Yo la conocía bien
Sinopsis de la película
Adriana llega a Roma desde la provincia de Pistoia para intentar entrar en el mundo del cine. Una vez en la capital colecciona amantes y oficios, aunque muchos hombres intentan aprovecharse de ella, porque Adriana es guapa e ingenua y jamás vive el día a día, porque eso la forzaría a programas complicados. Así que vive minuto a minuto: tomar el sol, escuchar discos, bailar son sus únicas actividades. Por lo demás, es voluble, inconstante, siempre necesita nuevas y cortas reuniones, no importa con quién: con ella misma, nunca.
Detalles de la película
- Titulo Original: Io la conoscevo bene
- Año: 1965
- Duración: 99
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
6.9
31 valoraciones en total
Hay películas que tienen un pequeño bache, menos las obras maestras absolutas la mayoría de películas cuentan con un valle, un bajón, cositas de esas que tanto nos gusta criticar… Buff, lo de esta película de Pietrangeli es un bajón absoluto, no sé ni por dónde empezar, aunque lo más clásico es apuntar a su duración, porque es larga como un día sin pan. Llegué aquí animado por una comedia del mismo director, Fantasmas en Roma , también de los años sesenta y bastante más desconocida que esta historia de una chica que no va a ninguna parte, que parece no sentir ni padecer y que apenas transmite ni desilusión ni pena. Podría ser una historia dramática, podría ser una tragicomedia (de eso los italianos en esta época eran los maestros) y sin embargo queda un pastel átono, un bache tras otro, qué digo, un valle absoluto que ni dice ni cuenta nada interesante. Dicho ya de una vez, parece francesa en lugar de italiana.
Digo mala y tal vez me haya pasado, pero es lo que tiene que te den una bofetada con una historia que es una nadería, una cursilada, algo que no aporta nada que no se escriba con una frase. La chica está de muy buen ver pero apenas enseña una nalga, o sea que ni siquiera los mediocres nos llevamos una satisfacción como la de ver algo más que su cara bonita.
Una de esas clásicas películas italianas de los 60 en las que, se hable de lo que se hable, encandila por la forma. La elegancia de los modelos de Stefania Sandrelli, la sobriedad de los monumentos, lo metafísico de la noche. Todo se conjuga para hablarnos de lo superfluo de la vanidad, encarnada por la mencionada actriz, cuya alegría y confianza ciega en ese tipo de valores irá provocándole determinados desencuentros, filmados brillantemente por Pietrangeli. Un clásico verdaderamente actual
Hoy he tenido una experiencia singular, digna de destacar.
He conocido a Milena, una muchacha hermosa, excitante.
Todo le va bien, siempre está contenta.
No quiere nada, no envidia a nadie, no es curiosa.
No se sorprende de nada, no siente las humillaciones.
Sin embargo, pobre niña, le pasan cosas todos los días.
Le resbala todo, sin dejar huella, como en ciertos tejidos impermeables.
Ambición, cero. Moral, ninguna.
Ni tan solo dinero, porque ni siquiera es una puta.
Para ella, el ayer y el mañana no existen.
Ni siquiera vive el día a día, porque se vería obligada
a hacerse planes demasiado complicados.
Por tanto, vive el minuto a minuto.
Tomar el sol, escuchar discos y bailar son sus únicas actividades.
En lo demás es voluble, inconstante,
siempre necesitada de encuentros nuevos y breves.
No importa con quién, jamás consigo misma.
Una película interesante pero malograda en parte, pues todo lo que ofrece, así como su planteamiento la harían acreedora a resultados excelentes que se quedan a medio camino, sobre todo por la irregular dirección de Pietrangeli y por un desarrollo que acusa baches importantes.
Relata la vida de una bella y joven piamontesa que va a Roma en busca de la fama, encontrado sin embargo solamente el ser engañada y utilizada por los hombres. Ésta es interpretada por Stefania Sandrelli, con mucho lo más convincente y mejor de la película, pues responde perfectamente a la mezcla de ingenuidad y desarmante belleza de su personaje. Buen empleo de la música e importante reparto completado con Jean Claude Brialy, Robert Hoffman, Joachim Fuchsberger, Franco Nero, Franco Fabrizi…