White Boy Rick

5 comentarios en «White Boy Rick»

1. Es lo que me dá en principio todo el sistema Americano. Con sus manipulaciones. Que tan claras están en la película. Manipulando gente, en éste caso chicos, para que cometan delitos, usarlos, limpiarse las manos y tirarlos a la basura. Es un asco cómo la sociedad americana ( Norte América y Latino América) mira para otro lado, con éstos casos de los que no se entera absolutamente nadie, porque no sale en los diarios, porque no quieren que se vean. Asco, porque lo único que se puede hacer es una película que te indigna 30 años, sí, 30 años después. Es una película de esas que te dejan en shock, por su injusticia, por lo bien que está realizada. Por una dirección y actuaciones fabulosas. Saben qué es lo qué me dá más asco? Que todas la críticas que veo de medios americanos, la mataron. Para que nadie vaya a verla, para que nadie se dé cuenta de lo que hace el FBI con las personas. Quizás no sea una película para 10, pero mi indignación, por ésta corrupción, me dan ganas de darle esa puntuación.

2. Es de esas de las que casi nadie ha oído hablar (a no ser que estés pendiente de todo lo que se estrena) y con una distribución limitada en su momento.
   
   Pero como sale Matthew, tenía que verla, aunque ya haya hecho bodrios en el cine independiente antes ( Killer Joe , por ejemplo).
   
   Aquí hace de un padre de familia desestructurada, en la que se llevan un poco mal y los chicos no es que vayan precisamente por muy buen camino.
   
   De hecho, es el hijo el que lleva todo el protagonismo en la mayor parte de la película. Apodado Rick el blanco , se mete en más de un lío por sus juntas y los negocios, tanto los suyos como los de su padre. Se mueve entre drogas, tráfico de armas y muy mala gente. Todo eso, mezclado con el ambiente familiar, conforman una mezcla de drama y thriller de género negro muy efectiva.
   
   Los actores están francamente bien y la historia está contada con eficacia. Es entretenida y tiene momentos de gran intensidad dramática. Me ha sorprendido muy favorablemente, pues no esperaba gran cosa.

3. Un mantra sobrevuela ‘White Boy Rick‘, la nueva película de Yann Demange con Matthew McConaughey: Cuando se trate de drogas o alcohol, solo digan no. Ese era el eslogan que popularizó la primera dama Nancy Reagan a principios de los 80 que trataba de alejar a los jóvenes estadounidenses del abuso de estas sustancias.
   
   Viajamos al Detroit de esa década y nuestro protagonista es Rick Wershe Jr., un adolescente que a sus 14 años acepta convertirse en informante del FBI en una investigación contra el narcotráfico a cambio de que su padre no vaya a la cárcel. Pero la ambición y el dinero juegan un papel transcedental en esta historia.
   
   Tras su debut como director con la aclamada película por la crítica ’71 (2014) —por la que recibió el Premio al mejor director de British Independent Film— Yann Damage vuelve con una bajada a los infiernos de una familia del noroeste americano. Todo ello aderezado con armas, investigaciones poco ortodoxas y corrupción por doquier. ‘White Boy Rick’ es un mamotreto de arquetipos y clichés del género que bordea la tv movie.
   
   Desgraciadamente, la película es tan simplona e incompleta como la campaña de Reagan. Precisamente de lo que carecía el eslogan de la Primera Dama es el punto fuente del trabajo de Demange: tener en cuenta los factores de la pobreza y la falta de oportunidades en ciudades como Detroit, que contribuyen a que las personas se vuelvan adictas a las drogas y que prolifere su venta.
   
   Pero el trabajo en la dirección y guion no convence, estamos ante una narración errática que no nos deja empatizar con Matthew McConaughey y compañía. Las interpretaciones, aunque correctas, no permiten conocer las psicología e inquietudes de los personajes de Jennifer Jason Leigh, Bruce Dern, Bel Powley, o el protagonista, interpretado por Richie Merritt. Simplemente pasan por allí.
   
   Basada en hechos reales, ‘White Boy Rick‘ es una experiencia pasable para ver con los ojos entreabiertos en el sofá de tu casa. Semitendido casi esperando el epílogo donde los rótulos te expliquen qué le paso al pobre Rick Wershe Jr.

4. Toma distancia, aunque no con la historia ni los personajes. Un relato sólido, codicioso y canalla, bien interpretado por Matthew McConaughey y Richie Merritt.
   
   La vileza se muestra directa, sin artificios. Acierto al evitar la ampulosidad tan frecuente en el género, donde suele magnificarse con exceso, lo que ya de por sí resulta excesivo.
   
   Yann Demange un director para mí casi desconocido (El diario secreto de Hannah (Serie de TV) ), da un sutil giro a un género masticado y digerido.
   
   A partir de la mitad sufre una trasformación abandonando su acertado enfoque.

5. Interesante pero algo esquemática película, basada en hechos reales, cosa que viendo la historia que relata a veces cuesta creer que sucedieran así las cosas. Pero sí..
   
   Tiene, por así decirlo, tres partes diferenciadas. La primera es sin duda la mejor, aquella en la que vamos viendo quiénes son los dos personajes protagonistas y sus familiares y conocidos, así como el barrio donde viven, a qué se dedican, sus sueños, anhelos, diferentes trapicheos… y sobre todo conocemos la realidad en la que viven, la escasez de oportunidades, la falta de trabajo, el peligro que acecha a los jóvenes, a quienes la droga y el dinero fácil les rodea… y la poca fiabilidad de la policía, que debería velar por los más débiles pero en realidad se aprovechan de ellos, usándolos y tirándolos a conveniencia.
   
   Esta parte está muy bien narrada, tomándose su tiempo, con estupendos diálogos.
   
   La segunda, pareciendo en principio que será más interesante, es algo errática, va demasiado deprisa y no se degusta como habría sido menester.
   
   Y la tercera, la más seria y vergonzante, aquella donde veremos cuál será el final devenir del joven protagonista, sí que remueve las entrañas al comprobar la podredumbre moral de las instituciones y sus funcionarios corruptos.
   
   Muy buena banda sonora y excelente, como siempre, Matthew McConaughey, un padre con muchos fallos, debilidades y errores, pero siempre tratando de sacar adelante a sus dos hijos (también magnífica Bel Powley como la hija drogadicta), siempre viendo el vaso medio lleno.
   
   Lástima que, en líneas generales resulte irregular en su calidad, no pareciendo su realizador, el para mí ignoto Yann Demange, fuera el más adecuado para la realización de la peli. Quizás con otro habría existido más brío, más cohesión interna.
   
   https://filmsencajatonta.blogspot.com