Adèle y el misterio de la momia
Sinopsis de la película
En 1912, mientras la intrépida periodista Adèle Blanc-Sec viaja a Egipto para enfrentarse a un grupo de momias, París se ve acosado por un misterioso pterodáctilo de 136 millones de años de antigüedad. Basada en un personaje de cómic del dibujante Jacques Tardi.
Detalles de la película
- Titulo Original: Les aventures extraordinaires dAdèle Blanc-Sec
- Año: 2010
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
5.1
84 valoraciones en total
El cineasta francés Luc Besson, regresa al cine de carne y hueso, tras realizar con más pena que gloria la trilogía de Arthur y los Minimoys. Su nuevo regreso llega en forma de una aventuresca comedia de enredos, con toques de humor negro que intenta parecer sutil aunque no lo consigue, quedándose finalmente en una simpática película, que agradara a gran parte del público infantil.
La sexy Louise Bourgoin encarna a Adele blanc-sec, una periodista aventurera, que se sumerge en una arriesgada aventura en la que hará todo lo posible para salvar a su hermana, de la que se siente culpable de su enfermedad, y en la que se mezclan, desde antiguas momias de la era Egipcia hasta un misterioso pterodáctilo de 136 millones de años de antigüedad. Todo esto mezclado con disparatadas situaciones que intentan sacar alguna sonrisa mediante unos puntos de humor algo fallidos pero que en algún momento encajan bastante bien. El reparto no parece dar la talla, ni tampoco la dirección, aunque la música a ratos esta acertada y el ritmo de la película también lo esta, aunque al llegar al final flojee un poco.
En resumen, una entretenida y disparatada aventura, que se deja ver bien, pero que no se le puede pedir muchos más de lo que nos ofrece.
Recordaba Transformers 2, una desdichada película que tuve la desgracia de ver (y hacer la crítica en Filmaffinity) en la que unos energúmenos destrozaban las mismísimas pirámides de Egipto, y la comparaba con ésta de Luc Besson, en donde el tesoro patrimonial de ese país se trata con un enorme respeto pedagógico, no exento, sin embargo, de un magnífico sentido del humor.
Esa no es su única virtud: también es entretenida, estimula la imaginación del público infantil a partir de la realidad, no abusa de los efectos especiales, y cuando los utiliza es siempre para explicar una historia hermosa, coherente y humana.
Además: aunque solo fuera para ver la magnífica reconstrucción del París de principios del siglo XIX, esta película mereceria ser vista.
En España nos pegamos un resbalón importante al llevar al cine las aventuras de Mortadelo y Filemón del gran Ibáñez, hubo pelas, efectos especiales decentes, y se puso toda la carne en el asador, pero el resultado fue tirando a penoso. Y no se puede decir que sea por falta de genialidad del dibujante, sino por la ineptitud de la dirección, la estúpida idea de hacer que personas normales hablen como muñecos de TBO y la exageración en los ademanes y gestos por parte de los actores.
Ahora son los amigos gabachos los que para mi se han pegado una leche tremenda llevando al cine el comic de otro genio, en este caso el francés Tardi. Partiendo de una historia interesante y bastante graciosa, Besson hace un ridículo tremendo debido a la exageración que da a los personajes, los cuales pasan a ser dentro del film una panda de inaguantables gilipollas. Aparte de tener que soportar durante toda la película una machacante y hortera música de feria que a mí personalmente me ponía de los nervios.
La protagonista, tonta perdida la actriz, hace de intrépida periodista que lleva a París, después de una escenita a lo más puro Indiana Jones, a una momia para curar a su hermana que ha sufrido el accidente más bobo del mundo. A la vez un profesor mediante una extraña técnica mental ha conseguido revivir a un Pterodáctilo que andaba dentro de un huevo en un museo, que la lía gorda por todo París. El guión como ya he dicho es bastante gracioso y la historia hasta mola, pero eso hay que plasmarlo en el cine y os puedo asegurar que en ningún momento lo consigue el director francés, el cual hace que estés más pendiente al final del reloj que de la peli.
Lo único bueno que hace la protagonista en toda la peli es enseñar de una forma un tanto macarra e innecesaria las tetas en una escena, lo demás para matarla, hace tiempo que no cogía tanta tirria a un actor durante la visión de una peli. Todos los demás actores tremendamente desafortunados, pues intentan hacer la gracia sin conseguirlo jamás y eso creo que es lo peor que puede pasar en una película.
