Ana y los otros
Sinopsis de la película
Ana (Camila Toker), 20 años. Vive en Buenos Aires, una ciudad devastada por la crisis económica argentina. Buscando una nueva oportunidad, Ana decide regresar a su ciudad natal de Paraná después de varios años de ausencia. La joven está en busca de su pasado, pero ya poco queda de él allí, sólo algunos amigos y un puñado de imágenes tenues que Ana intenta reordenar. Una extraña sensación de pertenencia y desarraigo la acompaña. Ana compra el diario local y encuentra una foto que sacó un novio de su adolescencia, Mariano. Esta foto le despierta el deseo de encontrarlo. Se reencuentra con amigos y ex compañeros de la escuela secundaria y a todos les pregunta por Mariano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ana y los otros
- Año: 2003
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
5.4
31 valoraciones en total
La película narra una anécdota mínima: la vuelta de una joven a su ciudad natal. Ana viaja de Buenos Aires a Paraná, con apenas un bolso. Está simplemente de paso para vender la casa familiar, pero hay algo más, una necesidad de búsqueda existencial y asombro inagotable. El primer reencuentro con el paisaje la muestra queriendo disfrutar de una pequeña ceremonia privada en lugares del pasado. Allí aparece el río acompañado de sensaciones luminosas y de los sonidos del verano, con una cámara que se prodiga en paneos y planos cortos que integran al personaje con el entorno. Inicialmente hay muy pocas palabras y muchas miradas.
Sin abandonar nunca el punto de vista de la heroína e hilvanando escenas, que bien podrían tener un orden arbitrario, el relato pone al espectador a observar a Ana que pregunta y, sobre todo, escucha las historias que le cuentan otros antiguos conocidos, quienes entablan diálogos con ella sobre el amor, las relaciones de pareja, la búsqueda de la persona ideal.
Aunque Ana no emita demasiados comentarios, lo anodino de esos relatos que van exponiendo las vidas de los ex amigos del secundario, un poco aburridas y más bien resignadas a un presente sin búsquedas relevantes, va desplazando progresivamente su interés hacia el mundo de los niños, como si allí residiera una autenticidad ya inalcanzable para los adultos.
Se trata de una historia que está hecha de una suma de escenas como precisas viñetas que tienen entidad en sí mismas, como fuera del tiempo. Precisamente ése es el territorio donde ancla el film: entre el misterio del pasado y el extrañamiento del presente, de un ahora traspasado por la leve nostalgia de un mundo que ya se ha modificado.
El espectador acompañará esas pequeñas ceremonias de Ana y su pasado: una fiesta de reencuentro donde suenan las canciones de Virus, las charlas íntimas con su mejor amiga ya casada que le aconseja no perder el tiempo, un joven que le confiesa con demasiado atraso su pasión de adolescencia y la posibilidad incierta de reencontrar a un viejo amor, que ya no vive en Paraná sino en Victoria.
Ana y los otros no juzga a sus personajes, simplemente los retrata como Ana los ve. Tampoco es una historia de amor en el sentido tradicional ni una película de género. El deambular de Ana, sus dubitaciones, sus encuentros casuales y buscados, la acercan a los personajes del francés Eric Rohmer, en tanto, los trayectos en auto, los tiempos muertos y finales abiertos, al cine de Kiarostami.
Camila Toker es la actriz que le pone el rostro ideal al personaje, invitando a encontrar qué hay detrás. El film posee una sensibilidad nada habitual, construyendo con naturalidad y credibilidad momentos de enorme pureza cinematográfica, desde una mirada por momentos lacónica, no exenta de ironía y siempre nostálgica. Altamente recomendable para quienes puedan disfrutar de la simple belleza de una historia tan lejana al discurso de los teleteatros.
Ana viaja a Parana a vender una casa que heredó, mientras realiza la venta se queda en la casa de una amiga, y con ella hablan de Diego un ex, que se fue a vivir a una localidad vecina llamada Victoria, lo que se cuenta a partir de ahí es el intento de Ana de dar con Diego, y su mínima aventura una tarde de verano por Victoria.
La historia es simple, una pequeña anécdota, quizás para destacar sea el hecho de que algo tan nimio logra hacer llevadero y hasta relativamente entretenido, peor no hay mucho más, la película tiene un cierto realismo un poco soso en algunos momentos, en otro logrado y con un aura benevolente hacia la gente de provincia, sin caer tampoco en el pintoresquismo ni nada por el estilo.
Destacar la interpretación de Camila Toker, que interpreta con convicción a esta muchacha de la que no sabemos mucho, en si casi nada, no sabemos a qué se dedica en Buenos Aires, ni si le quedan parientes vivos, ni nada, solo que está soltera y que quiere reencontrarse con Diego.
Quizás le faltó mayor profundidad o tal vez mayor liviandad, la película en si es una especie de comedia algo insulsa, a la que le falta pulirse, tal vez una revisión del guión y trazar un poco más los detalles, los diálogos, darle más profundidad a los personajes, y en cuando a la dirección, mejorar las interpretaciones de algunos secundarios, como la amiga de Ana, que deja bastante que desear.