Babe, el cerdito en la ciudad
Sinopsis de la película
Después de la gran victoria obtenida por el cerdito Babe en el concurso de pastoreo, su dueño, el granjero Arthur Hoggett, rechaza todas las ofertas que le hacen por Babe. Desgraciadamente, a causa de un accidente provocado por Babe, Arthur debe guardar cama, y su mujer Esme tendrá que ponerse al frente de la granja. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no consigue pagar las deudas que ha contraído con el banco. La única solución consiste en ir a la ciudad con Babe para participar en un concurso de mascotas que puede proporcionarle el dinero necesario para saldar sus cuentas con el banco.
Detalles de la película
- Titulo Original: Babe, Pig in the City
- Año: 1998
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
4.6
24 valoraciones en total
Nuestro querido Babe, qué majo y qué vocecita tiene, regresa cuatro años más tarde pero con más fuerza que nunca en la segunda parte de sus aventuras, esta vez en la ciudad, para salvar la finca de su amo Arthur (James Cromwell). La cinta, que contó con abultado presupuesto de 90 millones de dólares, supuso un pequeño descalabro comercial pues recaudó sólo algo más de 69 millones. Compárese con los más de 254 de la original. Sin embargo, el factor monetario no nos debe hacer caer en un espejismo: la que firma George Miller es sustancialmente superior a la de Chris Noonan. Por ejemplo, aquí la moraleja es extrapolable al mundo real pues la bondad, el valor o la generosidad, sirven lo mismo para humanos o los animales.
La película tiene un aire extraño, de ubicación espacial y temporal imprecisa, como de steampunk sin llegar a serlo, que me recuerda levemente a Una serie de catastróficas desdichas (2004). En líneas generales es infantil, sobre todo, en el inicio y en el bullicioso final, pero entre medias tenemos un nudo dramático que me ha hecho llorar. Esto es épico señores, no sólo por lo que se cuenta, sino cómo lo hace. George Miller demuestra una vez más su genialidad, incomprendida si vemos la nota tan pobre de esta entrega o sus escasos trabajos, al sincronizar en una misma secuencia todos los elementos narrativos, desde el encuadre o la gestualidad a la música, para alcanzar cotas de sensibilidad al alcance de unos pocos.
Sí, cerdito valiente. No entiendo cómo has podido participar en esta película. Tras tu entrada triunfal en la meca del cine vas y te metes en esto. Una pena, porque en realidad la película no pintaba nada mal: bonitos diseños de escenarios, buenos efectos especiales, excelentes actuaciones (me refiero a los monitos, gatitos, perritos, al pececito y por supuesto a ti, Babe). Sí Babe, lo bordas, todo hay que decirlo. Tu ternura y tu buen corazón ablanda hasta al pan de cuatro semanas.
Pero, por desgracia, no es todo tan bonito como lo pintan. Un envoltorio fantástico, eso sí, pero a la hora de ver la película sólo veo perros, gatos y monos corriendo como locos de un lado para otro y a tu dueña enloquecida intentando buscarte.
En fin, eso de segundas partes nunca fueron buenas se cumple con creces en este caso. Pero bueno, no te desanimes cerdito, tenemos la primera peli para recordarte, que ésa sí que está bien.
Aunque para muchos esta es una película mala, yo la califico como buena porque es una de las que me han hecho reír más y me ha causado infinita gracia y ternura con el resto de los animales que viven en el hotel.
No es una obra maestra claro, pero para mi cumple su cometido el cerdito mas simpático y tierno del celuloide, de divertirnos.
No tengo ni ánimos ni ganas de ponerme ahora a tratar de analizar la vergonzosa nota media que le habéis otorgado a «Babe, el cerdito en la ciudad». La mejor forma de dignificar esta película es diciendo la verdad sobre ella, así que empecemos.
El perdido George Miller (y digo perdido por el escaso Cine que nos ha regalado este artista, sigo sin saber dónde se mete) toma la producción y también la dirección en la segunda parte de las aventuras del cerdito Babe: esta vez, ante los apuros económicos de sus amos, dejará la vida del campo para participar en una feria en la gran urbe. Esto es sólo el principio, porque en realidad lo que la historia nos cuenta es una enseñanza importantísima de valor, firmeza, bondad, esperanza y redención. ¿Nos suena? Quizá no. Quizá estos principios universales y humanos, con mucho, por qué no, de divino, estén ya obsoletos en pleno siglo veintiuno y debamos retroceder ese poquito «a la izquierda del siglo veinte», así que retrocediendo, retrocediendo…
Ejemplo total de cine para niños y para adultos. Que cineasta George Miller, que capacidad para embobar, para mirar la vida, para emocionar. Difícilmente superable. Como punto débil, su recurso a los golpes y caídas para causar risa. Por lo demás, gran diseño artístico, con una ciudad que son todas las ciudades, los escasos minutos de Mickey Rooney ejercen una rara fuerza, inquietante incluso, y los animales están soberbios. Puede que suene estúpido decir que nunca ha actuado mejor un orangután, pero es que nunca ha actuado mejor un orangután, encima con un personaje nada baladí. El resto de perros, gatos, ratoncitos y aves, encantadores, ni qué decir tiene que el cerdito Babe es una ricura.
Bella, tierna y dramática sin llegar a serlo, ese es el milagro, Babe y su película harán que no nos sintamos nunca solos. Yo también te doy las gracias, Babe.
Lo que Babe: el puerquito valiente (1995) tenía de tierna y conmovedora, Babe 2: el puerquito en la ciudad (1999) lo tiene de divertida. Sí, la primera tenía sus detalles graciosos, por ejemplo, las extravagancias de Ferdinand, el pato que se creía gallo, o la esposa del granjero desmayandose al ver por television que su marido ha llevado al cerdo a concursar en el torneo nacional de perros ovejeros. Pero Babe 2 opta por un humor mucho mas negro y audaz, y en algunos casos, mucho mas caricaturesco. Es pues, una comedia mas que un drama, sin dejar de ser una de esas raras secuelas que hacen honor a sus predecesoras.