Alguien mueve los hilos

5 comentarios en «Alguien mueve los hilos»

1. Soy consiente que probablemente a muchos os suene a coña algunas cosas de las que voy a decir, pero es lo que de veras creo. Y es que esta película resulta incluso elegante en su planteamiento, pues hay una deliciosa presentación que alude a la psicología de la conducta de los poseídos, mediante una aguda observación de que estos no presentan los impulsos y las reacciones innatas que sí caracterizan a los humanos en unas situaciones determinadas. Me ha sorprendido lo rápido que se ha dado cuenta la científica, pues aunque el espectador que presencia el espectáculo lo ve, pero en primera persona, sin saber nada, sí que no resulta fácil, o al menos no tanto, percatarse de que está sucediendo algo extraño e identificarlo con tanta precisión e inmediatez. Algunas señas sí que están ahí, como la expresión enmudecida de los poseídos, tú sospecharías sí, pero nunca sacarías unas conclusiones tan precipitadas y concretas. Bueno, serán cosas mías, que además habiendo visto ya Faculty (1997), que me encanta.
   
   Como viene siendo habitual, Donald Sutherland está genial. Como el desarrollo cumple y los efectos especiales están bien, creo que merece el aprobado.

2. Desapercibida en su momento, Alguien mueve los hilos es un muy recomendable film clásico de ciencia-ficción. Basado en una novela de Robert A. Heinlein, el creador de Starship Troopers, The puppet masters (título original nos recuerda a otro gran film como es La invasión de los ladrones de cuerpos y al episodio del Star Trek original Operación:aniquilación en el que unos parásitos dominan a los seres humanos. Es un ejemplo de la paranoia estadounidense de aquella época con los infiltrados comunistas.
   
   El argumento el filme es lineal y sin tropiezos, se narra una invasión alienígena, su descubrimiento y la lucha contra los mismos hasta el clímax final, ya que está en juego la humanidad. No hay lecturas sobre las intenciones o motivaciones del enemigo, o problemas éticos a la hora de combatirle, es una sencilla película de aventuras, como podría ser un film sobre la erradicación de una enfermedad mortal, en la que prima los cambios de escenarios, diversas situaciones de riesgo, la búsqueda de un arma con la que vencer a tan imbatible enemigo, la heroicidad desesperada del protagonista y la sorpresa final que no debe faltar. Tiene intriga, emoción, tensión, acción y el desarrollo, aunque algo televisivo, es dinámico y capta la atención del espectador, sin momentos para el sopor.
   
   Para el aficionado a la sci-fi clásica, ver este filme es como ver un episodio doble de la Dimensión desconocida o de en los límites de la realidad , su factura televisiva que no es óbice para resultar interesante y entretenido. Sobresale un Donald Sutherland que encarna al único personaje complejo en su ética y moralidad.
   
   Merecía mejor suerte en taquilla y en su valoración por la crítica.

3. Vi esta película tras leer el libro en el que se basa: Amos de títeres de Robert. A. Heinlein.
   
   Sin duda es un error por mi parte porque al tener la novela fresca en mi memoria las comparaciones iban a ser muy duras y en este tipo de batallas suele ganar el libro. Este caso no es una excepción.
   
   Es un libro excelente para hacer una película de serie B, pero no han sabido aprovechar la oportunidad.
   
   Los efectos especiales son malos, lo cual suelo perdonar, los actores aún peores (menos Donald, claro) y en algunos momentos la trama es ridícula.
   
   Es por tanto una película muy prescindible que no hace justicia al libro. Si te gusta leer, te recomiendo su lectura (no es el mejor libro de la historia, pero está entretenido). Si te gusta el cine en general, y el cine de ciencia ficción o el cine de serie B en particular, puedes permitirte el lujo de no verla. No te perderás nada.

4. ¿Ha dejado de fumar recientemente?, ¿ya no mira igual el cuerpo de las mujeres, tanto es así que ni siquiera pestañea cuando ve un buen escote?, ¿nada le hace gracia, pero tampoco le da pena?, ¿no se enfada con nada ni con nadie desde hace algún tiempo?, ¿siente que forma parte de un todo y que ya no está solo?, ¿tiene más fuerza y energía de la habitual y cree que podría correr y saltar sin esfuerzo las 24 horas del día?. No se asuste, pero quizás está siendo víctima de una forma de vida superior. Por favor, siga estos sencillos pasos: desnúdese de cintura para arriba y a continuación mírese en el espejo más cercano, si usted tiene un parásito en su espalda, cuyos tentáculos se meten en su cabeza… ¡noooo!, el gobierno no, ¡una especie de babosa!, debe intentar quitársela para poder volver a pensar por sí mismo. Si ve a gente sospechosa, que anda sin mirar a nadie, sin importarle nada, sin inmutarse ¡sospeche!, puede ser uno de ellos. Esos parásitos creen que nos hacen sentir mejor con el mundo, con todo lo que nos rodea, quieren la paz, que se sientan como ovejas que obedecen y tenemos que evitar que dominen la tierra. ¿Hace poco ha visto por la tele decir al ejército de su país que la situación extraña que están viviendo está controlada y que sólo habrá uno o dos casos de forma localizada y sin probabilidad de contagio al resto de la población?, pues no se crea nada de lo que escuche en las noticias, la situación se descontrola. Las poblaciones donde hay un mayor número de personas son las más afectadas y las que tienen más riesgo de ser invadidas por entes de otro planeta, no se engañe, desconfíe de todos, cualquiera, incluso su familia, puede ser una víctima ya. ¿Les suena esta situación en Abril de 2020? Muchas son las versiones de Amos de Títeres de Heinlen que se han llevado a la gran pantalla, pero también de la novela que llegó poco tiempo después, Los Ladrones de Cuerpos de Jack Finney y tampoco es nuevo que Donald Sutherland aparezca en varias de estas versiones, parece que en algún momento de los 70 le cogió el gusto a las invasiones y también le pudimos ver en La Invasión de los Ultracuerpos, una versión más libre de la obra de Finney y dirigida por Kaufman. Esta que nos ocupa, Alguien Mueve los Hilos, está filmada por Stuart Orme, director con poco éxito (Tierra de Lobos, Jack Taylor: The Guards o Arthur & George), pero que nos entretiene lo suficiente con su versión de la obra original. Es cierto que para ser de 1994 está mucho peor grabada que sus predecesoras y que en general es de risa todo, salvándose un poco los actores. El libro de Heinlen es bastante más complicado, pero se agradecen los intentos, aunque al final no obtenga buenos resultados.

5. Mediocre cinta de ciencia ficción en la que distintos lastres pugnan cada cual con más ímpetu para llevarla hasta el fango del aburrimiento: guión, interpretaciones, diálogos… nada se salva, excepto quizá momentos puntuales que por supuesto constituyen anéctodas en el todo.
   
   Ni siquiera el argumento, la idea, sirven de premio de consolación, ya que se trata de un tema ya visto en diversas películas.
   
   Tan solo recomendaría su visualización para ver mediante un ejemplo lo que significa, desde el punto de vista de guión, destrozar un clímax. Todo lo demás es, no ya aburrimiento, sino indiferencia.