Winter Flies

4 comentarios en «Winter Flies»

1. ¿Cómo puede ser que la mejor película que hay en cartelera se proyecte en tan pocos cines? Así va el mundo. Al menos ha sido multipremiada en su país de origen, y aún me queda la esperanza de que con el paso del tiempo esta pequeña joya termine ocupando el lugar que merece, también fuera de sus fronteras.
   
   En el momento de escribir esto, solo tiene una crítica en FilmAffinity, de alguien que entiende realmente de cine y, aunque no le dé más un 7, prácticamente solo dice cosas positivas, y muy certeramente destaca que lo peor es que pasará completamente desapercibida. Se me parte el corazón al pensar que la mitad de críticas de esta película vayan a ser mis líneas infames. Así que animaos y escribid algo bonito.
   
   El que se anime a verla como buenamente pueda no quedará decepcionado con esta especie de road movie adolescente made in Chequia. Por lo poco que he visto de cine checo, parece que siempre les acompaña un agudo sentido del humor, por lo general bastante negro o absurdo. En esta ocasión también nos ofrece algunas dosis de ternura y autenticidad.
   
   No sé de dónde habrá sacado el director a la pareja protagonista, pero forman un dúo cómico casi de libro, tan afinado que al final nos quedamos con las ganas de contemplar más aventuras de Mára y Heduš.
   
   Gustará a: el Vaquilla, moscas, Torrente
   
   No gustará a: policías, peces, jerseys

2. Una road movie de iniciación, relata las aventuras de dos chicos inmaduros que roban un coche para alejarse de su pueblo natal y huir de sus familias. La película contiene unas cuantas anécdotas muy sencillas, que se van desarrollando mientras Mára (uno de los chicos) conversa con una policía de todo lo que rodeó al robo del viejo Audi.
   
   El punto de vista fluye con naturalidad: un adolescente sin experiencia, dándoselas de conocedor del mundo. Durante el interrogatorio (hablándole a su mismo nivel) comparte un cigarrillo con esa mujer policía.
   
   La amistad de los chicos es genuina, ambos confían plenamente en el otro. Van recorriendo parajes invernales y esquivando a la policía. La actuación de los dos protagónicos es lo mejor del film, con diálogos cómplices mientras Mára se queda dormido al volante y el automóvil se conduce solo hasta la cabaña de su abuelo. La música está muy bien elegida, juguetona (algo de rap) y ensoñadora en ese viaje nocturno donde los sueños los llevarán a un lugar seguro.
   
   La metáfora de las moscas de invierno (desplegada en la comisaría) es tan simple como la anécdota del film. Se trata de dos chicos en busca de aventuras en medio del crudo invierno, nada más que eso.
   
   La fotografía es otro punto alto de la cinta y enmarca correctamente las aventuras de los amigos. El montaje entre los acontecimientos del cuartel y el viaje por carretera también destaca por su fluidez, y las imágenes más logradas coinciden con momentos de silencio acompañados de una tenue música de fondo.
   
   Es un cuento de infancia, nada de lo que sucede es realmente grave.
   
   Ya están listos para otra aventura en medio de los parajes de República Checa.

3. El tercer largometraje del esloveno Olmo Omerzu, que le valió un premio al mejor director en el Festival de Karlovy Vary, es una road movie protagonizada por dos adolescentes, Marek y Hedus, que recorren las carreteras checas con un coche robado, sin un rumbo prefijado y solamente con la perspectiva de unirse a la Legión Extranjera como un propósito claro, al menos para uno de ellos.
   
   La trama de Winter Flies , como corresponde al tipo de historia que es, no refleja la búsqueda de un objetivo concreto, pero tampoco se muestra dependiente de la linealidad temporal. De hecho, su narración se sucede en fragmentos anecdóticos del viaje que se intercalan con el interrogatorio de una policía que trata de sonsacar información a Marek sobre el robo. Esta constante ida y venida entre ambos escenarios no llega a estructurarse como flashbacks, ni como una reconstrucción de los hechos, los falsos testimonios de Marek son desmentidos por las escenas que vemos inmediatamente antes o después de sus declaraciones, en ningún momento se ven reforzados. Es un juego narrativo que podría calificarse de gratuito, pero que la película utiliza para darnos a conocer varias facetas del personaje de forma simultánea y de paso dar una cierta ilusión de ambigüedad.
   
