Adelante, mi amor
Sinopsis de la película
Año 1939. El estadounidense Tom Martin, que luchó con los republicanos en la Guerra Civil Española, espera el día de su ejecución. Pero una reportera que busca una exclusiva le ofrece ayuda para escapar. Drama basado en las relaciones entre una periodista y un aviador tras la guerra civil.
Detalles de la película
- Titulo Original: Arise, My Love
- Año: 1940
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
6.6
79 valoraciones en total
1940, se juntan dos norteamericanos (Mitchell Leisen como director y Charles Brackett como uno de los 5 guionistas), un austro-húngaro (Billy Wilder, guión), un francés (Jacques Théry, guión), un húngaro (Hans Székely, historia y guión) y un irlandés (Benjamin Glazer, guión) y van y realizan una de las comedias dramáticas románticas en tiempos de guerra más interesante y emotiva que recuerdo haber visto.
Comedia, en base a lo que de divertido tiene ver cómo una periodista norteamericana en busca del soñado reportaje que la de notoriedad y prestigio, salva a un compatriota piloto (voluntario de las Brigadas internacionales) que está a punto de ser fusilado en Burgos por los vencedores de nuestra guerra civil, haciéndose pasar por su mujer e intercediendo con tretas de mujer ante la autoridad militar, cosa que tras algún que otro divertido malentendido logra por los pelos.
Romántica, en cuanto a la baqueteada historia de amor entre la periodista y el piloto, intentando conjugar dicho amor con sus anhelos vitales y profesionales.
Dramática y emotiva en base al entorno histórico en el que está rodada, el cual quizá debido a la procedencia y visión que del conflicto mundial que se avecinaba tenían la multinacional y talentosa nómina de guionistas, logra meternos en la historia y sentir de forma subyugante las situaciones por las que van pasando los personajes (máxime cuando sabemos dónde y cómo desembocaran los hechos que dado la fecha de producción eran desconocidos para los responsables del film), a estar ambientada en míticos e históricos lugares, como por ejemplo, el restaurante Maxims (imagino que recreado en estudio, pero que luce igual que hace unos años que estuve cenando en el mismo).
Sigue en spoiler por falta de espacio:
O del amor en tiempos difíciles. Original mezcla de comedia romántica, a ratos estilo screwball, cine bélico y de propaganda y drama histórico todo en uno. Es esa extrañeza, ese nadar entre las turbulentas aguas de diversos géneros lo que le otorga su condición híbrida y excéntrica, única, a esta atractiva producción del siempre elegante Mitchell Leisen con un elaborado guión de Billy Wilder y Charles Brackett -ganaron un oscar- y que la eleva muy por encima, pese a algunos desfallecimientos argumentales y narrativos, de la media de las producciones de época. Ray Milland y Claudette Colbert rozan la perfecta naturalidad con la que mejoraban cualquier película en la que interviniesen, en especial la actriz de origen francés para quién esta película era su favorita y mira que tiene buenas películas esta mujer. Réplicas ingeniosas, diálogos afilados, romanticismo y tambores de guerra, en un recorrido de Burgos a Compiègne donde el amor debe ceder su espacio a la brutalidad y el odio pero en el que la esperanza no debe desfallecer. Adelante, mi amor, sé fuerte.
Film de Mitchell Leisen (1899-1972), uno de los que realiza en sus años de plenitud (1937-47). El guión, de Charles Brackett y Billy Wilder, desarrolla una historia original de Benjamin Glazer y Hans Székely (John S. Toldy), adaptada por Jacques Théry. Se rueda en los platós de Paramount Studios (Hollywood), salvo algunas tomas en escenarios naturales de la costa deCalifornia) y de los alrededores de Burgos. Nominado a 4 Oscar, gana uno (argumento original). Producido por Arthur Hornblow Jr. para Paramount, se estrena el 16-X-1940 (EEUU).
