American Crime (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2015-2017). 3 temporadas. 29 episodios. En Modesto, California, el joven Matt Skokie es asesinado durante un asalto a su casa, y su esposa Gwen queda en coma. En seguida cuatro sospechosos son detenidos, todos con alguna implicación en los hechos. Son el adolescente Tony Gutiérrez, el mexicano ilegal Hector Tontz y la pareja interracial formada por Carter Nix y Aubry Taylor. A partir de ese momento, las vidas de los jóvenes arrestados y las de sus familias, en los meses posteriores y durante el proceso judicial lleno de connotaciones raciales, cambiarán para siempre… Serie de TV de temporadas autoconclusivas creada por John Ridley, ganador de un Oscar por el guión de 12 años de esclavitud . En la segunda temporada repiten varios actores interpretando a otros personajes.
Detalles de la película
- Titulo Original: American Crime (TV Series)
- Año: 2015
- Duración: 43
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Opinión de la crítica
6.9
97 valoraciones en total
American Crime’ es la serie que nos prometieron, eso es algo que no podremos echarle en cara jamás a ABC. Nos muestra en los solo dos episodios que hemos podido ver hasta ahora, la crudeza y vileza de la raza humana sin movernos de nuestro sillón.
En un principio, tras ver el tráiler creíamos que se centraría únicamente en el crimen que hace de eje y soporte de la trama: el asesinato y ataque sobre un joven matrimonio caucásico a manos de latinos, pero nada más lejos de la realidad, ‘American Crime’ esconde y proyecta mucho más. Los personajes son muy ricos en matices, y juega además, con el factor numérico, pues se necesitan muchos para poder dar vida a esta compleja trama, y cada personaje tiene su propia historia, y una marcada tendencia moral y cívica.
Ya desde primer momento vemos a familias enfrentadas, intentando sobrevivir en un mundo complejo, al que se les añade verse envueltos en un violento crimen. Nos encontraremos con familias acomodadas, una familia monoparental latina y una pareja de jóvenes con problemas de abuso de sustancias, todos ellos darán vida a cada semana a una situación que se repite en Estados Unidos más de lo que nadie querría. Esta situación permite a actores como Timothy Hutton (‘Leverage’) ponerse en el papel de un ex-adicto al juego que tiene que lidiar con su ex, Barb, (Felicity Huffman) en el momento más difícil de sus vidas, la muerte de su hijo, y todo el proceso judicial y policíaco que ello conlleva. Barb es quizá el personaje mas complejo y completo que veremos en la serie. Se trata de una mujer que tuvo que criar sola a sus hijos, sin dinero y sin apoyo emocional, y que ahora se encuentra con una situación insostenible, perder a un hijo a manos de un criminal cualquiera. En ella afloran todos los prejuicios y el racismo posible, tratará por todos los medios que el caso de su hijo no pase inadvertido, muy a pesar de los padres de la joven esposa que es brutalmente atacada, y que solo quieren rezar por la curación de su hija, dejando atrás el tema lo más rápidamente posible.
Ese es un lado de la moneda, pero ‘American Crime’ no se detiene ahí, alguien debe pagar por las acciones cometidas, y al sistema judicial estadounidense no le importa quien caiga, siempre y cuando haya un responsable. Esta es quizá la parte que mas controversia levanta en América, pues es un tema delicado, y la realidad es la misma que se muestra en la serie, que tu color de piel y de donde vengas aún importa mucho. Entre los implicados en el crimen encontramos a un joven latino que sin darse cuenta sé ve inmerso en un lío del que no saldrá indemne y por el cual su familia sufrirá enormemente, junto a el un joven afroamericano y su novia, ambos drogadictos nos enseñarán los límites hasta los que se puede llegar por conseguir una dosis más, aunque justo cuando queremos dejar de verlos, guionistas y director se las componen para meter un momento de paz absoluta a su alrededor, que aunque queda en una mera ensoñación, nos permite soportar la crudeza que les rodea y con ellos es con quien empieza lo más interesante de este lado de la trama.
La fotografía y la agilidad de las escenas hacen que sea atractiva y muy agradable de ver, el rápido cambio de escenarios la hace dinámica, lo cual ayuda mucho a comprender las diferentes partes implicadas sin aburrirnos, no se queda solo en escenas de prisión y juzgados, vemos a los protagonistas en sus entornos mas cercanos, dónde se sienten cómodos así como los vemos estresados en esos lugares en los que se ven forzados a estar por las circunstancias.
En principio la serie promete, hay personajes más que de sobra para que no se haga aburrida en ningún momento, y cuenta con un trasfondo social, político y humano impresionantes. ‘American Crime’ es una serie que puede decir muchas cosas, cosas importantes y de calado, que implicarán emocionalmente al espectador. Esperemos que acaben consiguiéndolo y no se pierdan en nimiedades y diálogos insulsos.