   En todo caso, pese a lo entretenido de los despistes de Marek en el interrogatorio, el grueso de la película es el viaje, y es el que genera todas las imágenes más eficaces y memorables, con la relación entre Marek y Hedus y la interacción con los distintos elementos con los que se encuentran (el perro al que salvan, la autoestopista atractiva, el abuelo de Marek). Y si hay algo me llama la atención del estilo que imprime Omerzu es su retrato de los dos adolescentes como personajes en esencia ilusos, sin experiencia en la vida, tratando de aparentar madurez… y en no pocas ocasiones abiertamente inmorales, pervertidos y malévolos en intenciones, hasta rozar la incomodidad. En ese sentido la cinta juega con un elemento de morbo, en particular en las escenas con la autoestopista, de conocer una faceta de éstos más bien antipática y de verlos a punto de cometer una barbaridad, algo de lo que siempre acaba retrayéndose, quedando actos inofensivos en la práctica, que no abandonan esa sensación inquietante y levemente perturbadora. Es un juego retorcido que nunca se traduce en acciones reprobables.
   
   Pero no es eso, lo más llamativo conceptualmente en principio, lo que genera los mejores momentos de Winter Flies . De hecho no puedo decir que me parezca, en ese sentido, una gran película. Pasando de largo por lo obvio de sus metáforas —que resulta molesto a veces—, la impresión que me da es la de una idea interesante que sencillamente no llega a más, no por falta de ambiciones ni por no saber lo que pretende sino por una cierta torpeza y puerilidad mezclando tonos de la que no puede desprenderse del todo, y por no lograr que esta personalidad propia brille en una dirección narrativa y una temática, la de la rebeldía y la búsqueda de identidad adolescente, que se han tratado en muchas ocasiones en el cine bajo perspectivas variadas.
   
   Al contrario. Lo mejor del filme es casi lo más sencillo, lo que parece, a nivel discursivo, más ligero y desechable. Mi secuencia favorita es una en la que ambos protagonistas se quedan dormidos en el coche y el piloto automático les lleva por un viaje nocturno apacible y sin sobresaltos. No hay interacción ni reflexión ahí, sólo hay disfrute y ambiente. Es algo prácticamente mágico, que indica que pese a sus carencias, Winter Flies tiene atmósfera, que en momentos concretos sabe utilizarla, y que funciona mejor en ese ámbito que en sus otros planteamientos. Y si toda ella fuera así, nos encontraríamos sin duda ante una cinta memorable en vez del producto aceptable con destellos ocasionales que termina siendo. Aunque, por otro lado, tal vez así nos estaríamos perdiendo su aporte conceptual. Que no será redondo ni fascinante, aunque sí es, desde luego, valioso.
   
   Texto escrito para Cine Maldito.

4. No todos los días nos llegan propuestas interesantes desde Republica Checa, Winter Flies es una road movie del joven director Olmo Omerzu, se trata de su tercer largometraje. La película tuvo su estreno internacional en el Festival internacional de Karlovy Vary donde obtuvo el premio al mejor director, en nuestro país su presentación tuvo lugar en el Festival de Cine de Gijón donde obtuvo el premio Fipresci a la mejor película dentro de la sección Rellumes.
   
   Nos cuenta la historia de dos chicos jóvenes que deciden escapar de su ciudad natal y ponen rumbo a un destino desconocido en un coche que acaban de robar. Durante el viaje vivirán infinidad de aventuras y conocerán a una chica algo mayor que ellos que les despertará todos sus deseos tanto sexuales como delictivos. De forma alterna a la historia del viaje, vamos viendo como uno de los personajes está siendo interrogado en una comisaría.
   
   La película te atrapa desde el principio, vamos viendo esa inocencia e impulsividad de los jóvenes de hoy en día, los protagonistas tienen esa necesidad de descubrirse a ellos mismos, de vivir, de ser queridos. Queda claro en todo momento que no tienen una buena relación con sus familiares y lo que necesitan es sentirse acompañados, el vinculo que forma la pareja de amigos, es una amistad de las quedan grabadas para siempre.
   
   El guion podría haber sido mucho más trágico, el director evita las situaciones más dramáticas combinando momentos más oscuros con otros donde en sentido del humor es la base fundamental. La culpa de que todo funcione tan bien la tienen los dos actores protagonistas. Entre los momentos más divertidos podemos destacar como el deseo y las hormonas les juegan un mala pasada a los dos protagonistas.
   
   El viaje les llevará hasta la casa del abuelo de uno de ellos, es la única persona por la que el joven tiene algún afecto, descubrirán que está enfermo y en ese momento es donde veremos al joven es un estado más realista, donde descubre que puede perder a la única persona que se ha preocupado por él.
   
   En definitiva estamos ante una gran sorpresa, es una película emotiva, divertida con una gran fotografía y muy bien dirigida, pero sobre todo magníficamente interpretada. Muy recomendable.
   
   Lo mejor: Los dos jóvenes protagonistas y sus aventuras.
   
   Lo peor: Que pase completamente desapercibida por la cartelera.
   
   Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net