Zona de guerra: el parque (TV)
Sinopsis de la película
Mitch (Tommy Lee Jones) es uno de los veteranos de la guerra de Vietnam que, al regresar a casa tras defender a su país, no encuentra la acogida que esperaba. Sin trabajo, su matrimonio se rompe y ni siquiera tiene dinero para pasar la pensión a su hijo. Todos sus conocidos tienen los mismos problemas, y cuando su mejor amigo se suicida, Mitch decide actuar y llamar la atención sobre las dificultades de la reinserción. Su plan: tomar Central Park por un espacio de 72 horas en el aniversario del Día de los Veteranos de Vietnam.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Park Is Mine (TV)
- Año: 1986
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
5.3
60 valoraciones en total
Un joven Tommy Lee Jones, da vida a Mitch, un veterano de Vietnam, que sirvió en las Fuerzas Especiales, ya hasta las narices, (como casi el resto de veteranos de tan penosa guerra), de cómo la administración norteamericana trato a dicho colectivo.
Una vez más, y con esa tan manida ley (muy yanqui, por cierto), de me tomo la justicia por mi mano, convierte Central Park, en zona militarizada a modo protesta. Pone en pie de guerra a la ciudad de New York y consigue hacerse oír (como no!)… captando la atención de los medios y la población, consiguiendo poner el problema encima de la mesa…aunque el método utilizado no fuese muy ortodoxo.
Un drama bélico filmado para la televisión, basada en la novela The park is mine de Stephen Peters (Juegos salvajes, 1998), y que tuvo cierto éxito en Europa donde fue estrenada en los cines. No esta mal la película, pero su factura de corte televisivo no le abandona en ningún momento, y le resta intensidad tanto a la acción como la historia en si. A pesar de todo, el film es interesante de principio a fin.
Steven Hilliard Stern, especialista en este tipo de productos, dirigió el también famoso telefilm, Desenfunda! (1984) protagonizado por Kirk Douglas y James Coburn. El siempre impecable Tommy Lee Jones, lleva el peso de la película, en un reparto en el que destacan Yaphet Kotto, (Alien, 1979), Helen Shaver (Los creyentes, 1987) y Lawrence Dane (Rituals, 1977) en el papel del comisionado Keller.
Zona de guerra: El parque es una visión light y más amable de El acorralado, (1982) de Ted Kotcheff y Stallone, film que luego daría vida a la trilogía de Rambo. Ambas ponen de manifiesto, el mismo problema con los veteranos de Vietnam, tan en boga en los años 80.
…pero un hombre puede marcar la diferencia si se lo propone, ¡y vaya si lo hace! Su nombre es Mitch, un ex-combatiente harto y cansado.
Cansado de un país, su propio país, que le ha dado la espalda como a tantos otros. Su misión es ser escuchado, y sólo hay un modo: tomar el control de los más de 800 acres de Central Park a base de artillería y explosivos.
¿Cuántas reliquias habrá salidas directamente para el mercado del vídeo de las que la gente ya no se acuerda? Muchas, la verdad. Películas que hace décadas eran carne de videoclub y cuyas carátulas dejaban catatónicos a los jovenes. La de Zona de Guerra: El Parque (con un imponente Tommy Lee Jones empuñando un rifle sobre unos coches de policía que explotaban) no necesitó mucho para encandilarme también, un film realizado para la televisión en los 80 que mi padre desempolvó, quizá por nostalgia, alegando que se lo pasó de miedo cuando lo vio en la cafetería del barrio con unos 20 años.
Dicha película provenía de la novela de Stephen Peters de mismo nombre y estaría dirigida por el recientemente desaparecido Steven H. Stern, experto de producciones y series televisivas más recordado por el drama Running , que protagonizaba un joven Michael Douglas en 1.979, y el western Desenfunda , con el padre del anterior junto a James Coburn. Zona de Guerra: El Parque volvía a hacer hincapié, de una forma increíble y a tono con su estilo exploitation , en uno de los temas más recurrentes del cine de acción y drama de la década: la Guerra de Vietnam.