Crítica para MagaZinema
http://www.magazinema.es/american-crime-abc-primeras-impresiones/
Escribo esto minutos después de terminar de ver la primera temporada de esta joya llamada American Crime. Y no puedo escribir una crítica coherente, porque lo único que me ha dejado son sensaciones.
Impotencia.
Rabia.
Tristeza.
Empatía.
Alegría.
Esperanza.
Hay personajes de esta serie que me acompañarán toda la vida, como un buen amigo al que un día perdiste la pista o a quien tuviste que ver marchar sin poder hacer nada para impedirlo.
Sé que esta no es una crítica al uso. American Crime no es una serie al uso.
Envidio a todo el que aún no la ha visto porque va a disfrutar de una de las mejores series que ha parido la televisión en los últimos 20 años.
Prepárense a disfrutar, prepárense a sufrir.
American Crime es de esas series que parece deslumbrar a toda la crítica profesional de forma unánime y a gran parte del público.
Todo parecen ser elogios para esta serie. Sinceramente, y si os digo la verdad, a mi me aburrió bastante. Simple y llanamente. ¿No se podría haber contado con un poco más de ritmo?
Vayamos por partes. El capítulo piloto: una noche cualquiera suena el teléfono en casa del señor Skokie. Es la policía avisándole de que su hijo Matt, que vive en otro estado, ha sido asesinado mientras asaltaban su casa y dejaban en coma a su mujer. Así que Skokie se muda a Modesto (la ciudad de California en la que vivía su hijo).
Matt Skokie es exmilitar, estuvo en Afganistán, su hermano también es militar, y su mujer Gwen, blanca como el, de familia media, ha sido brutalmente violada y la han dejado en coma. Enseguida empiezan las detenciones: cuatro sospechosos que de alguna u otra manera están relacionados directa o indirectamente con el crimen: un mexicano ilegal, un chico también de familia mexicana, pero esta vez legal, un negro y su novia blanca, ambos drogadictos. Así que parece que las cosas están claras… Esto es una serie que va a ir sobre racismo y prejuicios en el sistema judicial americano.
Bueno,… no tanto. Ya en el primer capítulo vemos que Matt Skokie no era precisamente un héroe de guerra, ni su mujer una tierna damisela en apuros. Conocemos a las familias de ambos, a los padres, buena gente, de ella, y a la madre de él, de la que Skokie está divorciado. La verdad es que pese a haber sido un ludópata, haber abandonado a su familia y haber sido detenido, Skokie es el personaje más decente de la serie.
Los sospechosos son el arquetipo perfecto de quien va la cárcel en estados unidos:
Carter Nix es negro, trapichea con drogas, y si hace falta roba para conseguirlas. Es el sospechoso perfecto de asesinato. Además, su pareja es una chica blanca, también drogadicta y que si hace falta alguna vez se ha prostituido para conseguir dinero para su dosis. El ejemplo perfecto de white trash: una chicha blanca de una familia decente que se ha estropeado al formar una pareja interracial.
Hector, el mejicano, es ilegal en el país, tiene una novia y una hija en México, y allí se le busca por haber estado metido en cárteles de la droga. Vamos, otro retrato robot del delincuente según Donald Trump.
Y en cuando al chico adolescente, Tony Gutierrez, parece ser una cabeza de turco perfecta que estaba donde no debía en el momento en que no debía y frecuentando las compañías que no debía. Su familia esta establecida legalmente en el país, su padre tiene un taller, y cada día lucha contra el estereotipo de mejicano igual pandillero, (o ilegal, o delincuente) y trata de dar ejemplo y de inculcárselo a sus dos hijos adolescentes cada día.
Pero parece que lo que cuenta la serie es que al sistema judicial no le importa tanto la verdad como el hecho de que haya un culpable oficial. Así que todos van a la carcel y la maquinaria se pone en marcha.
Vemos como Tony, menor de edad, acaba brevemente en un reformatorio, del que saldrá precisamente convertido en lo que su padre trata de evitar. Héctor es presionado por el sistema para que colabore (básicamente para que delate) con una deportación a México (estar en una cárcel de Estados Unidos siendo hispano no debe ser agradable, pero estar en una cárcel Mexicana debe ser jodido). Y Carter y su novia son separados, pero no solo por el sistema: también por sus familiares.
Curiosamente a nadie parece gustarle que estos dos formen una pareja interracial: ni a la familia blanca de ella, ni a la hermana de él: musulmana devota y practicante. Vamos otra fuente de prejuicios asegurada.
