Wicked City
Sinopsis de la película
Criaturas demoníacas se han introducido en nuestro mundo provenientes de una dimensión paralela. Se trata de un fenómeno que viene ocurriendo desde hace varias décadas, motivo por el cual se creó un cuerpo especial encargado de controlar a estas fuerzas invasoras: los guardias negros. Recientemente, contactos entre los gobiernos de nuestro mundo y mandatarios de la dimensión paralela han propiciado un acuerdo de paz que necesita ser ratificado. Renzaburo Taki, uno de los mejores guardias negros, es el principal encargado de que las negociaciones transcurran sin ningún altercado. Por desgracia, no todo el mundo está dispuesto a que se produzca una paz duradera entre los dos mundos…
Detalles de la película
- Titulo Original: Wicked City
- Año: 1987
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
5.8
43 valoraciones en total
Aunque eclipsado por otras producciones realizadas en la misma década que gozaron de más éxito y fama, como Akira , Harmagedon o El Puño de la Estrella del Norte , este film se mantiene como un pequeño gran clásico de la animación nipona.
Cuando en 1.987 el prometedor Yoshiaki Kawajiri, futuro responsable de Ninja Scroll y Vampire Hunter D , finalizaba su colaboración con Katsuhiro Otomo y Shigeyuki Hayashi en la genial antología Laberinto de Historias , donde firmó el segundo segmento, The Running Man , se vio inesperadamente con un nuevo proyecto en las manos cuando los productores de MadHouse le pidieron adaptar una de las novelas de la serie Yoju Toshi , de Hideyuki Kikuchi.
Kawajiri preparó el guión para un sencillo cortometraje, pero los señores de Japan Home Video quedaron tan impresionados que instaron al director a realizar una película a partir del mismo. Para éste, que se sentía realmente atraído por el tono oscuro y violento del autor Kikuchi, aquella propuesta le vino como caída del cielo, y además le daría la oportunidad de desempeñarse en solitario en un largometraje. De este modo, e introduciendo detalles de su propia cosecha, decidió llevar a animación la primera novela de la serie, Black Guard .
Esta futurista aventura techno-noir nos sitúa en el Tokyo de finales del siglo XX, cobijado por grandes rascacielos, avances tecnológicos y una noche permanente, donde los humanos han estado coexistiendo con una raza superior de seres demoníacos procedentes de un mundo alternativo desconocido, unos seres capaces de adoptar forma humana y mezclarse sin ser detectados. Desde hace siglos, entre estas dos razas existe un pacto de no agresión que desgraciadamente se ha violado en incontables ocasiones. Ahora, el experto doctor Mayart se dispone a firmar un tratado de paz del que se espera sea el definitivo.
Con ritmo frenético nos metemos en una historia heredera del neo-noir cuya ambientación puede recordarnos a la de Blade Runner , empezando como cualquier novela negra clásica de Elmore Leonard o James Cain: con el héroe en un garito esperando a llevarse a una mujer fatal a la cama. Inmediatamente después conocemos la verdadera miga de Wicked City : la sociedad humana está siendo hostigada por unos seres demoníacos cuyos poderes son devastadores, pero unos agentes secretos, tipo Men in Black , han de pararles los pies (es innegable que las mitologías en las que se apoyan las tramas de este tipo de animes son siempre fascinantes).
Taki, uno de los agentes contra las actividades de los seres del mundo de las tinieblas, llamados guardias negros , deberá protegerle cueste lo que cueste hasta que se firme el acuerdo, y para ello contará con la ayuda de Makie, otra agente de raza demoníaca de la que se va enamorando a medida que la misión se hace cada vez más peligrosa. Kawajiri demostró talento al ponerse al frente de esta aventura de pura acción cuasi- cyberpunk que puede que siguiera muchos de los estándares prefijados de los 80, pero que indudablemente significó un gran paso en el mundo de la animación adulta japonesa.
Puede que haya algunos momentos innecesarios de humor absurdo, provocados por el personaje de Mayart, que por lo pervertido a mí me recordó al maestro Roshi de Dragon Ball , pero lo que prima es la acción a lo grande al estilo de El Puño de la Estrella del Norte (¿os habéis fijado en esas brutales peleas donde se atraviesan cabezas con los manos?) y secuencias de violencia gráfica y horror no aptas para los más timoratos, incluyendo escalofriantes transformaciones que ni las de las pelis de Cronenberg, adornado todo con dosis de sexo que roza lo hentai y una profunda historia de amor entre los protagonistas, dos seres de diferente raza destinados a amarse por siempre y futuros creadores de un nuevo orden.
Aunque sea de forma bastante disimulada, se da una importante reflexión sobre la inmigración y esa búsqueda que el ser humano hace del placer totalmente desprovista de sentimiento, pero lo más destacado son esos momentos donde vemos al héroe yendo a rescatar a la chica en apuros o a ella mirándole dentro del coche mientras suena una balada pop y la lluvia cae a cántaros en la autopista…¡ochentero total, como se puede apreciar!
En ciertos aspectos Kawajiri influenciaría con esta película a futuros títulos como Akira , Cybernetics Guardian o Urotsukidoji , y en mayor o menor medida la tomaría de referencia para algunas de sus obras que estaban por venir, como Demon City . Momentos memorables: el duelo entre Taki y Mr. Shadow, cuando él y Makie hacen el amor en la iglesia y el increíble giro de guión final con la posterior pelea sobre el tejado.
Pionera en muchos aspectos, esta película encandilará a los amantes del anime más bruto y violento, sobre todo a los que sientan predilección por los de los 80. Por cierto, algo más tarde se hizo un curioso live action hongkonés producido por Tsui Hark.
