Zigeunerweisen (Tsigoineruwaizen)
Sinopsis de la película
La película narra la historia de Aochi, un profesor de alemán que va de vacaciones a una ciudad balnearia. Allí volverá a ver a Nakasako, excompañero de estudios, vagabundo y asesino en serie…
Detalles de la película
- Titulo Original: Tsigoineruwaizen (Zigeunerweisen)
- Año: 1980
- Duración: 144
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te citamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.2
38 valoraciones en total
¿Qué misterios se esconden tras los espejos, los huesos de color rojo y las voces que proceden de un lugar indeterminado entre la tierra de los vivos y la de los muertos?
Sólo con los cuentos y la fantasía sería posible explicar los muchos enigmas que este mundo oculta tras su engañosa apariencia y cotidianidad. Bienvenidos a la era Taisho más sorprendente e inimaginable.
En el cine japonés de los recién iniciados 80 el V-Cinema empezará a sustituir a las grandes productoras y los films de bajo presupuesto, la mayoría eróticos, ganarán mucha popularidad, pero aún aparecen obras como El Asesino del Shogun , Exterminio y la monumental Kagemusha , el mismo año que Kurosawa resurge de sus cenizas también lo hace Seijun Suzuki, quien ha sobrevivido a una década de ostracismo tras su polémico despido de Nikkatsu dirigiendo y actuando en televisión y dedicándose a otros trabajos personales. Hishu Monogatari , que inicia su libertad en 1.977, es un fracaso de taquilla y de crítica.
Durante el paso de los años el director quiere hacer algo distinto, algo que signifique su total distanciamiento de lo que hacía para la productora de Kyusaku Hori, por eso prepara una serie de historias y fábulas que discute con varios de sus longevos colaboradores. Junto al controvertido guionista Yozo Tanaka ( Flower & Snake , Trapped in Lust ) modela un argumento inspirado en una novela de Hyakken Uchida, cuyo estilo fantástico e irreverente encaja bien con el suyo: Sarasate no Ban , en la que el tema cobrará importancia en la obra resultante, a la cual bautiza Zigeunerweisen , título de la famosa pieza del compositor Pablo de Sarasate. Pero si esta obra es posible es gracias a la ayuda del productor teatral Genjiro Arato.
Un gramófono inicia la película, más bien un susurro que se escucha a través del disco que (no) se está reproduciendo. La voz fantasma causa la incertidumbre y los presentes, a los que no vemos, se preguntan de dónde ha venido, dicha voz es en realidad la del compositor, la que hizo tan conocida su pieza, pero este misterioso suceso pone sobre aviso de que habrá cosas que vendrán de lugares desconocidos a los cuales no podemos acceder por medio de la lógica y la razón. Tras esto, un asesinato en una playa, perpetrado por un inquietante individuo llamado Nakasago que sale indemne gracias a su viejo amigo Toyojiro, un lacónico profesor de alemán.
Suzuki nos sumerge en una era Taisho extraña y sugerente, la recuperación económica, las influencias extranjeras, el surgimiento de ideales socialistas y anarquistas y la expansión económica y política tras la 1.ª Guerra Mundial es un telón de fondo más bien metafórico, porque se centra en el exotismo que le brinda este escenario insular para reparar en la amistad entre Toyojiro y Nakasago, profesor convertido en hermitaño, quienes comparten estancia en una posada junto a una atractiva geisha, Ine, este trío de personajes será vigilado desde la distancia por uno aún más pintoresco compuesto por vagabundos ciegos cuyas hedonistas baladas pretenden dar un significado (alegórico, claro) a la relación de los anteriores.
(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)
Mientras, la enfermiza obsesión de Nakasago por el color rojo de los huesos (deseando deshacerse de las apariencias y mentiras que esconde la piel y la carne para llegar hasta lo más profundo del alma humana) y una voz extraña de permanente presencia que nace del gramófono, son los otros dos elementos clave del ininteligible argumento, el cual también se nutrirá del folklore japonés habitado por fantasmas y otros espíritus.
Todos los personajes podrían ser de hecho almas deambulantes que flotan en la inmensidad del espacio sensible (fuyurei), e Ine acaba figurando al ubume del folklore (tanto más cuanto que sustituye a Sono como madre).
El poco presupuesto no impide a Suzuki disponer un hipnótico imaginario de color, misterio, erotismo, alegorías y un sinfín de locuras surrealistas donde por supuesto deja que se infiltre su irreverente humor negro, todo ello a lo largo de una trama que discurre densa y sobria pese a su violencia y locura interiores. Mientras la puesta en escena, la dirección artística y la inventiva sobresalen por encima de todo, cabe señalar las impagables actuaciones de Akaji Maro, Kisako Makishi, Yoshio Harada, aquella joven Naoko Otani en un doble papel y un impertérrito Toshiya Fujita que deja su rol de director (suyas son Lady Snowblood y algunas entregas de la saga Stray Cat Rock ) y actúa gustoso a las órdenes de Suzuki.
Éste, que ya puede respirar tranquilo sin las cadenas asfixiantes de Nikkatsu, pone todo su talento tras la cámara al servicio de una fábula bella y cautivadora a su modo, y que atraviesa la realidad con un sentido del humor único, ese que solamente pertenece a Suzuki y a nadie más. Ante todo Zigeunerweisen es una locura de art film onírico y tradición kabuki, y el nipón no hace por ocultar sus intenciones. Se inicia de este modo, y con gran éxito además (ganando el aplauso del público y la crítica y varios galardones) la primera de las obras que conformarán la llamada Trilogía Taisho del cineasta, completada con las superiores Kagero-za y Yumeji .
Por fin descubrimos el auténtico genio de Suzuki, y todo lo que puede abarcar su potencial.
Muy bien en algunas partes y deja algunas imágenes, aunque no tantas, para la memoria, se trata de una historia de dos amigos, y la lógica de esta se va desmembrando poco a poco, para terminar en pesadilla. Mi escena favorita es cuando dos personajes caminan entre la naturaleza y señalan a un puente, dónde hay gente viendo fuergos artificiales, con una atmósfera de sueño que la hace recalcable.
Se hace algo pesada, pero es interesante de ver.