Mientras la policía hace su trabajo vamos viendo como se van haciendo los juicios paralelos: para los padres de las víctimas estos son culpables de antemano, sin cuestionárselo, sin juicio, sin necesidad de ver pruebas, sin importar realmente si los cuatro lo son o no. Es deprimente ver como actúa la madre de la víctima, como ella y el otro hermano no pueden ni ver al padre,… y comprobar por qué no te extraña que el padre (el señor Skokie) tampoco.
También es deprimente ver los tejemanejes del fiscal intentando montar un caso aún a costa de empujar a un chico adolescente precisamente a lo que se supone que tratan de evitar que sea. O ver como la hermana de Carter tiene que montar toda una protesta y una campaña pública denunciando los prejuicios raciales contra su hermano, apoyándose precisamente en su congregación: en sus hermanos musulmanes.
En fin, realmente American Crime es eso: una historia deprimente, contada de manera muy, muy, muy lenta. Tiene sólo 11 episodios, pero realmente se me hicieron interminables. ¡Que poco dosificado está el guión! Y eso que el primer episodio me pareció bueno (deprimente pero bueno) y con un final que prometía… Pero no. Aunque trata un tema muy serio, con posibilidades, y aunque los actores la verdad es que están francamente bien, todo está narrado con un ritmo tan lento, con un tono tan asténico, que –al menos para mi gusto- se carga todo lo que tenía de prometedor.
Es de agradecer que al menos la historia sea cerrada y no intente alargarla temporada tras temporada como hicieron con la inefable Rectify. Sin embargo la serie si que tiene segunda temporada, pues se ha sumado a la reciente moda del formato antología: cada temporada una historia completamente diferente, pero repitiendo actores (algunos, no todos) y con el mismo tono. Esta última parte es el problema… visto lo visto con la primera.
Más en:http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2016/10/american-crime-serio-no-tiene-por-que.html
Desembarca en nuestro país, casi a la par que en Estados Unidos, la nueva serie de ABC. Con el Oscar al mejor guión adaptado del pasado año bajo el brazo por su trabajo en 12 Años de Esclavitud, John Ridley se embarca en la creación de American Crime. Una nueva propuesta televisiva, dividida en 11 episodios que se suma al catálogo de productos de calidad de Movistar Series.
La premisa inicial de American Crime puede recordar demasiado a Crash, la oscarizada película de Paul Haggis, ya que pretende ofrecer un sobrio y crudo retrato de la sociedad norteamericana a través de un acontecimiento que servirá de detonante para que colisionen entre sí los distintos estractos sociales, raciales y económicos que conforman dicha sociedad en la localidad de Modesto, California. Aunque no sea del todo original y rompedora, a esta premisa se une el interés añadido de la trama policial, que irá desentrañando poco a poco los motivos y circunstancias del brutal crimen que origina la trama.
La primera entrega de la serie es una lección de lo que debe ser un buen capítulo piloto. Un ejercicio ejemplar a la hora de perfilar tanto trama como personajes, con la dificultad añadida que supone contar la historia a través de un reparto coral. En 43 minutos las numerosas piezas que conforman este mosaico social quedan perfectamente colocadas en el tablero, rematando con un cliffhanger que hace casi imposible no querer ver el siguiente episodio.
Dirigido de manera sobria, sin ningún tipo de alarde, salvo alguna pequeña filigrana de montaje y con una discreta banda sonora, la serie apuesta por el realismo y la crudeza, colocando la cámara para que American Crime hable, casi únicamente, a través de sus personajes. Entre ellos, destaca de manera especial esa madre coraje llena de prejuicios interpretada por Felicity Huffman. Gracias a un personaje potentísimo y arriesgado, a la fantástica actriz le hacen falta apenas dos escenas para asegurar su presencia en los próximos Emmy en la categoria de drama. El éxito de American Crime también podría certificar el regreso a la primera linea de Timothy Hutton trás una carrera llena de altibajos, dentro de un reparto que mezcla veteranía y caras jóvenes, en el que podemos disfrutar también de la siempre estupenda Penelope Ann Miller.
Un retrato social dramáticamente muy potente y un crimen en el que no todo es lo que parece se convierten en elementos de interés más que suficiente para arrastrarte a seguir viendo más y desde aquí lo haremos cada semana.
Puedes seguir cada semana la review de los siguientes episodios en http://losreyesdelmando.com/
Una serie de un realismo desbordante con unos personajes muy acertados y bien gestionados. Un guion muy interesante y realista con un trasfondo más grande incluso que la historia principal. Un film con un ritmo muy intenso que gira en torno a la investigación de un asesinato y todo lo que sucede alrededor de los diferentes implicados, sus juicios morales, sus reacciones ante la adversidad y su hipocresía. Un fiel reflejo de la condición humana y el espejo de una sociedad con unos valores y unas leyes difíciles de entender en según qué situaciones. Un nuevo estilo de television, valiente, veraz, comprometido y gratamente recomendable.