42
Sinopsis de la película
Historia del legendario jugador negro de béisbol Jackie Robinson (Chadwick Boseman), que rompió las barreras raciales al ser contratado por el presidente (Harrison Ford) de los Dodgers de Brooklyn. La participación de Robinson en la gran liga de béisbol puso fin a la segregación racial en este deporte. Tuvo que soportar toda clase de humillaciones, pero su talento y actitud lo convirtió en un héroe. Con los Dodgers consiguió 6 campeonatos en 10 años, además de una Serie Mundial. Fue nombrado novato del año 1947, MVP (Most Value Player – Jugador Más Valioso) en el año 1949, participó en el All Star en 6 ocasiones y se convirtió en el segundo hombre más popular del país tras Bing Crosby. Las hazañas de este jugador hicieron que todos los equipos de la Major League retiraran el número 42 de sus uniformes en reconocimiento a su talento, dedicación y lucha por los derechos humanos. Años después, pasó a formar parte del Salón de la Fama de Béisbol.
Detalles de la película
- Titulo Original: 42 aka
- Año: 2013
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
6.4
74 valoraciones en total
Conocí la historia de Jackie Robinson casi por casualidad hace unos años, al descubrir que se hizo una película en los años 50 que contaban su historia La historia de Jackie Robinson , que protagonizó el propio Jackie Robinson. La recuerdo como un película muy blandita donde se ceñía a contar los episodios de su vida, sin ninguna pasión, sin ninguna intensidad.
Llegados a este punto, conviene presentar a Jackie Robinson, primer afroamericano en participar en las ligas mayores de Beisbol, en los años 40.
Esto que se cuenta en 2 líneas, da para una bonita historia actual en el cine, pero una historia muy dura en los años 40, donde los afroamericanos eran considerados seres menores, que causaban problemas, y por ejemplo, no podían entrar a servicios públicos, delimitando su entrada con carteles.
Jackie Robinson contó con el apoyo del presidente del equipo, que fue quien decidió incluirlo, de su mujer, de un periodista negro, y de la comunidad afroamericana.
Y en contra: su propio equipo, todos los equipos rivales, todas las aficiones contrarias, jugando con una presión, que se puede suponer, de insultos, provocaciones, desprecios…etc..etc…
La película 42, cuenta su historia. Yo diría, que lo hace de forma elegante. Sigo echando en falta más intensidad, más corazón . Cuenta todos sus episodios cronológicamente muy bien. No solo de su vida, sino de la sociedad americana cuando sintió que un intruso considerado menor, lo incluian en su vida por obligación.
Toda esta parte de la sociedad es muy interesante. La marginación que había para servicios elementales. El golpe moral para muchas ciudades tradicionalmente racistas.
Aunque la película es lo que llamamos una americanada , en su concepto más básico muestra la lucha de un hombre marginado, que luchó (es una historia real) por triunfar en su profesión, y abrir la mente a muchas persona para dar oportunidades a gente de su raza.
Es la historia de un pionero. Del primero que lo hizo. Del que se llevó todas la tortas . Del que abrió el camino a sus hermanos menores .
El protagonista lo hace muy bien. Curiosamente, su cara me recuerda a otro Robinson de la vida real, Nate, jugador de Chicago Bulls de la NBA.
Y Harrison Ford, está como la película, curioso. No diría desconocido, pero si es curioso verlo de presidente cascarrabias.
Siendo una película muy light , el final está preparado para dejar sensación agradable y podamos decir que es una buena película
El poder de una persona no reside en su agresividad, sino en su capacidad de afrontar la adversidad con trabajo, humildad y perseverancia. Esta es la moraleja que puedo destacar de un film gratificante, sereno y con buen ritmo. La modestia y disciplina biográfica del film es destacable sobre todo al no caer en el error de tratar de adoctrinarnos descaradamente con la ya tan trillada moralina del racismo. El hecho de no tener claramente definido al antihéroe cruel y malvado puede poner a más de uno nervioso. Los matices interpretativos son encantadores, sobre todo como los propios compañeros de Jackie perciben serias divergencias entre sus rancias enseñanzas y la sorprendente realidad de que la convivencia interracial no es tan trágica como les habían contado.
