Averno
Sinopsis de la película
Averno, un lugar del imaginario de los habitantes andinos donde conviven vivos y muertos y donde todo encuentra su cara opuesta. Muchos han oído nombrarlo pero muy pocos verlo, Tupah, un joven lustrabotas lo debe encontrar para rescatar a su tío.
Detalles de la película
- Titulo Original: Averno
- Año: 2018
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
6
24 valoraciones en total
Marcos Loayza podría haberse limitado a hacer una simple celebración de tradiciones y relatos urbanos. La enésima y genérica aproximación a Viscarra disfrazada de cine independiente o cine social sin mucha más sustancia ni novedad y hubiera salido bien parado, por que fuera de las aulas de las facultades, el experimento todavía es novedoso y más o menos inusual de cara a un público que en cuanto a cine nacional se refiere y con pocas excepciones en los últimos años, está acostumbrado a ver la futilidad hecha largometraje: cine popular que bebe más de lo peor que se produce en Perú o México que de reconocidos autores (y ya ni hablar de plasmar nuestra esencia y cultura, o tener la más mínima ambición artística).
Pero Marcos Loayza ha dicho FUCK IT como sólo un autor lo podría hacer y ha construído una fábula fantástica que no se corta ni se contiene a la hora de desplegar un imaginario prácticamente inabarcable. Decir que es rico en referencias es quedarse corto. Loayza ha triunfado donde (por citar el primer bodrio que se me ha ocurrido) David Ayer a fallado épicamente con Bright. Ha fusionado PERFECTAMENTE la ciudad, nuestra pinshi ciudad maravilla, con los tugurios de nuestras tradiciones para crear UN MUNDO NUEVO que no deja de ser 100% nuestro y al mismo tiempo distinto, surrealista, onírico y atemporal. Donde reconocemos muchos lugares y al mismo tiempo se nos revelan como escenarios que nunca hemos pisado. Nada desestimable ventaja del cine que ya quisieran las 8 artes restantes, y que se aprovecha categóricamente en la película. En Averno hay incluso potencial de franquicia.
Hablemos técnicamente: La dirección de arte es magistral y la fotografía es espléndida. Averno se ve beneficiada por una atmósfera visual irrepetible e inédita en la pantalla grande. Cada toma está hecha con mimo, con cariño como diría un colega artista. El presupuesto es risible comparado a las cifras que se manejan en Hollywood (incluso en el cine endeeehh ) y aún así luce más pro que tantas Oscar-bait de usar y tirar que salen cada año. Gran falencia (o virtud para algunos, hay gente para todo) de otras propuestas nacionales es que no se logra (o ni se intenta) disimular ésto y a los 5 minutos uno ya está fuera de la película. En Averno no es que le hayan sacado el jugo al budget, es que han hecho que parezca la primera gran super-producción boliviana a punta de ingenio y arte. Averno es una de las películas bolivianas con factura técnica más impecables de todos los tiempos. Gorgeous looking diría Chris Stuckman y se quedaría corto.
Continúa en la zona spoiler pero sin spoilers.
Walter Mur
Imagine usted un viaje profundo en busca de uno mismo. Imagine un mundo al que se llega bajando gradas y abriendo puertas que llevan a escenarios inesperados. Imagine que su vida transita por callejuelas y recovecos. Imagine además que usted vive rodeado de gente, pero que en el instante de la decisión está solo. Eso es Averno, la nueva película de Marcos Loayza: el delirio de la soledad en el momento de la verdad.
Atrapa y no da respiro. Está llena de susurros, de personajes reales que parecen seres fantásticos, y viceversa. Un aguzado espectador encontrará en sus escenas decenas de símbolos, mensajes auditivos y metáforas visuales que rompen esquemas y atrapan la atención. Difícil escapar al hipnótico sueño de 90 minutos que propone su director.
Si un mensaje queda al final, es que a veces hay que atravesar largas noches y descender a lo profundo para encontrar respuestas a la propia vida. Para hacerlo, se necesita dejar los miedos atrás. Quizás sólo sea cuestión, como dice alguien en la película, de quitarse las máscaras y abandonar la piel.
Alicia en el país de las maravillas versión boliviana, y como tal aparentemente caótica y aleatoria, al menos visto desde 9 651 km de distancia. Supongo que con más conocimiento de la mitología aimara se le podrá dar más sentido, porque lo que es yo, más allá de tirar la cerveza al suelo para la Pachamama, nada.
En cualquier caso, he disfrutado compartiendo la desorientación del protagonista de escenario en escenario imaginativo y surrealista. Extrañamente (o no) he tenido sensaciones similares a cuando hace muchos años jugaba a aventuras gráficas, concretamente al King Quest VI, al cual guardo especial cariño. Por otro lado, en alguna ocasión los personajes parecían salidos más bien de algún arcade de yo contra el barrio chungo de principios de los 90.
