Amenaza en la sombra
Sinopsis de la película
Para intentar superar la reciente y trágica pérdida de su hija, el arquitecto John Baxter y su mujer Laura se trasladan a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia. Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que dicen haber entrado en comunicación con su difunta hija y que les advierten de un peligro inminente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dont Look Now
- Año: 1973
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.4
61 valoraciones en total
Cine de sensaciones y atmósferas, ausencias en lugar de presencias, angustias indefinidas y terrores sin forma ni contenido, Amenaza en la sombra se desmarca del thriller al uso y proporciona una experiencia tan agobiante y desagradable que el hecho de que en realidad la historia que se nos cuenta no tiene ni pies ni cabeza, acaba siendo un elemento secundario del experimento y el mal rollo considerable que se nos queda en el cuerpo es en realidad, el mayor de sus logros.
Dos buenos actores -unos grimosísimos Donald Sutherland y Julie Christie- se dejan envolver por los vértigos secretos de una Venecia tan pavorosa como inusitada, una Venecia reconvertida de repente en la octava entrada del infierno griego, humores infernales que ebullen tanto de las miasmas subconscientes como de la conciencia y el horror de lo desconocido.
He notado un viento de muerte aquí.
Tan amenazante.
Tan sombrío.
Es curioso como, la inmensa mayoría de las veces, el montaje de una película pasa desapercibido, he leído por ahí, que, como con la fotografía, eso es síntoma de un buen trabajo. En Amenaza en la sombra, si seguimos ese canon, nos encontramos ante una labor mal realizada, para mí, desde luego, no es así: pocas escenas se me han quedado tan grabadas como la del polvo entre los dos protagonistas, una escena que añade bien poco a la trama de la cinta (no tan poco, en realidad), pero que, en mi opinión, es una de los mejores momentos de cama del cine. (A quien no haya visto la peli: apenas se ve nada, así que podéis guardar vuestras ansias onanistas para mejores ocasiones).
Por lo demás, y dejando de lado el extraordinario montaje y esa insuperable escena, la cinta está bien dirigida, bien interpretada, es curiosa, pero… ¡es tan fría! En ningún momento conseguí interesarme por la trama, ni identificarme con los personajes.
Esperaba mucho más de esta película, a raíz de sus críticas, en general positivas, y la verdad, me ha decepcionado en absoluto.
Sus pocas virtudes no compensan para nada sus evidentes carencias. No cuenta nada, el guión es flojo, flojísimo, y su ritmo es tan lento que termina por matar su visionado. Aunque Nicolas Roeg juegue con un interesante montaje, no trasmite en absoluto terror, ni miedo, ni pavor, ni nada que permita mantener una constante tensión a lo largo del filme. Los sucesos son escasos, repetitivos, no aclaran nada ni introducen ideas propias de una historia interesante y compleja por resolver. Si eliminásemos el metraje de relleno apenas nos quedaría una historia de 30 minutos que contar, ni siquiera convincente. Al final lo que queda es un escaso collage de sucesos y personajes, sobre una historia muy pobre en su plantamiento.
Puede que algunas de sus escenas sean memorables en su representación visual, pero no justifican -en mi opinión- para nada el estatus sobrevalorado de esta cinta.
Si estás aburrido en casa, ni se te ocurra verla. Corres el peligro de quedarte dormido en el sofá bajo un profundo sueño.
Excelente película inglesa del polémico director Nicholas Roeg. Creo que a aquellos que encuentren otras obras suyas como Performance , o El hombre que cayó a la tierra mal envejecidas o vacuas les puede gustar ésta. Al menos ese es mi caso, ya que se conserva mucho mejor que aquellas, precisamente por carecer de las pretensiones innovadoras de las citadas.
Ambientada en Venecia, trata de los extraños acontecimientos que le sucede a un matrimonio cuya hija pequeña acaba de fallecer. Sin embargo, la trama queda solapada por la inquietante puesta en escena, verdadero logro de la película.
La Venecia mostrada no es esa preciosa ciudad surcada de canales, sino otra mucho más fantasmagórica en cuyas lóbregas callejuelas puede suceder algo totalmente inesperado. Además, la riqueza monumental de la ciudad se combina acertadamente no para embellecer el entorno, sino para apabullarlo aún más.
La dirección es precisa, perturbando al espectador profundamente por no usar de la casquería típica de los productos de terror, sino con verdadero cine: uso de la cámara, montaje y perfecta elección de situaciones y actores. Idóneos tanto Donald Sutherland como Julie Christie, el primero por su expresión lunática, la segunda por su inocencia y frescura. En ambos resalta más su propia imagen, perfecta para los propósitos de la película, que su interpretación, sin que esto suponga restarle méritos a ninguno.
Con estos recursos( más una preciosa y romántica banda sonora) uno queda implicado desde el inicio, y a partir de ahí todo lo que se muestra en la película, desde el más remoto rincón de cada plano hasta la aparición de un nuevo personaje, sobresalta al espectador. Todo parece tener doble fondo y a cada momento escudriñamos si son buenas o perversas todas las muestras de la película. No importa tanto cuales son, sino que pueden ser unas u otras. Y con ello va envolviendo la historia de un aire fatalista que prepara al espectador para su desenlace.
Queda como resultado una obra de autor, más inspirada en clásicos como Suspense de Jack Clayton, o El Fotógrafo del pánico , de Michael Powell que en el cine de estudios. Quizás porque como ya he dicho la intención es más de recrear un mundo perturbador que de desarrollar una historia. No obstante , y este es otro mérito de la misma, esa inquietante Venecia que se nos muestra se sobra y basta para otorgar una poderosa narrativa.
En definitiva, inesperadamente buena.
Por fin pude comprar esta película de la que tanto había oído hablar. Pasé de la curiosidad al desasosiego y la desesperanza porque…no entendía nada. Intuía, trataba de ver, me parecía que… pero…seguía sin aclararme y, eso a pesar de que, la historia engancha. Todos me parecían buenos o ¿malos? o, ambas cosas. Sospechas contínuas sobre por qué, quién, para qué, cómo,…. Ufff, una comedura de tarro de las gordas, ja,ja,… Al final, pues eso, sí pero no o, quizás. El caso es que es diferente, inquietante y perturbadora. La famosa escena de cama es maravillosa, por lo que significa para los personajes en ese momento, por lo natural, por el montaje, por todo. No puedes evitar sonreir al ver que pese a lo desgraciado del reciente suceso, a veces, la vida te da pequeños instantes de gloria para si no olvidar…al menos que parezca que vas a poder. Venecia es un personaje más. Alejada de la imagen turística, se muestra sucia, miserable, vieja, descuidada,… como realmente lo es en cuanto te alejas de San Marcos y el Palacio Ducal. Yo también me perdí buscando un restaurante de noche (a pesar de haberlo localizado perfectamente de día). Recorriendo intrincados callejones acabas con esa mezcla de miedo y frustración. Todas las calles parecen la misma. Por todas crees haber pasado antes… Las hermanas son o parecen ser, al igual que el obispo o, la propia pareja protagonista. Desconfías, temes y, compruebas. La música es cierto que ayuda y, casi puedes decir que si Venecia era un personaje más, las melodías son otro miembro del reparto.