Pero no trataba sobre la guerra en sí, sino sobre aquellos hombres que volvieron de ella. Hombres incapaces de reinsertarse en una sociedad injusta por más que en su interior sólo anidase un deseo de paz absoluta, la misma que les negó su propio Gobierno al enviarles a matar y ver morir a sus compañeros y amigos en una guerra absurda de principio a fin, hombres otrora condecorados y ahora perseguidos por la intolerancia de unos conciudadanos que ejercen como pocos el desprecio y el desamparo, americanos que siempre vieron a sus propios soldados convertidos en cómplices directos de algunos de los más abyectos crímenes contra la Humanidad.
Mitch es uno de ellos, y esa situación, unida a la imposibilidad de encontrar un trabajo digno y al poco respeto que le tiene su ex-mujer, que sólo piensa en la pensión que le tiene pasar, le ha hecho decir basta. Con la ayuda de un arsenal que le deja un compañero de guerra y con la intención de que toda la ciudad de New York, y todo el país si fuera posible, le preste atención, Mitch se atrinchera en Central Park llenando el lugar de explosivos, no desea hacer daño a nadie, sólo ser capaz de aguantar hasta el Día del Veterano y de abrir los ojos a la gente…pero claro, tales acciones no están bien vistas por los políticos de la ciudad ni por los agentes de la ley, quienes le consideran poco más que un chiflado.
De este modo, Mitch, con sus rifles, lanzagranadas y minas explosivas, transformando el parque de la ciudad en una nueva Vietnam, se convierte no sólo en la voz de los veteranos de guerra, sino en la de todos los ciudadanos olvidados, su voz es la de un pueblo insatisfecho, que vive bajo el yugo de la corrupción, la crisis y la violencia, un pueblo que por supuesto le acaba brindando todo su apoyo: lo que ese tipo está haciendo es como hablar en nombre de todos nosotros […] esto sólo pasa en América , dicen al periodista. En efecto, no es la primera vez que los americanos se vuelven contra su propio sistema.
Pero Zona de Guerra: El Parque , como película en sí, funciona hasta cierto punto, sobresaliendo su capacidad de entretenimiento por encima de su tono reivindicativo, si bien es una variante más del Acorralado de Kotcheff, aunque trasladando el escenario natural a la ciudad de Manhattan, una osadía que plantea numerosas incoherencias (¿dos sanguinarios mercenarios contratados para entrar en Central Park?…bueno, podría ser) resueltas, sin embargo, con rapidez por Stern, quien además logra unas escenas de acción muy dignas (todo lo dignas que puedan ser en una producción televisiva como esta), adornadas de una manera especial por la emocionante música de los Tangerine Dream.
Siete años antes de ganar el Oscar por encarnar a Sam Gerard en El Fugitivo , un Tommy Lee Jones más duro que nunca le echa narices y se convierte en el maestro de ceremonias de la película haciendo sombra a todos los demás actores, donde realmente sólo destacan Helen Shaver, la zorra cocainómana de Clave: Omega , y el que fuera uno de los astros del blaxploitation (amén de haber aparecido en grandes títulos como Alien o Brubaker ), Yaphet Kotto.
Por momentos trepidante aunque lastrada inevitablemente por su estética televisiva. El amargo final inventado por Stern también suaviza mucho el mensaje de denuncia lanzado durante toda la película: no interesa que el protagonista acabe como un héroe, sino más bien como un pobre desgraciado que ha quebrantado las leyes del sistema contra el que intentaba luchar, por lo cual será convenientemente juzgado y, a todas luces, procesado.
Mitch (Tommy Lee Jones) es un veterano más de la guerra de Vietnam que trata de reajustarse nuevamente a la sociedad. La mayoría de estos excombatientes tiene serios problemas de adaptación, desajustes mentales y problemas para conseguir empleo como los males clásicos en ellos. ¡Mitch no es la excepción!
Para el fin de semana del Día del Veterano, Mitch planifica llevar a cabo una verdadera recordación que la cuidad de New York nunca olvidara. ¡Tomara por asalto el Central Park!