Destacables la ambientación y algún que otro efecto especial, se ve que había dinerillo, de ahí que se haya salvado este engendro de un unillo bien merecido.
En fin que no solo fallamos en la madre patria, patinazo de lo gordos del cine francés, los cuales viendo sus últimas adaptaciones de Asterix, Lucky Luke y este brodiete, es mejor que dejen los comic en paz y se dediquen a otra cosa.
Sin ser conocedor del cine de Besson ni del cómic de Tardi me lancé a ver esta película porque los trailers me parecieron muy llamativos. Esperaba una película de aventuras con efectos logrados y cierto sentido del humor, y eso es lo que me he encontrado aunque no necesariamente en ese orden. En cierto modo lo que predomina es el sentido del humor, que, como otros han comentado, resulta algo fallido. Más que fallido, facilón, ingenuo y un poco infantil. Pero tampoco seamos negativos. Muchos blockbusters americanos tienen chistes mucho peores que estos.
De hecho, en lo que se refiere al personaje principal, Adéle, el humor funciona bastante bien. Su carácter aguerrido y algo cortante le proporcionan carisma y la actriz es bella y resuelta. La dirección artística está bastante conseguida, así como la música y algunos efectos especiales (otros cantan un poco). El guión es correcto, aunque podría haberse mejorar con un par de revisiones, y la segunda parte de la trama gana cierto interés, especialmente por los elementos dramáticos. Aunque sólo he mirado el cómic por encima creo que se incurre en un error muy típico en este tipo de adaptaciones y es que se intenta caricaturizar la caricatura. Desconozco cuánto humor tiene la historieta, pero no da la apariencia de tener un tono tan bufo como el que en algunos momentos adopta la película. La sobreactuación y las caracterizaciones grotescas pueden funcionar a veces, pero son difíciles de manejar. Aquí funcionan a medias. El físico pintoresco de los secundarios confiere cierta peculiaridad a los personajes y les hace simpáticos, pero en algunos casos simplemente se necesitaban mejores actores o mejores chistes.
El resultado es una película simpática, que recuerda vagamente al cine de aventuras hollywoodiense de los años ochenta. Tiene algunas virtudes destacables: es menos aparatosa que muchos blockbusters actuales, juega con la fantasía sin tomarse demasiado en serio a sí misma y , a pesar de los efectos, se centra bastante en los personajes. Todos ellos aspectos que suelen echarse a faltar en muchos productos americanos, y se puede añadir que no se excede en su duración y es sumamente entretenida. Aún así siento que le estoy regalando un poco de la nota, ya que no es algo que permanezca en el recuerdo, el guión es algo deshilvanado y muy a menudo da la sensación de que le falta un hervor. Es una pena, pero queda resultona y aceptable para pasar el rato en familia, como dice algún otro. Seguramente se deba a que parte de la calidad del cómic-que está considerado como una obra maestra por sus lectores-parece intuirse, más que verse claramente, en la película.
Acusación:
Yo acuso a Adéle Blanc-Sec (Louise Bourgoin) de ser una una mujer preciosa, encantadora, bella, deliciosa, y delicada, además de ser causa directa de haber ido a ver la película.
Yo acuso al Profesor Dieuleveult (Mathieu Amalric) de ser un malvado científico, no cuidar su aspecto, por no decir su dentadura, así como de intentar asesinar a Adéle en varias ocasiones.
Yo acuso al resto de actores de estar excesivamente caricaturizados, excesivamente previsibles y poco acertados en sus diálogos, menos aún en sus chistes.
Finalmente yo acuso al director, Luc Besson, de haber desperdiciado una excelente oportunidad de habernos contado algo más que una sucesión de absurdas escenas, una detrás de otra, sin orden ni sentido (los últimos 15 minutos rozan el surrealismo y la paranoia).
Atenuantes:
En referencia a la acusada Adéle Blanc-Sec su extraordinaria belleza y vestuario.
En referencia al acusado Dieuleveult, no es culpa suya que salga tan poco en la película, es una pena, pues en opinión de este fiscal la película hubiera ganado muchos enteros.
Veredicto:
Declaramos no culpables a Adéle Blanc-Sec y a Dieuleveult. Condenamos a la pena capital al resto de acusados.
París, a 12 de Septiembre de 1912.