Asako I & II
Sinopsis de la película
Asako es una joven de 21 años que vive en Osaka. Se enamora de Baku, que es un espíritu libre, pero éste desaparece de repente. Dos años más tarde, Asako vive en Tokio y conoce a Ryohei, que se parece extraordinariamente a Baku, aunque tiene una personalidad totalmente diferente. Asako acaba enamorándose de Ryohei.
Detalles de la película
- Titulo Original: Netemo sametemo
- Año: 2018
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
Película
6.4
81 valoraciones en total
A las 16:00 iniciamos la sección de perlas en la sala 3 de los Cines Príncipe con la película japonesa Asako I & II, que compitió en la Sección Oficial del último Cannes. La joven Asako, ciudadana de Osaka, se enamora perdidamente del apuesto y rebelde Baku nada más conocerle. Este desaparecerá, y años después ella se irá a trabajar a Tokio. Allí se volverá a enamorar, en lo que de primeras cree que es un inesperado reencuentro. Un pausado romance, sensible e introspectivo, estilizado y narrado de una manera muy atractiva. Filme tan desconcertante como su absurda trama, marcado por su tono, haciendo que parezca una suerte de anime en imagen real. Entrañables son las estampas que nos presenta, con minino roba planos, y simpática resulta su enigmática e incluso frustrante protagonista. Pero sólo se limita a agradar, pues es mucha película para no ir de prácticamente nada. Pasan pocas cosas, y el suceso en en núcleo de la disertación apenas es una anécdota absurda y curiosa. En suma, un romance de personalidades difundidos planteado desde la sencillez y concreción emocional y filmada sin florituras pero con sensibilidad y gusto, siendo la manera de hacer fluir el relato lo que hace llamativo el filme, que quedaría en la nada de haber sido dirigido por otro realizador. Buena película, pero levemente decepcionante, con más apariencia que sustancia.
Tenía muchas ganas de tener mi primera toma de contacto con Ryûsuke Hamaguchi tras lo que había leído sobre su obra y, antes de aventurarme con las cuatros horas de Happy Hour, he preferido el camino corto, lo cual ha resultado en un completo acierto.
Asako I & II es un magnífico ejercicio de estilo con una gran esencia propia que plantea una reflexiva, original, sutil y estimulante trama sobre el primer amor, sus consecuencias y la realidad del amor más allá del enamoramiento inicial y las sobredosis de dopamima que lo acompaña. Un estudio de las principales diferencias entre el amor idealizado y el amor real, entre la pasión desatada y el amor rutinario que queda una vez superada la fase inicial de cualquier relación. Todo ello a través de Asako y las peculiares circunstancias que se dan en esta obra. Sentir que estás viendo algo con estilo propio que no evoca a corrientes comunes o a ser un versión de obras anteriores suma muchos puntos.
¿Es ingenua o es inteligente en su construcción? ¿Es estúpida en sus situaciones o sólo lo parece por su similitud a la realidad? Sea como fuere es lo de menos porque Hamaguchi y su elenco te llevan de la mano por esta montaña rusa de emociones de apariencia tranquila, pero con corrientes intensamente vivas en su interior, como buen cine japonés que es. Muy buena toma de contacto y muy buena película. Quiero más.
Asako formó parte de la selección oficial del último Festival de Cannes, anunciada en abril. Aunque la película se fue sin ninguna mención en el palmarés, su llegada a La Croissette fue muy celebrada por suponer el desembarco en Europa de un director desconocido. Carne fresca en un festival en el que se repetían demasiado algunos nombres, año tras año. A las pocas semanas del anuncio, además, salía en salas la anterior película del cineasta: la magnífica Happy hour. Tras tres años sin distribuirse en occidente por sus cinco horas de duración, se presentaba en forma de cinco capítulos y convirtió inmediatamente a Hamaguchi a un director a seguir.
Esta nueva película se aleja de Happy hour en su estilo, en el público al que va dirigida y en sus objetivos. Y por increíble que parezca, eso no es nada malo. Asako abandona la austeridad para presentarnos un apartado técnico mucho más esplendoroso, se centra en el final de la adolescencia y el principio de la madurez y además se trata de una película mucho más accesible para el público joven. Asako podría perfectamente considerarse un film comercial al que Hamaguchi adapta sus propios códigos sin renunciar a su estilo en ningún momento.
La protagonista, una joven adolescente de Osaka que se enamora a primera vista de un chico rebelde con el que se cruza en la calle. Juntos comienzan una relación y de la noche a la mañana, su novio desaparece. Años después, Asako, ya adulta, trabaja en Tokio y allí conoce a un hombre idéntico a su amor adolescente. También se enamora de él aunque siempre tendrá presente la duda si su nuevo novio es en realidad aquel primer amor que la abandonó.
El planteamiento de Hamaguchi no puede ser más interesante: el eterno referente de Vertigo procesado a través de un filtro de melodrama adolescente. El misterio de averiguar si los dos hombres son la misma persona se va diluyendo poco a poco hasta que es otro dilema, más importante si cabe, el que gana interés: ¿Es Asako la misma mujer que se enamoró de aquel adolescente? No en vano la película marca dos momentos bien diferenciados en la vida: el primer amor platónico, loco e idealizado y el amor de madurez, racional y comprometido. Qué hacer cuando toda tu vida parece asentada y de repente tu primer amor llama a la puerta para poner todo patas arriba.
El director japonés Ryûsuke Hamaguchi llegó a la competencia oficial del Festival de Cannes en 2018 con una especie de comedia romántica atípica, basada en la novela de Tomoka Shibasaki, que deja en claro el potencial de su director.
Asako (Erika Karata) es una jovencita estudiante que vive en Osaka, por casualidad conoce a un enigmático chico de nombre Baku (Masahiro Higashide), un joven de espíritu libre con quien inicia un romance a pesar de las advertencias de sus allegados. Un día Baku desaparece y Asako trata de sobrellevarlo.
Al paso de unos años, ya en Tokio, Asako conoce a Ryohei, un chico físicamente idéntico a Baku aunque con una personalidad opuesta (el mismo Higashide) con el que inicia una relación que parece muy estable, hasta que Baku reaparece en su vida.
La película de Hamaguchi se vuelve una experiencia agradable de seguir, en parte por el tono ligero que nunca abandona el relato a pesar de las diferentes situaciones por las que atraviesa la protagonista.
La película no va mucho más allá de lo que narra en primera instancia, es una película romántica con sus idas y vueltas y nada más, y es que a pesar de lo interesante de los conflictos que atraviesan la trama, Hamaguchi decide no ahondar ni complejizar demasiado el relato.
El retrato de una mujer perdida en la indefinición de lo que quiere se queda muy en la superficie, aunque siempre su director consigue que el relato se torne fluido, simpático, misterioso y atractivo a pesar de su liviandad.
https://tantocine.com/asako-i-ii-sonar-o-despertar-de-ryusuke-hamaguchi/