¡Ay, Carmela!
Sinopsis de la película
Durante la Guerra Civil española (1936-1939), un grupo de cómicos ameniza como puede la vida de los soldados republicanos. Cansados de pasar penalidades en el frente, deciden dirigirse a Valencia. Pero por error van a parar a la zona nacional, donde caen prisioneros. La única manera de salvar sus vidas es representar un espectáculo para un grupo de militares, que choca de lleno con la ideología de los cómicos.
Detalles de la película
- Titulo Original: ¡Ay, Carmela!
- Año: 1990
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
6.8
70 valoraciones en total
Ofrece unas creaciones casi insuperables de sus personajes, y, además, la obra escapaba a las limitaciones del espacio escénico y, lo que es más importante, ilustraba los pormenores del drama de manera que el espectador sí veía a los ficticios interlocutores de los diálogos (monólogos en la función original) de los dos cómicos, de hecho, Gabino Diego, que interpretaba al mozo Gustavete, obtuvo el Goya como Mejor Actor de Reparto.
Para mí la mejor película de Carmen Maura, y por supuesto de Andrés Pajares. Un retrato de nuestra España, de sus dos caras y sobre ella, lo grande que es la buena gente que hay aquí, a pesar de los fanáticos incivilizados. No se la pierdan, la recordarán siempre.
Carmela y Paulino, varietés a lo fino. Así se llama la compañía artística formada por Carmela, Paulino y Gustavete. Estamos en 1938, en plena Guerra Civil, y ellos son los encargados de amenizar al frente de Aragón, en zona republicana. Sin embargo, hartos de tanta penuria en Montejo, decidirán dar el palo de gasolina y marcharse a Valencia, en busca de algo mejor.
Sigue en spoiler
No me extraña nada que en los Goya del año 90 esta película arrasara con prácticamente todos los premios a los que optaba y que dejara a Pedro Almodóvar y a su Atame con un palmo de narices, ya que una vez vistas las dos películas, una no puede dejar de decantarse por Carlos Saura y compañía. Saura no es ni ha sido nunca santo de mi devoción, pero aquí se luce y gran parte de ese lucimiento se debe a un trío de actores que se comen la pantalla, empezando por un sorprendente Andrés Pajares que se roba la función y que ha sido un descubrimiento para mí. Es una auténtica pena que un actor del calibre de Pajares sea sólo conocido por sus escándalos familiares y por su más que repetido papel de salido en las películas de la época del destape español. Pajares es mucho más que éso y es un caso más de los muchos que forman ese grupo de actores que no han sabido aprovechar la fama para enriquecer su carrera de artista. Afortunadamente, Saura supo darle este papel protagonista de Paulino antes de que las drogas, la cirugía estética y los desvaríos familiares acabaran con él. Junto a él, una de las grandes de nuestro cine, una Carmen Maura que lo mismo te baila, que te canta, que te hace reír, que te hace llorar… Aquí se cambia de bando y abandona por un momento a su por aquel entonces director habitual como era Almodóvar para realizar una magnífica actuación con un director con el que creo que no ha vuelto a repetir en su carrera hasta la fecha. Muy merecido su Goya a mejor actriz, está simplemente perfecta. El tercero en discordia es Gabino Diego, interesante actor al que su especial físico ha encasillado, definitívamente, en papeles de chico con cierto retraso. Una pena que haya sido así, porque Gabino Diego es un actor que puede dar mucho más de sí mismo. Aquí se llevaría también su premio como mejor actor de reparto, olé por él. De los secundarios, destacar el gran parecido físico de Maurizio de Razza con un joven Fernando Rey.
Un director como Carlos Saura y un elenco encabezado por Carmen Maura y Andrés Pajares hacen de esta película un relato intenso y realista de una guerra atroz. ¡Ay Carmela! me encantó por el ritmo del film, su humor a pesar de la tragedia que rodea a los personajes, su capacidad para salir adelante. Inteligente, soberbias actuaciones, exelente dirección, estupenda historia de actores que se ganan la vida como pueden.
Película de Carlos Saura, escrita por él y Rafael Azcona. Adapta al cine la obra de teatro Ay, Carmela (1986), de José Sanchís Sinisterra. Se rueda en exteriores de Madrid (Boadilla del Monte, Talamanca del Jarma y Madrid) y Guadalajara (El Cubillo de Uceda). Nominada a 15 Goya, obtiene 13 (película, director, actriz, actor, guión…). Producida por Andrés Vicente Gómez, se estrena en première el 16-III-1990 (Madrid).
La acción tiene lugar en los años de la Guerra Civil, a ambos lados del frente. Carmela (Carmen Maura) y Paulino (Andrés Pajares) son empresarios y actores de una modesta compañía ambulante de teatro y variedades. Sobreviven entreteniendo a las tropas republicanas del frente. Al dirigirse a Valencia en busca de mejor suerte, un error les deja en la zona nacional.
El film suma los géneros de drama, guerra y comedia tragicómica, combinación de humor y tragedia. Carmela, de 39 años, casada por el Juzgado con Paulino, es republicana de firmes convicciones, tiene un gran corazón y su mayor deseo es casarse de blanco por la Iglesia. Paulino se adapta a cualquier circustancia, guiado por su instinto de supervivencia. Gustavete (Gabino Diego), mudo tras un bombardeo, les ayuda en tareas auxiliares.
La obra propone recordar el pasado de las dos Españas enfrentadas en guerra (1936-39) con la serenidad que proporcionan los años transcurridos, el humor y la tolerancia. La visión de los dos bandos, del contingente italiano, de los tics que comparten los españoles republicanos y nacionales (afición a la bulla colectiva, al alboroto, al tinto…), explican que la convivencia es necesaria y posible. Se condena la guerra, la pena capital, las ejecuciones sumarias, las detenciones sin garantías y en condiciones no acordes con los Convenios de Ginebra, las arbitrariedades del poder no sujeto a control, las represalias por razones ideológicas, los fanatismos de ambos bandos. Se consideran inadecuados e inconvenientes los liderazgos militares (Lister y Franco) y se apuesta por la supremacía del poder civil y la sujeción a éste de la administración militar. La obra invita a la paz y al ejercicio de la democracia. Se hace uso de la voz en off .
La música, de Alejandro Massó, incluye una partitura original, de 13 cortes, apasionados, festivos y descriptivos. Se añaden canciones populares, como Suspiros de España , Mi jaca , Al Uruguay , Si supieran . El corte Ay, Carmela introduce el film y de él se extrae el tema principal. La fotografía, de José Luis Alcaine, recrea con acertada versatilidad los espacios lóbregos de la escuela-prisión, el clima alegre del teatro republicano, la atmósfera opresiva del palco polaco y la disciplina del patio de butacas de los soldados nacionales. El guión combina humor verbal y visual. La interpretación de Carmen Maura, alejada de sus papeles habituales, demuestra solvencia, naturalidad y entrega.
Película entretenida, reconfortante y grata de ver.