23-F, el día más difícil del Rey (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Una biopic sobre el Rey Juan Carlos I que define la figura del monarca a partir del momento más difícil y decisivo de su vida: las horas del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, centrándose en su actuación y sus sentimientos en esos momentos y reflejando la tensión entre el ser humano y el hombre de Estado.
Detalles de la película
- Titulo Original: 23 F, el día más difícil del Rey
- Año: 2009
- Duración: 180
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Opinión de la crítica
Película
5.5
73 valoraciones en total
Desde hace un tiempo parece que RTVE viene siguiendo la senda correcta, cumpliendo con su función de servicio público y ofreciendo a los ciudadanos el mínimo exigible en contraprestación a nuestras contribuciones económicas al erario estatal.
Mientras la televisión privada, casi sin excepciones, camina por derroteros en los que único que prima es arañar un segundo de audiencia a toda costa sin importar el nivel de repugnancia de la basura ofrecida, buscando el morbo y los instintos más oscuros del telespectador y planeando contragramaciones lamentables para pisar lo bueno (es un decir) del rival, lo que no podía permitirse era que la televisión pública siguiese ese mismo camino, primero porque no es financiada principalmente con los ingresos de publicidad (aunque sea lo que más dinero da y en época de crisis no sea momento para ponerse demasiado éticos) y segundo porque por esa misma razón debe ofrecer un producto de calidad con fines educativos y de fomento de la cultura.
Las últimas series de ficción nacionales (ésta entre ellas), el alto nivel de calidad e imparcialidad de sus informativos, la oferta de películas más actuales y de mayor calidad en relación a lo que se venía ofreciendo (ahora se programan brokeback mountain o casino royale, antes se programaban miss agente especial o la vigesimonovena reposición de bonanza o la casa de la pradera), la apuesta por rejuvenecer los espacios deportivos,… hacen que empecemos a pensar (yo por lo menos) que en este aspecto el dinero que aportamos a la causa empieza a estar bien empleado.
Series como 23-F no deberían ser un islote en el océano, sino la regla general, productos que dando trabajo a los buenos actores y actrices nacionales, que algunos hay (en esta serie en concreto Lluís Homar y Emilio Gutiérrez Caba, éste último como casi siempre, están excelentes), enseñen a los españoles su historia reciente, con respeto y fidelidad a los hechos y sin preocuparse de las orientaciones políticas, o que por lo menos traten temas que nos sean más cercanos, que realmente interesen a los ciudadanos (y no es tan difícil adivinarlo). Para copiar series de abogados o de investigación criminal de los americanos dejémosles a ellos que, sinceramente, lo hacen mejor.
Todo mi aplauso a RTVE. Espero que sigan por este camino. Entonces volveré a ver esa televisión que estaba empezando a dar por perdida.
No creo que sirva de mucho esta miniserie a los que no vivieron el golpe. Pertenecen a la generación que le da más importancia a lo que leen en Internet, en donde se pueden encontrar versiones del 23-F mucho más divertidas y descabelladas que esta película para TV acartonada y algo apresurada.
Lo que se narra es una versión oficial, por supuesto, en donde se intenta presentar al Rey como un ser humano en un trance demasiado delicado para un ser humano. Nadie sabe exactamente lo que pasó entre las dos grabaciones televisivas que sí se certifican a sí mismas como auténticas: la entrada de Tejero en el Congreso a las 18,25 y la emisión del mensaje real que ponía fin al esperpento, sobre la 1,15. Especular es lícito, además de muy entretenido, allá cada cual. Yo me quedo con la versión oficial, que fue la que nos salvó en su día del desastre.
Se escoge una estructura de thriller muy adecuada para los gustos actuales. Lo demás es casi todo penoso: las creaciones de los Reyes no pasan de imitaciones (además de poco inspiradas), los diálogos son planos y grandilocuentes y las situaciones son repetitivas hasta el aburrimiento ( ¡Majestad, menganito al teléfono…! +consabido plano de sorpresa+ consabido efecto musical).
