Asediada

5 comentarios en «Asediada»

1. Sin apenas palabras, en noventa minutas y con un estilo fresco que ya quisiera cualquier joven director, Bertolucci crea una pequeña gran película, con una mujer, un hombre y una casa.
   
   Una pieza de cámara con mas profundidad que muchas sinfonías, un diálogo entre personas, culturas, sentimientos, situaciones, … en resumen otra película sobre esa cosa llamada amor, pero contada de tal manera que la hace única.
   
   Extraordinaria la utilización de la música, como elemento interpretativo en el film, y todo un gusto ver a la guapísima Thandie Newton, gran actriz, aunque creo que poco aprovechada.

2. La mujer que, por lo vivido, parece estar de vuelta de todo, encuentra un enamorado que la causa terror: por los matices en el acercamiento, por las miradas diferentes….. porque, ella, ha dejado de creer en la bondad.
   
   Bernardo Bertolucci teje, sobre una historia de James Lasdun, una consistente gasa que empapará posteriormente en fragantes y balsámicos óleos para colocar amorosamente sobre el desnudo y febril cuerpo de una mujer y sobre su alma lacerada.
   
   La aventura no sólo se haya en parajes exóticos y en situaciones cuasi terminales, en la vida de cualquiera, y en su cabeza, hay un mundo tan profundo que puede hacer pequeña cualquier revolución, pero hay que saber contarlo y el gran realizador italiano lo consigue en esta pequeña y delicada historia de amor.

3. En esta película Thandie Newton hace de una africana sordomuda que viaja al centro de una decadente ciudad europea, siendo por las mañanas estudiante de neurocirugía, y chacha de un pervertido por las tardes. A los 14 minutos de película recupera el oído y el habla. Resulta que no era sordomuda, si no que se trataba de una Bertolucciada para aburrir al público el primer cuarto de hora.
   
   Luego la pelí va avanzando con Thandie a ratos estudiando, a ratos limpiando el polvo, y de vez en cuando sale un africano viejo que no tengo claro si está cantando, o es que le han pisado un callo del pie. Otros ratos simplemente sufre el acoso del casero, aunque la verdad, no me parece más baboso que la mayoría de los italianos que he conocido, sobre todo tratándose de una chica joven y atractiva.
   
   Uno quiere solidarizarse con Thandie, conocer su drama personal, sentir su angustia vital, pero la chica es tan poco comunicativa, que no se presta a ello.
   
   Este drama romántico sólo lo aconsejo a las yonkis del género, para las que lloran como una Magdalena y que creen que un día su príncipe azul vendrá en un corcel blanco galopando por la playa para llevarlas consigo.

4. No vi el asedio por ninguna parte. Lo mejor del film, sin dudas, es Shandurai, la mujer negra protagonista del film, interpretada por Thandie Newton: ella le pone a la historia: exotismo, belleza, la flor que hay que ir oliendo despacio y deshojando al paso hasta que sólo quiera ser regada por el agua de quien la adora. La relación entre Shandurai y el pianista (David Thewlis) es bastante lógica, al principio cuando él le regala un anillo de compromiso proponiéndole que sea su esposa, además de un yo te amo… estoy enamorado de ti , la africana lo rechaza con el argumento cierto de que está casada y su marido está preso en una cárcel de África. Pero luego conforme va transcurriendo la historia, la convivencia bajo el mismo techo, la música, el nivel cultural, económico y el status-seguridad del artista, van seduciendo a la mujer, máxime porque además se trata de un hombre que posee mucha delicadeza, sensibilidad y solidaridad: la está ayudando a escondidas en sus problemas familiares.
   
   La película es más que aceptable, no entiendo esa crítica demoledora de Carlos Boyero en el periódico El Mundo del s. XXI contra Bernardo Bertolucci y este film, quizás no sea una película de 10 pero sí de sobresaliente o notable, está dentro de las coordenadas amorosas y atractivas que este director acostumbra a dar a sus obras cinematográficas. A mi me ha encantado, no la primera vez que la visioné, sino la segunda y la tercera aún más. La escena donde Shandurai se masturba electriza las hormonas de cualquier hombre que la observe, es magnífica al centrarse en su rostro, sus labios y su dedos. Así mismo, las tomas africanistas del inicio con esas canciones tradicionales cantadas por un nativo negro con un sencillo y artesanal instrumento de cuerdas, son emblemáticas del trasfondo del argumento y empatizan muy bien con el oído y la vista.
   
   Fej Delvahe

5. Fallida cinta que camina entre la vanguardia y el romanticismo. El montaje marea en ocasiones, la sobreactuación de ambos protagonistas es vomitiva (por ridícula) y las elipsis omiten lo más interesante de una historia que se centra en los actos más vacuos.
   
   Sólo se salva la parte que va desde que la chica recibe la carta hasta el final, tramo que ofrece la escena del concierto , acompañada de una música perfecta, y un final triste. Esto, más algunas transiciones líricas, no es suficiente.
   
   Una nueva decepción más que añadir a la larga lista de decepciones que me he llevado con este director, un niño mimado al que la crítica ríe demasiadas tonterías.
   
   Por cierto, la vi en versión original.