Barbie: Una aventura de sirenas
Sinopsis de la película
Barbie hace el papel de Merliah, una campeona de surf de Malibú. Merliah es una adolescente normal hasta que un día conoce un gran secreto familiar: ¡es una sirena! Merliah y su inseparable delfín Zuma planean una aventura acuática para rescatar a su madre, la reina de Oceana. Con la ayuda de sus nuevas amigas sirenas, Merliah salva al mundo marino. Al final descubre que aquello que te hace diferente puede convertirse en tu mayor fortaleza.
Detalles de la película
- Titulo Original: Barbie In a Mermaid Tale
- Año: 2010
- Duración: 75
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te detallamos un listado de fuentes de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.4
78 valoraciones en total
Yo personalmente soy de la generación Barbie, crecí con ella, su pelo maravilloso, las braguitas tatuadas a la piel, sus pamelas y sus tacones, tal y como crece Lisa Simpson con su Staici.
Cuando yo era pequeña, incluso preadolescente cómo dicen ahora, no teníamos internet, y los teléfonos móviles eran escasos y muy caros (mi primer teléfono móvil fue a los 17 años, y no, no soy tan vieja). Así que jugaba con mi Barbie, y todos los complementos que podáis imaginar, por supuesto perdía los zapatos siempre. En algún momento de mi presente me ha entrado la curiosidad por éstas películas de Barbie y he decidido verlas.
La verdad es que no sabría si enfadarme por la poquísima originalidad de todas las películas de Barbie y todos los estereotipos que siempre ha representado, todos y cada uno…. La moda, las mujeres que no son muy inteligentes y solo piensan en pintarse los labios, revivir flores, cantar y bailar…. Lo importante que es ser fashión…
La única preocupación que se le ocurre a la protagonista es que no quiere ser una inadaptada social. No importa que haya encontrado a su madre después de toda una vida creyéndola muerta, no, lo importante son sus amigas, y triunfar (en este caso con el surf). Barbie cocinera, veterinaria, enfermera, profesora, ama de casa… Pero ante todo princesa, y porque es princesa es única y especial. Vaya decepción, yo crecí con esos ideales, sumando los de Disney, y aunque parece una tontería, juegan con tus sueños, incluso con tus aspiraciones de futuro.
Y ahora es cuando me alegra haber tomado posesión de mis sueños, haber dejado atrás esas Barbies floreros y darme cuenta de toda la porquería que representa cada una de las películas (en éste caso).
A veces uno cotrae deudas, deudas impagables, deudas que se acumulan porque pasan los días y uno no las paga. Yo me siento como Barbie, que no sabe que es una sirena.
Hay días como hoy, en los que uno ha dormido poco porque anoche se tuvo que quedar haciendo un trabajo y vas a clase con mucho odio en tu corazón y estás alienado y juegas al tenis de mesa en el recreo. Pero te acuerdas de Barbie y comes rápido y te echas una siesta de cuatro horas y eres feliz hasta que despiertas y ves que han estado conspirando contra ti, que hasta han quedado en el centro (seguramente en el horno de Santa Eulalia), muy arreglados los dos, él con su aire de Jorge Javier Vázquez y ella con su coleta de ángel. Entonces te das cuenta de que han hablado de Barbie y de que se sienten como el delfín de la película, que no sabe que es una sirena. Ya se te quitan las ganas de cenar y te pones a saldar tu deuda, porque si no sus esbirros te pueden dar con una silla de terraza en la cabeza.
Y es que la película da para mucho y es rubia. Siempre quedará en mi retina bonita esa escena en la que Batería, el cangrejo amigo de Barbie, hace un Abelardo, que es un baile de cortejo pensando en el colectivo de amas de casa.
En América sí que se hacen películas buenas (aunque Barbie está un poco sobreactuada y cuando sonríe sin razón se nota que ha bebido), no como en España, donde el cine patrio se podría definir como un noviazgo entre Jesús Bonilla y Emilio Aragón.
Este no es un film bélico, en el que una canosa con gafas entra en una clase con un rifle de asalto disparando a todos los que han suspendido, pero tampoco es una película antibelicista, y es por lo que le doy un dos, por su falta de compromiso.
Barbie tampoco es una distopía, como el caso de que la guerra la hubiera ganado el coronel Escopeta y hubiera mandado fusilar a todos los hombres más bajitos que él. Lo que quiero decir todo el rato es que esta película de Barbie es frívola. Y rubia. No es, por ejemplo, La pianista, de Haneke, en el que la protagonista le ve el vello púbico a su madre.
Ligeros toques de humor rubio salpican (porque la peli va de agua, jaja qué bien hilado) el film.
No sé si le daré una oportunidad a la segunda parte, pero he visto que es canadiense y quizás me lance. Mi corazón es como Barbie, es una sirena pero no lo sabe.