La acción dramática, que se extiende a lo largo de un año (julio 1939-julio 1940), tiene lugar en el penal de Burgos, París, a bordo del trasatlántico S.S. Athenia y la costa oriental de Irlanda. Augusta Gusto Nash (Colbert) es una joven periodista con ambición de progresar como profesional de la información. Consigue con engaños que las autoridades españolas indulten a un ciudadano norteamericano condenado a muerte el piloto de las Brigadas Internacionales Tom Martin (Milland). Ella es fuerte, decidida e independiente, de acuerdo con el modelo de mujer que admira Leisen. Es pequeña de estatura, elegante, vivaracha y de ojos saltones. Él ha trabajado como piloto en la aviación comercial, acrobática y militar. En ésta ha demostrado pericia y eficacia: ha derribado 12 aviones enemigos. Es idealista, enemigo de las dictaduras y defensor de la libertad.
El film suma comedia, drama, romance, guerra y aventuras. No se estrena en España a causa de la censura, que no admite las críticas al régimen franquista de la primera parte. Los diálogos son ricos en ironía, sarcasmo y mordacidad. Hace uso de lances chaplinescos (golpes en la cabeza con un jarrón, con un bolso…). Añade burlas ostentosas de dirigentes nazis, a alguno de las cuales compara con roedores, y del saludo nazi. Explica en tono crítico extravagancias, manías y obsesiones de personajes públicos (prohibición a las mujeres de llevar los labios pintados) y fobias (número 13). Propone prácticas absurdas que encierran burlas a las costumbres americanas y francesas (extraños cócteles de champaña con crema de menta). Entre bromas y chanzas demuestra la afición de los guionista y del film al cine (El cine es el cielo, el paraíso), sus actores de moda (Clark Gable, Dorothy Lamour…) y personajes de ficción (Flash Gordon). Sin dejar el tono irónico, elogia la música de los grandes compositores (La flauta mágica, de Mozart), la popular y de baile (No hay nada como los sentimientos que provoca una canción). Se burla de los títulos acaramelados y cursis de las canciones de moda (Amante de mis sueños, Cherie…).
Comedia de ese director injustamente olvidado, cuya filmografía es irregular, ¿ y la de quién no ?, pero que tiene en su haber algunas de las más brillantes joyas cinematográficas escondidas. Medianoche , Una chica afortunada , Casado y con dos suegras , La vida íntima de Julia Norris , Mentira latente …A muchos directores con bastantes menos films memorables en su haber, les hemos encumbrado y cantado sus alabanzas por todas partes.
Pero al lío. Esta película en concreto, resulta muy interesante por varios aspectos.
¿ No sentís curiosidad por ver una película guionizada por los magos del guion, Charles Bracket y nuestro genio de genios Billy Wilder?.
Billy Wilder antes de dedicarse a la dirección, trabajó como guionista de varios gigantes. Lubitsch por ejemplo al que admiraba profundamente y Leisen con el que tuvo muchísimos desencuentros que aireó en varias entrevistas.
¿ Puede ser ésta la razón por la que este director criticado por uno de los Grandes del cine haya sido poco a poco arrinconado por los gurús de la crítica que vinieron después apeándole de los puestos de grandes de la comedia que sí concedieron a Lubitsch, Hawks, Sturges, MacCarey etc…?.
Porque vamos a reconocer que Leisen no es exactamente director de screwballs como sí lo fueron Hawks o Sturges. Tampoco era tan sutil, ingenioso y elegante como Lubitsch.
Sin embargo, a mí me parece que Leisen tenía un poco de ambas cosas y las combinaba muy bien, aunque casi siempre terminaba decantándose por introducir elementos de drama romántico que teñían de suavidad toda la mala leche que pudiera tener escondido el film.
Quizás eso era precisamente lo que le pudría a Wilder. O eso creo. Imagino a Wilder y a su compañero pariendo guiones lacerantes y corrosivos, llenándolo todo de humor y crítica. Y a Leisen diciendo..- Todo ésto está muy bien, pero ahora vamos a meter un poco de discurso moral y cierto toque de melodrama para tratar de emocionar al público. Y claro, Wilder se subiría por las paredes.
Eso me parece que pasa con esta película. El comienzo hace honor a esos dos grandes y deslenguados guionistas y parece que estamos ante una screwball, pero luego deriva a una comedia romántica suave con toques de crítica hacia la postura que mantenía América en el inicio de la segunda Guerra Mundial para terminar, eso sí, con discurso ideológico patriótico.
