Antártida
Sinopsis de la película
María, adicta a la heroína y frustrada cantante de rock, ha perdido a su novio por sobredosis. No hay nada que le devuelva la esperanza, hasta que un día conoce a Rafa, un chico más joven y con las ideas mucho más claras que ella. Rafa convence a María para que robe un poco de heroína, pero lo que parecía unos gramos son nada menos que nueve kilos. Velasco, un tipo sin escrúpulos que cuenta con el respaldo de la policía, es el que ha perdido la droga. Rafa y María emprenden una huida sin retorno, un viaje hacia un lugar donde la vida les dará su última oportunidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Antártida
- Año: 1995
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
5.5
56 valoraciones en total
El debut de Manuel Huerga en la dirección supuso un comienzo interesante cuando menos que fue una pena no tuviera una continuidad mayor como realizador, pues no pudimos ver su siguiente film hasta 11 años después con Salvador . Si bien la película comete bastantes errores y peca de un exceso de pretensiones, demasiado estilizada y a veces distante y demasiado benevolente con sus personajes (el director toma descarado partido por sus antihéroes y también lo hace por su ausencia de moral en un mundo en el que hay que mojarse un poco más y hay que andarse con cuidado en lo que se idealiza). Le sobran, al menos tal y como están planteados, algunos personajes: surrealista el personaje de Walter Vidarte y cercano a la risa el sicario encarnado por el gran Angel de Andrés López. Y sobre todos el arquetípico rol de ganster psicótico aún más demencial gracias a la infame interpretación de un histriónico José Manuel Lorezo.
Sin embargo, es de agradecer el cultivo de un género sin tradición en la cultura española. Por que Antártida es una Road Movie con todas las de la ley, con el tradicional viaje interno y externo de personajes perdidos por caminos y actitudes, con su meta utópica, su destino improbable que por fin se demuestra únicamente personal.
La película tiene momentos divertidos y momentos tiernos (muy divertido el personaje del relaciones públicas de discoteca, muerto al dormirse en el coche que los protagonistas empujan por la carretera). Y cuenta fundamentalmente con la versátil Ariadna Gil y un chaval con presencia como Carlos Fuentes que ha merecido una carrera más estable.
Si las películas se miden por las sensaciones que nos dejan después de verla, ésta es una película digna que hace pasar algunos buenos ratos.
Ya cuando era pequeñito abría las bolsas de pipas y me las comía con cáscara y todo, a puñados, con ansiedad porque pensaba que se me iban a acabar…
Qué triste es ser un adicto, llevar dentro ese gen loco que te hace ser un yonki ya de pequeñito y estar condenado en vida. El cine español ha retratado de muchas maneras la vida de los adictos a las drogas, que llegan por diferentes motivos pero no saben salir de ahí. Los caminos se cruzan en las vidas de dos actores excepcionales (al menos aquí) para iniciar una especial road movie durante la cual tendremos tiempo de conocer sus historias. En boca de Fuentes explica que un amigo era ya yonki desde que comía pipas siendo un crío, y tras su verborrea incesante vamos conociéndolo mejor. Lo de ella es distinto, pero al fin y al cabo es la misma tragedia.
Tras ellos, una sucosa lista de personajes raros, mafiosos, policías corruptos y mucha mala leche. En mi opinión se trata de una muestra de cine español por encima de la media acostumbrada, con una historia no muy original pero con muchos aciertos puntuales. Los dos actores clavan sus personajes y los que les siguen también están a la altura. Para que un tipo de película así sea completa de verdad ha de haber acción, sangre, muertes y mala leche. Los contrapuntos entre esa violencia y las historias personales de los protagonistas me han parecido muy adecuados. Hay un equilibrio que no es fácil conseguir.
Antártica trata sobre los traficantes de drogas, se destaca en la misma el fuerte contenido visual, al grado que ganó el Premio Goya como mejor fotografía. Además de las nominaciones para mejor actor revelación (Carlos Fuentes), mejor actriz principal (Ariadna Gil) y mejor director novel (Manuel Huerga).
Maria (Ariadna Gil), una frustrada cantante de rock, es una chica desesperada, sin ninguna ilusión, incapaz de superar su adicción a las drogas, sólo con ganas de acabar de una vez por todas con su existencia. Su última hazaña ha sido robar una gran cantidad de coca (nueve kilos) y huir junto a un inmaduro e inexperto muchacho, Rafa (Carlos Fuentes).
Serán objeto de una cruel persecución por parte de los narcotraficantes dueños de la droga y policías corruptos que quieren recuperar su mercancía. María y Rafa emprenden un camino de huida y un viaje interior que les lleva a aceptarse a sí mismos. Un viaje hacia un lugar idílico donde es posible el amor, la amistad y sobre todo, la vida.
El título y la historia de la película nacen de la búsqueda de un refugio seguro, para María y Rafa, el cual debería ser un lugar desconocido y con la frialdad de la heroína a la que es adicta la protagonista.
Inspirada por una canción de John Cale (quién se autointerpreta en la película) supone la ópera prima de Huerga, un film arriesgado, ecléctico y desigual, pero de indiscutible interés. Genéricamente combina road-movie con thriller para acabar todo en un drama poético e intimista centrado en dos heroinómanos (Gil/Fuentes) que tras robar nueve kilos de droga huyen de los narcotraficantes. Influenciada por la literatura beat y el cine de Lynch, Huerga en su intento de demostrar una personalidad creativa acaba por crear una película indefinida estilística y narrativamente, lo cual acaba perjudicando su resultado final.
El resto es más que aceptable y válido, especialmente en lo referente a los dos jóvenes heroinómanos: entregados en su sus papeles, Gil (siempre espléndida) y el debutante Fuentes (buen y estimulante brío en su trabajo) componen dos personajes queribles, desesperanzados, perdedores, marginados, con los que el espectador puede identificarse y seguir la historia con interés (spoiler). Brilla en el papel secundario Juana Ginzo. Huerga no continuó casi su carrera para alinearse con los Barroso, Medem o Aménabar.
Película de antihéroes, de perdedores en una suerte de road movie de huída, en el que la química entre una Ariadna un poco sobreactuada y un parlanchín Carlos Fuentes que roza el caer pesado en alguna escena y que, poco a poco, tras un par de películas meritorias, empezó a diluirse hasta desaparecer casi por completo denla escena cinematográfica nacional. Lo peor lo poco creíbles hermanos Lorenzo en el papel de policías malotes