Alguien está vigilándote

5 comentarios en «Alguien está vigilándote»

1. ¿Cansado de películas de terror y/o suspense donde un viejo aparentemente repulsivo, siniestro y con muy mala fama en el vecindario, aterroriza a unos jóvenes? Pues The good neighbor le da la vuelta a la tortilla con una película fantástica y que tiene un giro a diez minutos del final maravilloso, por inesperado, por la moraleja que encierra, y que encaja a la perfección con la historia que el debutante Kasra Farahani, pretende contar

   Dos jóvenes quieren demostrar que su vecino es un siniestro viejo que, siguiendo rumores extendidos entre los jóvenes del vecindario, es un envenenador. Para ello entran en su casa y colocan cámaras de vigilancia para espiarlo y demostrar que es un asesino Como no pasa nada, y lo que ven, es un hombre mayor, arisco y solitario que vive recluido en su casa, deciden empezar a darle sustos, para provocar en él una reacción violenta. Y lo conseguirán, pero no la que esperaban.

   Rodada básicamente con dos planos distintos, por una lado tenemos la web cam de los dos jóvenes, a través de los cuales vemos la reacción que van teniendo al ver moverse al viejo, y por otro tenemos las propias cámaras por ellos instalados en la casa del vecino. Entre medias la película va deslizando imágenes de un futuro juicio, con testimonio de los implicados, por lo que sabemos (intuimos) que algo gordo ha pasado, y así es, pero no lo que el espectador espera.

   Muy buena película. Grandiosa actuación de James Caan y original final con moraleja. No veas tanto cine de terror, y si lo haces, no acabes confundiendo ficción con realidad

2. The Good Neighbor (The Good Neighbor, 2016) se trata de una película que merece ser analizada, porque a pesar de que leyendo la sinopsis del filme podríamos pensar que nos encontramos ante una película más de terror dirigida para adolescentes, en realidad tenemos delante a una pequeña joya que con el paso del tiempo será reivindicada como película de culto. ¿Por qué? Porque el filme que dirige Kasra Farahani tiene numerosas lecturas, y se trata de un filme que utiliza la plataforma del terror para hablarnos sobre temáticas complejas, y que además están bastante relacionadas con el mundo contemporáneo y sus problemas más acuciantes. La película no está del todo rodada mediante el recurso del found footage, sino que recurre a diversos formatos (por ejemplo, las escenas del juzgado están rodadas de distinta manera a las del metraje normal).Como el cine de Shyamalan (con el que hay varias semejanzas), Farahani nos demuestra que se puede realizar cine más allá de una epidermis terrorífica

   Dos jóvenes deciden emprender un extraño (e ilegal) experimento. Uno de ellos procede de una rica familia y pone el dinero necesario para comprar un sistema de cámaras y equipos. El experimento consiste en analizar la conducta de una persona delante de diversas intervenciones físicas (hechas por los aparatos electrónicos). La analogía con el cine de terror es más que evidente. Nosotros somos testigos de una intra película del género, que en realidad es un montaje (puertas que se abren, aparatos de música que se encienden solas…). Presenciamos las reacciones que tendría una persona normal ante fenómenos paranormales, aunque sabemos que en realidad es todo una farsa (y aún así la película consigue momentos de tensión). Hay un doble juego bastante interesante de comprobar.

   Sigue en Spoiler

3. Si bien la propuesta es original, sin duda, nadie puede negar que hay una vuelta de tuerca en lo que se cuenta y como se cuenta, eso no la convierte en una buena película, ya que es aburridísima. Los personajes están muy bien estructurados durante casi toda la historia los 3 nos caen mal, y al principio si bien los chicos son bastante insoportables, el rubio tiene cierto carisma por ende en los primeros minutos uno siente cierta empatía por él, que pronto se va disipando, luego vamos conociendo a cada uno y viendo como son en realidad.
   
   Lo peor es que la historia se cuenta en 2 etapas diferentes pero mezcladas, en una donde se realiza un juicio del que recién sabemos a quién y el por qué al final, pero en parte le quita el suspenso que algunas pocas escenas podían tener.
   
   En lo demás la película se sostiene o mejor dicho lo que hacen que a pesar de su aletargado, monótono, y soporífero ritmo, nos quede algo de interés por saber el desenlace, es sobre todo la interpretación de James Cann, que con nada hace una labor más que buena, donde con poquísimas expresiones, logra cautivar, más no salvar la película.

4. Cuesta creer que dos niñatos puedan entrar en la casa de un vecino, y en un rato llenarla de cámaras por todas partes con las que observarle varias semanas. Las cámaras espía no tienen autonomía para tanto tiempo, y necesitarían ser conectadas a la corriente eléctrica, con la reforma que eso supone. Además, aunque pueden disimularse, tampoco pueden colocarse abiertamente en cualquier parte, porque se ven.

   También es extraño que haya objetos que se mueve o se encienden solos, y que el anciano no vaya a comprobar que pasa, ni intente desconectarlos.

   Demasiadas lagunas en un guión, que por otra parte, llega a hacerse repetitivo. Lo único que la salva, es haber empezado la trama con un juicio, y contar la historia en base a él. Se deja ver, pero básicamente es una película de sobremesa.

5. La historia inicia en un vecindario normal, con unos adolescentes comunes y un vecino un tanto atípico. Intentando buscar el equilibrio entre el cine clásico y documental, The good Neighbor, nos introduce en una historia de adolescentes curiosos e inteligentes, tratando de poner en practica de un experimento que pudiese influenciar en la conducta de un hombre viejo, solo y deprimido. La película la salva James Caan, con poco dialogo, pero si con un lenguaje corporal que no necesita palabras. Vale la pena verla, pasa por una película tipo B, con un gran actor que mucho le ha costado conseguir un papel como el de Sonny Corleone, que lo llevó a la fama y hoy se encuentra un tanto olvidado.