte de César, por lo menos tenemos esperanza en el futuro
A otra cosa, mariposa.
Lo único destacable de la última parte de la saga de El planeta de los simios es que los humanos radioactivos por fin reciclaban los materiales con todas las consecuencias, cosa en la que los humanos actuales todavía no están muy mentalizados. Un autobús escolar escacharrado utilizado como tanque de asalto, motocicletas cuya velocidad máxima son los 30 km/hora, cochecitos militares sacados de los Clicks de Playmóbil…ahí es nada. Mejor no hablar del desenlace muy degenerado de la historia de la lucha entre las dos especies, demasiado simplificado y dejando muchísimos interrogantes de cara a enlazar con el primer portentoso filme de la serie.
Lo he mencionado en la crítica de Rebelión en el planeta de los simios : la saga debió finalizar en la tercera entrega. Por lo menos para mí lo hizo, quedando la cuarta y la quinta como anexos interesantes, pero nada más.
Después de modificar el final de La rebelión de los simios para hacerlo más abierto, llegó la quinta y última parte de la saga, donde la progresiva reducción de presupuesto (disimulada en el filme anterior gracias al ahorro en escenarios que supuso el rodaje en un futurista complejo comercial sin inaugurar, el Century City, al lado de los estudios de la FOX) quedan ya en evidencia. Los rostros de los primates han perdido mucha de aquella expresividad que les hizo merecedores del Óscar el mejor maquillaje en 1968. En cuanto a los escenarios, la ciudad de los simios (que ya en la original parecía un poco pequeña vista desde fuera, aunque en los interiores daba el pego) ahora parece un campamento de verano, con casas de madera y tiendas de campaña, algo que puede justificarse puesto que están empezando, pero que deja una sensación de poco gasto (algo que se ve reforzado por lo que se muestra de la ciuda de los mutantes, básicamente sótanos normales y salas oscuras, y de sus armas, con ese viejo autobús escolar como vehículo de choque).
Argumentalmente hablando, tiene el defecto de presentarnos una situación sin detallar mucho cómo se ha llegado a ella ni en cuanto tiempo. Lo único que nos dicen es que hubo una guerra nuclear y la raza humana se autodefenestró, pero no nos dicen qué pasó tras la revolución de la anterior película, cómo se ha constituido esa sociedad de simios y humanos… Parece que se han comido una parte intermedia de la historia.
Respecto a los personajes, César se ve perjudicado por un doblaje que le quita fuerza (cosa que no le ocurre al villano Aldo, que sale beneficiado) y todos los personajes en general dan una interpretación correcta.
La cinta logra presentar en cierto modo acertadamente una situación de convivencia entre dos especies (razas), que peligra por la intransigencia tanto de un sector de unos (Aldo) como de uno de los otros (los futuros mutantes de la ciudad). Sin embargo, en líneas generales, vemos una película lastrada por sus pocos recursos económicos y por la sobreexplotación de una saga que prácticamente producía una cinta cada año.
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/2020/07/02/incoherencias-y-fallos-de-guion-en-la-saga-de-el-planeta-de-los-simios/