¿Pero para qué verlo si ya tenemos esta? Wicked City es, como Taki dice a Makie la primera vez que la ve, asquerosamente perfecta .
Wicked City es uno de los títulos más populares de Kawajiri, y el primer largometraje en el que logró explorar su estilo de animación caracterizado por un alto contenido sexual y violencia. Surge poco tiempo después del lanzamiento de su cortometraje The Running Man en la antología Manie Manie: Meikyû Monogatari (1987). y está basado en la novela homónima de Hideyuki Kikuchi (autor de las novelas que dieron origen a Vampire Hunter D y Darkside Blues).
Durante siglos la paz entre el mundo de los hombres y el mundo de los demonios ha sido posible gracias a un tratado firmado cada 200 años por los líderes de ambos mundos. Hablar de paz es complicado, más bien el termino sería han logrado coexistir bajo dicho tratado y la vigilancia de su cumplimiento a cargo de la Guardia Negra (integrada por humanos y demonios). Renzaburo Taki es asignado junto a Makie (una mujer demonio) a proteger al viejo libertino/libidinoso Giuseppi Mayart –sin el cual no puede celebrarse la conferencia por la paz– de los elementos radicales extremistas del mundo sobrenatural. Conforme avanza la noche y los encuentros contra tales criaturas monstruosas sedientas de sexo, sangre y destrucción, Taki y Makie descubrirán el verdadero objetivo de las fuerzas oscuras y el papel crucial que juegan ellos mismos para el inicio de una nueva era.
Hoy día un clásico y en aquel entonces un prometedor paso en la naciente carrera de Kawajiri. En absoluto encontraremos un argumento brillante, no es la intención, el autor cuenta con 80 minutos (originalmente eran 30) y lo que le interesa es desarrollar una acción, no los motivos ni la profundidad de sus personajes, los cuales vale de paso mencionar, son planos y estereotipados. Incluso el giro argumental romántico es de esperarse apenas conocemos a Taki y Makie, y por la época y el país tampoco nos sorprende que su personaje femenino, a pesar de sus extraordinarias habilidades demoníacas llegue el momento en que se reduzca a una damisela en peligro que el varonil Taki cargado de testosterona salvará. Pero en fin. Finalmente logra su objetivo: divertir y entretener, en este referente es crucial su animación de trazos gruesos, tradicional, dinámica y libre de censura.
Una animación que destaca sus mejores atributos: su magnífica atmósfera neo-noir inspirada en el cine norteamericano y el obsceno despliegue de violencia y rarezas sexuales muy a lo japonés: plegada de tentáculos, criaturas bizarras y violaciones… vaya, que la vagina dentada me sorprendió bastante cuando la vi, tendría como unos 11 años… y recordemos que la niñez de los 90s no es como la de hoy. Si se me hizo muy curioso cuando la vi. La música es otro acierto, muy de los 80’s-90’s, a ratos el típico jazz y en otros esos tonos electrónicos que nos recuerdan la banda sonora del cine Serie B.
Me parece es un buen filme que toda persona que aprecie la animación oscura (gore y de ciencia ficción también) debería de ver, si es que no lo ha hecho aún. Como dato extra, en 1992 Tai Kit Mak dirigió el live action de Wicked City titulado Yao shou du shi.
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Hay una que vi hace poco de cuyo nombre no me acuerdo que iba de algo parecido. Dos mundos, uno de demonios y otro de humanos pero que no me gustó nada de nada no recuerdo ni siquiera haber hecho crítica lo que probablemente indica que o bien no la vi entera o bien no me gustó demasiado y se me olvidó hacerla.
Pero esta película no tiene nada que ver, es buenísima, y mira que es del ochenta y siete pero todavía es muy disfrutable. Aparte de un guion que ata cabos a la perfección tenemos lo que llamo yo «los dibujos» o sea todo lo que es cómo están dibujados los personajes. Mi favorito es sin duda la mujer araña pero no sale tanto como me hubiera gustado. Todos los demás demonios están también bastante bien hechos.
Dura hora y veinte o sea que la historia no se va demasiado por las ramas así que no te da tiempo a aburrirte. Totalmente recomendable.
Curiosa película de Yoshiaki Kawajiri basada en la novela homónima de Hideyuki Kikuchi. En ella se narran las andanzas de un par de guardianes negros, figuras encargadas de mediar entre los conflictos que puedan sucederse entre nuestro mundo y el mundo paralelo, dominado por criaturas demoníacas. Desde hace cientos de años, las mentes pensantes de ambos mundos han firmado continuos tratados de paz y, ahora, a finales del siglo XX y coincidiendo con la renovación del tratado de paz, una serie de seres de la otra dimensión harán todo lo posible por impedir el acuerdo y desatar el caos en nuestro mundo. La tarea de los guardianes negros será proteger por todos los medios la vida del enigmático doctor Giuseppi Mayart, uno de los principales baluartes para que la firma del tratado pueda realizarse.
Hasta aquí, todo correcto. Un argumento original e interesante, toques de ciencia ficción y fantasía, tintes apocalípticos… Pero el problema es cómo se desarrolla esta historia y las innumerables matizaciones que hay que realizar.
Animación manga bastante entretenida, que recuerda y/o sirve de influencia para otros títulos como Ghost in the shell o Urotsokidoji , amén del cine de David Cronenberg o David Lynch.
El film cuenta con un guión acertado y una animación cuidada (anque inevitablemente anticuada), además de poseer los componentes que fascinan a todo buen amante del manga y anime japonés: chicas despampanantes, tipos duros, viejos verdes cachondos, buenas escenas de acción, y contenido erótico bastante marcado.
Lo mejor del film nos espera entre las paredes del hotel de incógnito en el que se trata de proteger al personaje del mediador.