Yaksha: Operaciones despiadadas
Sinopsis de la película
Un líder de operaciones encubiertas notoriamente despiadado recibe el apodo de Yaksha, en honor a un espíritu devorador de humanos. Un fiscal decide investigarlo, para descubrir una misión que podría sacudir a todo el continente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Yaksha: Ruthless Operations
- Año: 2022
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
5.5
34 valoraciones en total
¿Te apetece una película con muchísima acción, escenas inolvidables y un color como pocas veces antes habías visto en una cinta de espías y acción? Solo tienes que irte a Netflix y ponerte la recién estrenada ‘Yaksha: operaciones despiadadas’. En ella vas a encontrar todos estos ingredientes sumados a un reparto de calidad y una historia lo suficientemente interesante para mantenerte enganchada y atenta a todo lo que ocurre desde el minuto uno.
¡Qué imponente es Hong Kong! Imposible sacarse de la cabeza ese skyline. ‘Yaksha: operaciones despiadadas’ escoge un territorio que es una miríada de relaciones internacionales frágiles que se nutren de mentiras, favores y medias verdades y nos plantea una historia de espías en las que las lealtades no están siempre claras pero que sobre todo destaca por cómo esconde tras sus neones y calles abarrotadas los intereses de unos pocos por encima de lo humanamente correcto.
El fiscal
Park Hae-soo da vida a Han Ji-hoon. Si, lo has visto en ‘El juego del calamar‘, aunque aquí dará vida a un ex-fiscal del distrito central de Seúl que acaba como inspector en la rama de Shenyang dentro de la Agencia Nacional de Inteligencia. Un hombre que cree que la justicia solo debe ser conseguida siguiendo las normas. Cuando sale del despacho y entra en el campo de acción pasa más tiempo asustado y en alerta que respirando, pero aún así aguanta el tipo y pero acaba sorprendiendo ya que hay él mucho más de lo que deja ver a simple vista.
El espía
Sol Kyung-gu se mete en la piel de Ji Kang-in, el líder del grupo de operaciones encubiertas del NIS, conocido bajo el nombre Yaksha. Se trata de un agente capaz de todo por mantener la justicia en una balanza equilibrada. Para él no hay ley, solo bien o mal, según sus propias creencias, lo cual le hará chocar frontalmente con Ha Ji-hoon, quien idealiza demasiado el sistema judicial. Un sistema que falla, abandona y olvida a quienes no tienen poder suficiente para manipular la balanza a su favor.
Por supuesto, para una buena película de espías necesitas un equipo de trabajo de élite, y en ‘Yaksha: operaciones despiadadas’ el elenco no podría estar mejor nutrido. Si quieres un equipo de Black OPS como dios manda tienes que llamar a…
Lee El, que interpreta Hee-won, la más veterana dentro del equipo. La recuerdas de la increíble ‘Man on High Heels‘ y del K-drama ‘Dr. Brain‘. Sus escenas de acción son impecables y sus diálogos, aunque breves son sólidos, aportando al conjunto sobriedad.
Song Jae-rim es Jae-gyu, el agente con tiro impecable y mucha mala leche dentro del equipo de operaciones especiales. Si viste ‘Limpia con pasión por ahora‘ te suena de eso, aunque este pasado año ha aparecido en la aclamada por los fans ‘Work Later, Drink Now‘. Park Jin-young interpreta a Jeong-dae, el más joven del equipo es quizá el más reconocido del elenco para las dramalovers ya que ha aparecido en ‘Cuando florece mi amor‘ o ‘Derritiéndome suavemente‘.
Por supuesto hay malo malísimo
Hiroyuki Ikeuchi es Ozawa Yoshinobu, un espía japonés cuya historia con nuestro protagonista va mucho más allá de algunos enfrentamientos en misiones aisladas en el pasado. La avaricia y las ansias de poder le llevarán a urdir un extenso plan de alianzas acompañadas de deslealtades que podrían poner en jaque la seguridad de los espías surcoreanos en todo el planeta.
Cómo puedes ver, el guion no tiene nada de especial. Los personajes están bien planteados y colocados dentro de la historia, pero ninguno de ellos cuenta con una profundidad o sensibilidad especial que los hagan destacar por encima del conjunto. Has venido a ver un thriller de acción y eso es lo que vas a llevarte puesto, ni más ni menos. No busques nada profundo, especial o novedoso. Aún así es un gusto ver como el guion mezcla, gracias a las interacciones de sus personajes lo políticamente correcto con lo moral y por supuesto con la ilegalidad más deplorable.