Ante la descolocada figura de Harrison Ford en sus últimos papeles (Un Indiana Jones caduco, Cowboys & Aliens, etc.) he de reconocer que en este caso su rol me ha resultado creíble, simpático y con mas empaque.
Aunque no sea muy partidario de las largas duraciones, en este caso puede que sus 128 min resulten necesarios para aclimatarnos debidamente. Son de esas películas que te dejan muy buen sabor de boca y te brindan la oportunidad de reflexionar.
Tampoco es necesario ser un experto en Beisbol para disfrutarla.
Lo peor. Una banda sonora empalagosa y estándar.
Lo que Jackie Robinson tuvo que superar en su incursión por el mundo de las grandes ligas allá en 1947 fue mucho mas allá de lo deportivo, se puso un uniforme identificado con el numero 42 para ir a una guerra donde se encontró solo cuando saltó al campo. Con el tiempo y sus acciones fue ganando el respeto que por derecho mereció, afirmando que su única intención era Jugar al Beisbol , es todo lo que había pedido.
Esta película además de emotiva, nos representa perfectamente los momentos vividos por el primer jugador de Béisbol Afroamericano, da detalles de los hechos cumpliendo una sencilla pero cautivadora secuencia. Para aquellos amantes del Béisbol, los deporte en general y sobre todo los derechos humanos, la encontraran muy interesante.
Recomendable. Es emotiva, sensitiva y veraz, una buena película con base histórica en las hazañas de dos hombres, el ejecutivo director de los Dodgers, Branch Rickey, encarnado por John Ford, y el tenaz Jugador de Beisbol afroamericano Jackie Robinson, personificado por Chadwick Boseman, hasta la fecha un desconocido prometedor de la pantalla grande. Ambos personajes se las verían con una pequeña parte de la historia oscura del racismo, muy presente en los estados sureños, aún no superado tras una guerra civil. De las muchas obras que ya se han producido en torno a esta lacra social, el racismo, ésta podría pasar perfectamente desapercibida, una más del montón, pero sería injusto despreciar el gran valor que significó en su día esta historia real, a mi modo de ver, una bien expresada historia dentro de un metraje que se hace cordial, un tú a tu de bofetadas emocionales que hurgan por las vísceras para hacer partícipe al espectador… Quién no sienta emoción alguna, debería hacerse preguntas… El racismo existe aún, de muchas índoles y causas, un problema más que no podemos olvidar, y de eso va la historia, del pequeño grano de arena que cada uno debe conciliar y negociar, sin perder la compostura, ni el norte.
Lo mejor de la película es el esquema de la evolución del problema racial, su eclosión en un mundo casi limitado a blancos de piel anglosajona, su visceral agresividad y el desenlace de los acontecimientos tras la lucha diaria, inicialmente, de nuestros dos mencionados personajes que, por amor al deporte, progresivamente irán ganándose al resto de personajes, todos muy acertados en situaciones muy creíbles….Y La trama Convence porque el director Brian Helgeland no ha abusado del sensacionalismo, fácil herramienta en estas causas, sino que se ha limitado a contar una historia sencilla, la de un deportista que solo pretendía jugar al Beisbol.
Es una buena película, la recomiendo.
Como ya digo en el título de la crítica es una película interesante. Interesante porque se aleja de las típicas películas de deporte y antagonismo, en las que siempre existen momentos cruciales en los que las situaciones cambian drásticamente cuando parecía que al / los protagonistas se las iban a dar crudas.
Interesante porque refleja, a mi modo de ver, de manera fidedigna el apartheid oficioso, que no oficial, de los EE.UU. de después de la II Guerra Mundial. Un mundo de contrastes, Norte – Sur, en el que las diferencias raciales son murallas difícilmente superables.
Y es interesante la película porque narra en primera persona lo que vive – sufre – disfruta el protagonista hasta convertirse en un icono en el béisbol.
Una cosa más, la película no se mete tanto en el mundo del béisbol como para que legos en este deporte no la puedan seguir.