Destacar una última cosa surrealista para rematar la película. Esta sagrada web tiene, hasta el momento de escribir estas líneas, tres críticas de la película. Una mala, otra buena, y otra, atención, firmada bajo el nombre de Marcos Loayza (el director) cuyo contenido es la crítica que colgó en facebook un periodista boliviano, no sabemos si muy amigo del director. Dicha crítica es muy positiva y el que la ha subido a esta sagrada web, firmando con el nombre del director, ha tenido a bien puntuar la película con un 10 (sobre 10), ole él, recibiendo 4 (de 5) votos negativos por la osadía.
Gustará a: serpientes, limpiabotas, calaveras
No gustará a: minotauros, jefes de bandas callejeras, sacerdotes
Si algo caracteriza a Bolivia –así lo percibo después de 42 días viviendo acá- es su riqueza cultural, es una amalgama de colores, creencias, vestuario, lenguas, comidas y bebidas. Averno reúne una parte de todo eso y desciende a los subterráneos nocturnos de la animada ciudad de La Paz. El decorado de la película es su punto más destacable, toda una experiencia visual que aporta necesariamente al diseño de un submundo místico que se hace imperceptible de día. Toda la propuesta es una excusa para exponer y transformar un cortejo de personajes, unos bien construidos y otros no, particularmente pecan en sus interpretaciones y quizás este sea el punto más débil de la película que a ratos interrumpe los ambientes creados y resta la consistencia de su narración. Y así, habrán reproches en algunos espacios narrativos, pero lo que no podremos negar es la desbordante creatividad y la grata experiencia que genera.
Cobertura del Festival de Oruro 2018.
https://cinema2puntocero.blogspot.com/2018/11/fico-2018-dia-4-averno.html
Averno, en resumen esta película comete más de un error en los diversos ámbitos que constituyen una obra cinematográfica, en el aspecto técnico se encuentra una fotografía con encuadres inconsistentes que no le dan una coherencia narrativa visual, casi no hay esfuerzo en distanciar a los personajes de los fondos por lo que llega a ser pesada de ver, las escenografías que son unos de los aspectos más elogiados de la película se limitan principalmente a bares y habitaciones de menor importancia, el resto son locaciones reales que no han de haber involucrado gran esfuerzo y lo peor en este aspecto es que como otras producciones bolivianas recientes llegan a ser un paseo turístico forzado de la ciudad de La Paz lo que en momentos crea discrepancias difíciles de seguir para los habitantes de la ciudad que conocen la distancia que existe entre esta ubicaciones haciendo su desarrollo secuencial poco creíble.
Los actores se desenvuelven de una manera cada vez peor según avanza la película Thupa es un personaje inexpresivo y con algunas honrosas excepciones todos los demás personajes son planos y tienen diálogos que varían de manera inconsistente entre un acento paceño marcado con sus modismos y un acento neutro que desencaja completamente, en ocasiones llega a suceder en una sola línea. Como mencioné hay algunas actuaciones que pueden salvar momentos de la película, los personajes basados en la mitología andina son bastante curiosos y a pesar del pésimo desarrollo de la trama saben adherirse a ella y aportar algo hasta donde el mal guion se los permite.
La música es un aspecto que resalta durante la primera parte de la película las composiciones originales nos son muy llamativas pero al menos encajaban con la trama, ignorando cliché del a música hip hop paceña para acompañar al personaje principal, todo lo demás es aceptable pero de nuevo se hace cada vez más incoherente y hasta desesperante durante el desarrollo ya que falla en añadir algún tipo de tensión a los puntos que lo requerirían y más aún deja al supuesto clímax de la película desamparado en lo que no difiere mucho de un silencio incómodo.
El aspecto que más llamó mi atención desde el principio fue la adaptación al cine de la mitología andina, frecuentemente se incluyen referencias a la cosmovisión andina de manera visual, pero de nuevo resulta en escenas forzadas que no tienen razón de ser según el contexto lo único que logran es confundir al público y restar importancia a la historia dejando al concepto principal de la película como una simple excusa para contar una trama mediocre.
El ultimo de sus grandes problemas está en su enfoque, si ven el tráiler la película claramente se promociona como un filme de terror, pero en las descripciones solo encontrarán que se autodenomina como Comedia, Fantasía (la fantasía está justificada), no sería de sorprender que ese título fuera puesto a propósito al ver que la película provocaba más risas que miedo, como sea esto solo revela una terrible coordinación entre el equipo detrás de esta producción.
En resumen se trata de una producción que no ayuda al desarrollo de una industria boliviana cinematográfica, no refuerza una identidad en su concepto sino que la satiriza de manera mediocre presenta una historia sin justificación ni emoción, hace alarde de sus pocos efectos especiales prolongando innecesariamente las escenas que los tienen, la edición carece de ritmo en la mayoría de las escenas, hace cameos innecesarios y fugaces que han de haber consumido buena parte del presupuesto, fracasa estrepitosamente en cualquiera de los dos campos en los que quiere denominarse comedia o terror, ofreciendo chistes y sustos muy pobres por igual.