Pero es comprensible. Estamos en 1940, y los acontecimientos que venían hacían necesario cierto llamamiento al despertar de las conciencias.
La historia comienza en 1939. España. Acaba de finalizar la Guerra Civil y Ray Milland, piloto perteneciente a las Brigadas Internacionales, se encuentra en un calabozo a la espera de ser fusilado. Claudette Colbert, magnífica como siempre, es una periodista que utilizando una artimaña, consigue el indulto para nuestro protagonista.
Así comienza un enredo que tendrá como telón de fondo muchos momentos históricos que se estaban viviendo en aquel momento, ( La ocupación de Francia, la invasión de Polonia, el primer buque de civiles torpedeado por los alemanes etc…), con una trama de guerra de sexos mezclada con cierta crítica a la pasividad que EEUU tenía en aquellos momentos ( no pensaban entonces que la guerra de Europa les afectaba también a ellos), hacen del conjunto una cinta muy estimable que se ve con mucho agrado.
Yo por lo menos, la he disfrutado enormemente. No creo ni por asomo, que esta cinta merezca tan pocos votos.
349 votos en este momento. ! Qué desperdicio!.
Otra estupenda película cuya existencia desconocía y a la que he llegado por pura casualidad: el cine, nunca me cansaré de repetirlo, es algo maravilloso. Al descubrir que su oscarizado guión, firmado por Billy Wilder y Charles Brackett, estaba basado en una historia originalmente concebida por el gran escritor húngaro János Székely (oculto bajo el pseudónimo de John S. Toldy y en colaboración con Benjamin Glazer), guionista de Lubitsch y autor de Tentación, una de las novelas más divertidas y crueles que he podido leer en muchísimo tiempo, no tuve más remedio que lanzarme de cabeza en su búsqueda. Y la verdad es que la espera ha valido la pena.
No sé dónde empiezan y acaban los méritos de unos y de otros a la hora de escribir el guión, pero no cabe la menor duda de que es en él donde residen buena parte de los indudables méritos de esta película injustamente olvidada. Lo que sigue maravillándome es la capacidad de la comedia hollywoodiense de esta época de extraer comicidad de las situaciones y contextos más, en apariencia, inapropiadas para el humor. Esta peli, sin ir más lejos, empieza en verano de 1939, en una tétrica prisión franquista de Burgos, donde Ray Milland, en el rol de un idealista aviador americano enrolado en las filas republicanas, apura sus últimas horas antes de ser fusilado. Claudette Colbert le salva de la muerte, claro, pero la acción se traslada a un París insensatamente hedonista, a punto de caer en manos de los nazis. Por si fuera poco, asistimos, en primera fila, al trágico hundimiento, a manos de un submarino alémán, del SS Athenia, a la progresiva conquista nazi de Europa y a la firma del armisticio francoalemán, el 22 de junio de 1940, en un vagón de tren en el bosque de Campiegne. Y sin embargo, la peli logra que sonriamos casi todo el rato y que incluso nos riamos y carcajeemos ocasionalmente. Qué tiempos aquellos. Torpedos y champagne, risas y muerte.
A través de la historia, en apariencia frívola y ligera, de dos personajes atrapados entre sus ideales, que les abocan a una vida azarosa y comprometida, y un amor que exige huir del peligro en busca de paz y sosiego, nos vemos, imperceptiblemente, obligados a tomar partido. La película es pródiga en diálogos vivaces y chispeantes, situaciones equívocas con claro sentido sexual (la antológica sesión de fotos en la habitación de Milland) y chistes y ocurrencias ocasionales, que enmascaran, pero no ocultan, su condición de vehículo propagandístico que alerta contra el escapismo y la indiferencia ante el irresistible avance del nazismo y propugna la necesidad de no huir ante su amenaza y de plantarle cara. Es una lástima que un final, en mi opinión, excesivamente timorato y convencional impida hablar de una obra maestra. Si Leisen hubiera dado el paso adelante que el propio guión le ponía en bandeja y hubiera optado por un desenlace más duro y coherente con la historia narrada, tal vez estaríamos hablando de un clásico de aquellos días. Que ya es decir.