Ashes of Time Redux
Sinopsis de la película
En la antigua China, Ouyang Feng es un decaído armador de katanas conducido por la envidia hacia su amigo y adversario. Tiene miedo al amor después de que un equivocado romance le rompiera el corazón. Feng es un solitario a perpetuidad, pero el cazador de recompensas que trabaja para él como ciego espadachín y otro de sus mejores guerreros descubren el infatigable secreto de amor verdadero que guarda Feng mientras resguarda su actitud hacia sus guerreros y la valiosa lección que ellos le han enseñado…
En el año 2008 Wong Kar-Wai presentó en el Festival de cine de Cannes una versión redux . Para esta definitiva versión el director chino rodó nuevas escenas, replanteó la estructura de la historia, y añadió nuevos efectos especiales y una nueva banda sonora. Wong Kar Wai nunca estuvo de acuerdo con la versión estrenada hace 13 años, pero tuvo que ceder por el gran nivel de producción y el extenso tiempo de rodaje. Ahora que el realizador tiene un importante prestigio internacional, finalmente entrega la visión definitiva.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dung che sai duk (Ashes of Time) (Ashes of Time Redux) aka
- Año: 1994
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
6
44 valoraciones en total
Me ha sorprendido muy gratamente esta película de aventuras de Wong Kar-Wai. No es Ashes of time el típico film de acción tipo Tigre y Dragón o Hero , quien espere encontrarse con eso se decepcionará. Tal vez, el film es un tanto confuso, hay varios personajes semejantes y llega un momento en el que no sabes muy bien el porqué de muchos de los actos de los protagonistas. De todos ellos me quedo con el sicario ciego (Tony Leung).
Ashes of time es un film muy ambicioso con gran fotografía de Christopher Doyle y con una hermosa historia con una narrativa excepcional. Ashes of time es un film sobre el amor, la soledad, los recuerdos y la amistad.
El film tiene un comienzo algo frustrante, pero mejora y mucho conforme llega a su final. En ocasiones me daba la impresión de estar viendo un western del gran Sergio Leone, e incluso creía oír a Ennio Morricone. Los paisajes áridos, la fina arena sobrevolando los paladares, y la imagen se detiene, pero no hay balas, hay espadas.
Ashes of Time es una película de Wong Kar Wai cuyos personajes están inspirados en la novela The Legend of the Condor Heroes, aunque la historia tiene poco que ver con el argumento de la novela. Especialmente en Asia, es considerada como un clásico en su género por haber dado una dimensión a las películas de artes marciales que éstas no tenían. Además, desde el punto de vista de la fotografía y técnico representa un trabajo original y brillante que no desmerece el paso del tiempo. Pero, antes de verla y juzgarla, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
1 – Si no te interesa el cine de Wong Kar Wai, no pierdas el tiempo viéndola. Cada uno tiene sus preferencias. Esta película representa a la perfección su estilo.
2 – El tema central de la película es el amor, las artes marciales son una ambientación. Es más, tiene muchos puntos en común con 2046 como son la continua mirada hacia una relación pasada que fracasó, la búsqueda de esa relación pasada en el presente (en otra persona) o la superación de ese pasado. El personaje Ou Yang Feng no deja de recordarme al Chow de 2046 en su actitud hacia los demás y su forma de sentir el pasado.
3 – Si ves la película, presta atención. Puedo aceptar totalmente que la película es dificil de entender por su estructura poco lineal, las diferencias culturales (hace falta un cierto conocimiento de la cultura china para entenderla completamente), la sutileza con que se presentan muchas veces las emociones de los personajes o incluso el parecido físico entre los actores. Pero decir que no tiene argumento o que éste es incomprensible está fuera de lugar. La historia tiene un argumento muy claro que con tal de prestar atención se puede seguir. (No lo pongo en el spoiler porque lo podéis encontrar en la web).
4 – Los sentimientos y la personalidad de los personajes están reflejados con genialidad, otra cosa es que no le resulten interesantes a todo el mundo o que algunos no entiendan su lógica irracional.
5 – Hay que darse cuenta de que nosotros vemos (aún con los subtítulos) una versión traducida del CANTONÉS. En una película de un tono tan poético como esta, necesariamente el guión pierde mucho brillo y hay muchas frases que suenan raras o grandilocuentes en español. Tanto por el chino tener una estructura muy distinta como por las diferencias culturales (como en todas las referencias a la tradición, al calendario o la simbología) El guión es muy hermoso y expresa a la perfección los sentimientos de los personajes.
En general, para mí es una obra genial por los sentimientos que describe de los personajes y la forma de la que lo hace, pero reconozco que habrá mucha gente a la que no le guste.
Quizás como nota es exagerada, pero lo cierto es que una historia debe poder degustarse desde un primer visionado y los detalles de la misma, si son abundantes, esperar a una segunda y/o tercera oportunidad. Cenizas… fue una peli que, luego de varias peripecias, logró estrenarse allá por 1994. Actualmente, 2009, me topé en una sala de cine con esta misma película, refilmada y reeditada por el mismo director.