Los espías que se presentan son conscientes de su doble moral y tienen una necesidad imperiosa de saltarse las normas necesarias para llevar a buen puerto una operación por la que ellos morirían. Es ahí donde chocan las personalidades de los protagonistas y donde verdaderamente disfrutarás de sus transformaciones.
A nivel técnico quedarás maravillada. No importa que las secuencias de acción sean en la carretera o en un bloque de edificios. Las balas vuelan y la cámara con ellas. El montaje y la edición posterior son extraordinarias. Las escenas son fluidas, rápidas y de una intensidad envidiable, y aún así no pierden el toque cómico que las hace ligeras, ni la seriedad justa que necesita el dramatismo de una historia compleja y de trascendencia internacional. Están en juego las relaciones internacionales y la frágil estabilidad y paz en una zona del Pacífico en que una cerilla mal apagada puede prenderle fuego a todo el trabajo diplomático de las últimas décadas en cuestión de segundos.
¿Será capaz un fiscal cuya conciencia y forma de actuar rozan lo impoluto sobrevivir en un mundo de profundos grises? Para descubrirlo tendrás que darte antes un baño de escenas a puñetazo limpio bajo la sofocante lluvia hongkonesa, tendrás que esquivar balas por doquier y sobrevivir a más de un tipo de tortura, pero merecerá la pena.
Nota 3,3 sobre 5
http://www.magazinema.es
Las pelis de acción tienen ese no se qué…no, mentira, las pelis de acción nos gustan porque todo explota, la cámara va rápido, la gente muere y vuela por los aires. Por este tipo de cosas se puede llegar a disimular hasta el más disparatado e intragable de los guiones. En Yaksha, sin embargo, pasó eso que no debía pasar: cuando el guión se nota demasiado.
Asia es un caos. Eso nos dice la peli. No se desata la tercera guerra mundial de pura casualidad. Desde China, Japón y Korea nos llegan todo tipo de rumores sobre traiciones, espionaje, trabajo sucio y mucha noticia encubierta. Para ésto, un fiscal inspector debe cooperar con una banda mafiosa, para estatal, que está al mando de un tal Yaksha. Aquí se dará cuenta que el lecho de rosas donde está apoyado, ese etermo lema hay que ser justos se pone a prueba.
Aquí es donde la situación va perdiendo fuelle. Una cosa es estar sorprendido y otra es ver como este prota mantiene su postura cuando sus propios compañeros ejecutan gente, incluso torturándola previamente. Al inicio se lo puede entender desde su ingenuidad, pero insistir con los valores en ese ambiente…su vida en la historia está regalada y se mata gente por mucho menos.
A esta peli le gusta montar un caos, pero siempre fuera de cámara. Existen las típicas escenas de acción, bien plasmadas, pero luego se nos presenta un desastre trás otro y la brigada llega con el pollo salido del horno. Secuestraron a alguien, no se vio. Entraron a la fuerza armando un caos de vidrios rotos y cadáveres, no se vio. La brigada llega tarde, el espectador llega tarde y el cine de acción empieza a verse descafeinado. Personajes nuevos/comparsa que entran y salen, la historia les da una importancia emocional y efímera que no cuela. Son operaciones despiadadas, aquí el melodrama suele quedar un poquito impostado.
Entre atropellos y la justicia corriendo para no perder su lugar, Yaksha transcurre como un auto sin nadie al volante. Se salvan algunos diálogos, algunos personajes bien delineados. Poquillo pillo.
La típica cinta de acción de Corea del Sur, bien rodada y con una factura técnica más que encomiable.
El guión es demasiado intrincado, con una clara vertiente política en la que intervienen mil espías, los de Japon, China, las dos Coreas, hasta independientes, con lo que habrá mil matices políticos que a los no muy duchos en estos temas, entre los que sin duda me encontro, se nos escaparán.
Aunque su ritmo es vivo y entretiene, la trama no es demasiado consistente, con toques idealistas, incluso infantiles, con constantes invocaciones a la justicia..
Se deja ver bien durante la mayor parte del metraje porque consigue que el contraste entre los dos protagonistas esté bien delimitado y bien tratado, porque su evolución y la de lo que cada uno representa (el idealismo de la justicia como una idea pura frente al prágmatismo con el que ha de acometerse la injusticia) está tratado con singularidad. También porque las secuencias de acción resultan vistosas, aunque algo rutinarias. Pero todo decae en su parte final, tanto argumentalmente como en su desarrollo narrativo, con constantes giros de guión que no dicen demasiado, que acaban por desvirtuar la sobriedad que venía manteniendo.
En definitiva, entretiene aunque va claramente de mas a menos. Si fuera al revés, con un final más potente y limpio sí que estariamos hablando de una película más que decente.