La Policía neoyorquina y las fuerzas del orden público en general intentaran en vano hacerle frente a Mitch, pero este seguirá hasta las últimas consecuencias. Una camarógrafo caza noticias, Valery (Helen Shaver), logra contactarlo y le ofrecerá su cámara para que exprese su disconformidad ante la opinión pública.
El film está basado en la novela del mismo nombre, The Park Is Mine (1981), del escritor estadounidense Stephen Peters (1947- ).
El tema del excombatiente de guerra que regresa a reintegrarse a la sociedad y que tiene serios problemas no es nuevo en el cine. Recordemos a Taxi Driver (1976) con Robert De Niro, First Blood (1982) con Sylvester Stallone, entre otros.
El productor canadiense Claude Heroux (habitual en la filmografía de David Cronenberg) contó con el director Steven Hilliard Stern (que perpetró en 1979 el drama deportivo Running con Michael Douglas) para llevar a cabo una revisión más sencilla y no tan espectacular de ese Rambo que dirigió Ted Kotcheff en la muy interesante Acorralado (First Blood, 1982), pero trasladando una acción similar en pleno pulmón verde de Nueva York y tomando Central Park como escenario de la lucha por una causa perdida.
Un Tommy Lee Jones que no llegaba a los cuarenta años y que desde esa época solamente había intervenido de secundario en destacables películas como Love Story (1971) de Arthur Hiller o aquell thriller paranormal dirigido por Irvin Kershner con guión de John Carpenter, titulado Los ojos de Laura Mars (Eyes of Laura Mars, 1978), adquirió protagonismo en ésta película de acción, deudora de Rambo y en que el futuro protagonista y director de Los Tres Entierros de Melquiades Estrada (The Three Burials of Melquiades Estrada, 2005) se mete en la piel de un veterano de la Guerra de Vietnam dispuesto a pedir explicaciones a un sistema y un gobierno que lo han condenado al fracaso y al olvido.
Un argumento muy familiarizado con ése tipo de cine reaccionario al problema de Vietnam sin escudriñar en su característico mensaje de denuncia por lo que se toma más en serio su condición de producto destinado al entretenimiento.
Reconozco que me he quedado un poco ko al enterarme que esta película fue rodada para la televisión y no para la pantalla grande como yo creía. Aunque que duda cabe que esta supera a muchas tv movies de la actualidad. Lo que me ha decepcionado de esta historia es que tiene suficientes elementos tanto de denuncia como de acción pero no son para nada aprovechados, por lo que el filme pierde muchos puntos.
La odisea del veterano de guerra que busca de forma algo violenta la consideración y respeto para él y sus compañeros de armas se inicia de forma curiosa pero atropellada y todo va con demasiada prisa y así va perdiendo fuelle debido a la repetición constante de unos esquemas y una falta de valentía por parte de su director de no querer ir más allá de lo que en un principio la historia parece prometer. Todo se cuenta desde una perspectiva televisiva que impide una realización más compleja visualmente hablando.
Steven Hilliard Stern, el cual es un experto en producciones para la tele, realiza una dirección fría y acartonada, con poca garra. Y cuando la trama debería ponerse tensa, la realización de Steven y un insulso guión, obra de Lyle Gorch (basado en una novela de Stephen Peters) no ayuda nada a que la cosa levante el vuelo. Todo lo que le ocurre al protagonista se queda a mitad de camino de lo que podía haber sido. El guión se queda corto y no consigue ahondar y explotar la historia como debería no llegando a tener una continuación de la parte más interesante, la que disputa el protagonista (un jovencísimo Tommy Lee Jones) con los altos mandos de la ciudad y su enfrentamiento con la policía, fuera de los simples marcos del drama televisivo, lo que perjudica a una trama que requería algo más.
De todos modos, la peli no aburre si no buscas más de lo que te ofrece. Vista en la actualidad, uno comprende que con un guión más currado, una dirección más acorde al cine de acción, esta historia habría dado muchísimo más de si y mejor. Lo mejor es el reparto donde además del citado Tommy vemos unos desaparecidos en la actualidad como Yaphet Kotto (Los jueces de la ley, Pesadilla final, la muerte de Freddy, Brubaker) y Helen Shaver (El color del dinero, Clave Omega, Los creyentes).