Será que en Oriente las personas se parecen todas entre sí, o que los nombres resultan harto difíciles de retener. Quizás todo se deba a una concepción diferente a la hora de narrar una historia…o todo junto y sin excepción: lo cierto es que Cenizas… es un ladrillo a la hora de transmitirte la información vital que la hace ser . Uno puede empalagarse, o no, trás esos colores saturados, esa visión distante, pseudo-poética de un narrador en off que debe aclarar lagunas, una banda sonora que compite con la de Kill Bill o Requiem por un sueño, esas melodías pegajosas y en aumento, con una evidente tendencia hacia la grandilocuencia. Muchos detalles técnicos, y con respecto a la trama…pues lean los apartados de FA que ahí aparece bien descrita: a la hora de la verdad algo no cuaja, algo no atrapa, no engancha, no emociona, no incentiva, no dispara. No.
Esta es la sexta película que veo del director Wong Kar-Wai. Creo que es uno de los creadores más personales y únicos que hay actualmente. No quiero decir con esto que sus películas sean siempre geniales, pero mantienen un equilibrio a menudo fascinante entre las historias que cuenta y la estética con que envuelve estas historias. Ver una película de Wong Kar-Wai siempre es una experiencia que además de a los sentimientos suele afectar a casi todos los sentidos. Desde las preciosas historias consecutivas de Chungking Express hasta las complejidades de 2046, el cine del director asiático siempre mantiene un exigente nivel de calidad.
Ahora se estrena una nueva versión de Ashes of Time, película que dirigió en 1994 y de la que no quedó muy satisfecho. No se exactamente cuales habrán sido los cambios que ha realizado con respecto a la primera versión de la película, pero la verdad es que el resultado de ahora no es bueno.
Antes hablaba de que el equilibrio entre la historia que cuenta y la forma en que la cuenta siempre ha sido impecable. Pero en esta ocasión no es así. No es que la estética se imponga al relato, sino que este es tan confuso que al final a uno no le queda más remedio que centrarse en los colorines y las músicas para que la escasa hora y media que dura la película se le haga eterna.
Ahora debería llegar el momento en el que trato de explicar cual es la historia que cuenta la película, siempre desde mi propia óptica. Pero en este caso me resulta imposible. Prevenido de la confusión que genera el argumento trato de poner los cinco sentidos en los personajes, sus nombres, la relación que les une. Pero no sirve de nada. Creo entender que hay una especie de mercenario que se dedica a matar gente a cambio de dinero. Un hombre, amigo suyo, que vive una historia de amor imposible con una princesa. Esta princesa tiene un hermano que quiere matar al enamorado de su hermana, para lo que recurre al mercenario, a su vez amigo de la futura víctima. Pero en realidad creo entender que la princesa y su hermano son en realidad una única persona. Y a partir de aquí ya me despisto completamente. Hay una voz en off , que en realidad pueden ser varias, explicando de forma muy poética la historia. Pero a mi no me sirve de nada. Y después de cincuenta largos minutos de proyección decido desconectar absolutamente de la película.
A partir de se momento disfruto con imágenes llenas de colorido, donde las peleas a espada están filmadas de forma espectacular, siempre intentando buscar el lado más poético de la violencia. Y en algún momento consigue dar el pego, y podemos llegar a creer que lo que estamos viendo nos gusta. Pero no, es sencillamente un espejismo. Cuando las luces del cine se encienden no tenemos casi nada con lo que quedarnos. Y es una pena viniendo de alguien que en otras ocasiones nos ha hecho disfrutar.
Vale, de acuerdo, no se entiende ni papa (al parecer un crítico neoyorquino escribió de ella que era un poco más sencillo alcanzar la sabiduría que entender la película). Pero lo que nadie negará es que es hija digna del autor de 2046 (hija o madre, según consideremos la versión 1994, que nadie ha visto, o la 2008). A favor: visualmente arrebatadora, musicalmente suntuosa, repleta de mujeres de ensueño sobre las que sobresale la divina Maggie Cheung, de quien recomiendo la búsqueda por la gran filmoteca global de una joya del 92 llamada Ruan Lingyu. A disculpar: no todas las películas tienen que entenderse obligatoriamente. O como diría otro genio muy poco parecido al hongkonés: ¡nadie es perfecto!
(24horas más tarde)
Cambio de puntuacion, subo de ocho a diez.
He vuelto a verla otra vez y ya se entiende prácticamente todo. Es un ensayo general para 2046 (que me parece soberbia) cambiando solo el decorado. La única función de las batallas debió ser engañar a los productores, lo que no debió conseguir del todo porque tuvo que volver a hacerla (algunas veces la crítica occidental sirve para algo, quién lo iba a decir). Wong a lo suyo, que si el amor, que si el recuerdo, que si la pérdida. Para algunos, un rollo. El reparto, de sueño. Maggie Cheung, in-con-men-su-ra-ble. Los cinco minutos finales mirando a alguna parte cerca de la cámara… estoy tratando de recordar algo mejor y no lo consigo. Seguro que desde entonces, cuando rueda con WKW y le pregunta ¿Qué hago?, el director le contesta Lo que te de la gana .
Nota final: creo que si la veo mañana de nuevo ya me parecerá mejor que 2046…
¿Continuará?