4:30
Sinopsis de la película
Dicen que las 4:30 de la madrugada es la hora en que se cometen más suicidios. La madre de Xiao Wu está fuera por trabajo y el chico no tiene más familia. Xiao Wu espanta su soledad comiendo fideos instantáneos, gastando bromas a los practicantes de tai chi del parque o enojando a sus profesores. Y sobre todo colándose en la habitación de un nuevo habitante de la casa, un coreano que se pasa la mayor parte del día tumbado en su cama. El niño escoge esa hora en que la noche empieza a dar paso al día para curiosear en el cuarto y mangar pequeñas cosas. Así adquiere un cada vez mayor conocimiento del extraño hasta el punto que las soledades del chico y del hombre empezarán a acercarse… Con sólo dos protagonistas, mínimas líneas de diálogo y rodada en su mayor parte en interiores con poca luz, el singapurense Royston Tan filma una historia de soledades donde lo que importa es destilar emociones a través de los gestos, las expresiones y los pequeños detalles. Como ya hizo en 15, Tan vuelve a centrarse en un mundo adolescente desencajado de la sociedad, pero esta vez de una forma mucho más íntima -información de la distribuidora-.
Detalles de la película
- Titulo Original: 4:30
- Año: 2005
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
6.1
25 valoraciones en total
Atraído por el hermoso corto del señor Tan, Little note, y la capacidad de este para decir tantas cosas con apenas unas pocas palabras, haciéndolo a través de las imágenes, de los personajes y sus vidas, me anime a ver 4:30. A esto se une mi otra atracción por las historias llenas hasta el borde o con momentos de soledad, y el largometraje de Royston Tan es una de esas historias.
Al director le basta con poner a dos personajes en un mismo sitio, no necesariamente relacionándose, más bien colocándose en medio de un proceso de descubrimiento mutuo al que se le va dando forma con el transcurso del tiempo.
La curiosidad y los registros nocturnos del niño hacen que todo comience a caminar. Los intentos de suicidio del adulto no aportan excesiva complejidad a la historia entre ambos personajes, ni resulta excesivamente dramático. Es solo un elemento a tener en cuenta, solo hechos que ocurren, no hay exageración, solo tiempo y soledad. La visión de ellos, desde fuera y desde dentro del apartamento donde conviven, es fría y caliente, como el agua de un grifo.
Una película sin apenas diálogos y aun menos ornamentos. Algo que contrasta con el debut de Tan, su acelerada, hiperbólica y espídica, 15, distanciándose casi completamente. Lo que se dice, otro mundo.
En 15 no cesa el aturdimiento musical a base de videoclips, atronando, sin pausa, y un vertiginoso ritmo. 4:30 en cambio no cuenta con más melodía que la vida, construida a base de encuentros fugaces. En el desayuno, en la comida, en el baño, con notas alegres incluso, coloristas.
No es el retrato definitivo, ni perfecto de lo que expone, pero el drama no resulta agobiante, todo esta expresado con delicadeza y sencillez, es otro estilo de hacer las cosas.