Adorable seductor
Sinopsis de la película
Adaptación de una obra teatral de Alan Ayckbourn. Un hombre (Jeremy Irons) provoca toda clase de habladurías en una pequeña ciudad británica cuando se une a una compañía de teatro, cuyo director (Hopkins) es un individuo muy dominante. El recién llegado no tarda en descubrir que el drama representado por los actores palidece en comparación con lo que sucede detrás del escenario.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Chorus of Disapproval
- Año: 1989
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4.8
60 valoraciones en total
Un día la estaban pasando por TNT, vi algunos actores conocidos y decidí dejarla un rato. La verdad me fue atrapando, es una historia agradable de ver y bien contada. Entretiene que es lo importante y que a veces es mucho pedir hoy en día.
Se trata del típico tipo con cara de mosquita muerta, respetuoso, que sin querer o tal vez queriendo (A veces se plantea uno si el tipo es realmente listo, o todo le salió sin querer), le cambia la vida a todos.
Michael Winner fue un director de cine británico que empezó prometiendo y acabó en el lodazal. En nombre de la ley, Scorpio, The Mechanic (objeto de un demencial remake reciente) son obras de cierto calibre. Su precuela de Otra vuelta de tuerca, Los últimos juegos prohibidos (título en castellano absurdo donde los haya), tuvo por lo menos el buen gusto de desnudar a Stephanie Beacham, una señora de muy buen ver, y la película no está tan mal como dicen. Sí era horroroso el inútil remake de El sueño eterno, y con El justiciero en la ciudad la cosa empezó a desmadrarse. Adorable seductor es de la época en que ya no había vuelta atrás en el camino de la patochada. Parte de una obra teatral del prolífico y exitoso autor Alan Ayckbourn, pero al pobre Winner le falla el sentido dle humor por todas partes, la dirección es patosa, endeble y teatral, y para colmo ha de lidiar con un Hopkins histérico y un Irons impotente (no es de extrañar). Al cabo de poco rato te desentiendes del asunto y te vas al pub inglés de la esquina en busca de un ambiente británico más logrado.