Le doy un cinco por lo que pongo en el spoiler
Yo creo que no me reía tanto con una comedia telefónica desde que vi de niño a Doris Day y Rock Hudson en «Confidencias a medianoche». Qué graciosos los actores de esta teleserie, siempre con un auricular en la mano y un cigarrillo en la otra, poniendo cara de circunstancias, tan seriecitos todos, aguantando la risa. En el futuro se verá como una obra maestra de la comedia española. Lagrimones me caían de los ojos, lo juro.
Sin entrar en valoraciones estériles sobre la óptica con la que la película se acerca a la verdad de los acontecimientos que vivió España durante aquel espectacular 23-F, cuya trastienda creo humildemente que se nos escapa sin negar que el papel del rey, independientemente del conocimiento previo que pudiera haber tenido o no del golpe, fue imprescindible para que éste fracasara (que, ya que estamos, para terminar de hacerlo bien, podía haber cerrado su discurso con un ahí queda eso y al poco tiempo haber dado carpetazo a su reinado por todo lo alto)…, pues al margen, como digo, de estas valoraciones que más que otra cosa serían elucubraciones, 23-F, el día más difícil del rey es un telefilm bastante endeble. Para mí adolece sobre todo del defecto de centrarse casi exclusivamente en el entorno íntimo del rey en Zarzuela e ignorar totalmente la situación en que quedaron los diputados, especialmente Suárez, González y Carrillo tras ser detenidos por Tejero y recluidos en una de las salas del Congreso, lo cual habría dado una mayor tensión dramática a la peli. Lo cual, en definitiva, no hace sino evidenciar que lo que este telefilm persigue no es tanto una recreación dramatizada de lo que fue el 23-F cuanto un panegírico de la figura del rey (subrayado por alguna que otra pincelada de sensiblería prescindible y por una música acaso demasiado rimbombante). El resultado es una película ahogada, constreñida, monocorde, espesa…, sin frescura, sin acción, sin riqueza, sin agilidad.
El reparto es indudablemente bueno, lo mejor con creces de la película, aunque la monotonía de los personajes termina por hacerlos cansinos. Gutiérrez Caba, que empieza haciendo un trabajo impecable, es el mejor ejemplo de esto que digo: ¡no mueve un solo músculo de su (bien compuesta) cara de estupor en toda la película! No obstante, su presencia, junto a la de Sancho, Galiardo y Dauder, es lo mejor de la película. En cuanto a Lluís Homar, simplemente resuelve con dignidad su papeleta.
En definitiva, no es tan mala como la reciente Los últimos días de Franco -que también me dio por tragarme- pero tampoco se salva.
Serie de impecable factura en la que se plasman con exactitud y de una manera intensa, los hechos que tuvieron lugar aquel día. Ha resultado ser una agradable sorpresa, ya que cuando apareció esta serie anunciada en TV, creí que no serían capaces de contar lo que pasó sin caer en la caricatura, y he de reconocer que estaba equivocado.
Los que teníamos edad en aquel momento para ser conscientes de lo que podía significar que los golpistas hubieran conseguido sus propósitos, no tendremos nunca bastantes palabras de agradecimiento por la actitud del Rey en su defensa del orden constitucional. No se trata de defender la monarquía ni nada que se le parezca, eso es otro tema, se trata de reconocer unos hechos que se relatan magníficamente en esta serie.
Es evidente que, como bien se dice al principio de la serie, las situaciones y los diálogos son inventados porque sólo los protagonistas directos los conocen, pero los hechos fundamentales de esa intentona golpista fueron así y no hay más vuelta de hoja y la pelota estuvo a punto de caer del lado de los golpistas si el Rey no se hubiera opuesto de forma resuelta a sus pretensiones. Es lamentable que algunas personas, afortunadamente sólo algunas, por desconocimiento o por algo peor, se queden en lo superficial y hablen de propaganda.
Volviendo a la serie, cabe destacar su hechura y la puesta en escena, así como las actuaciones de todos los que componen el reparto, muy bien elegidos por cierto, entre los que destacaría a Lluís Homar, a Emilio Gutiérrez Caba, a Juan Luis Gallardo y, sobre todo, a José Sancho, que borda el papel de Miláns del Bosch.
Resumiendo, una muy interesente obra sobre nuestra historia reciente sobre unos hechos que no debieron haber sucedido nunca.