Wallace & Gromit. La maldición de las verduras
Sinopsis de la película
Se acerca el Concurso Anual de Verduras Gigantes y se desata una auténtica vegetalmanía en el pueblo donde residen Wallace y Gromit. Los dos amigos, tan emprendedores como siempre, se están haciendo de oro con su nuevo invento, el sistema Anti-Pesto, una forma humanitaria de controlar a los conejos que intentan invadir los preciados huertos. De pronto, todo se viene abajo cuando una enorme, misteriosa y voraz bestia empieza a aterrorizar al vecindario, atacando los huertos de noche y destrozándolo todo a su paso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit
- Año: 2005
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
6.9
84 valoraciones en total
Entrañables como ellos solos, Wallace y Gromit nos han deleitado con tres magníficos cortometrajes, desde que debutaron en 1989, por obra y gracia de Nick Park. Era cuestión de tiempo que dieran el salto al largometraje. Entre medias, Park probó con Chicken Run, una estimable película, pero que no llegaba ni de lejos a tener el encanto de sus dos más preciadas creaciones.
La maldición de las verduras no defraudará a los seguidores de esta singular pareja. Tiene todo lo que se podría esperar. Ese finísimo y sutil sentido del humor, ese humor tan británico. La complicidad y la comicidad entre los dos protagonistas sigue siendo uno de los puntos fuertes. Gromit y Wallace forman ya una pareja mítica dentro de la historia del cine. Resulta más que complicado no disfrutar con las aventuras del científico despistado y ese perro, con su apabullante sentido común.
Otra constante en la filmografía de Nick Park son los homenajes cinéfilos (en general, el cine de animación suele usar, y hasta abusar, de esta práctica con mucha frecuencia). Homenajear géneros (como en los cortos que preceden a este largometraje), o, directamente películas (como lo hacía Evasión en la granja con La Gran Evasión ). En este último caso, el homenaje era demasiado evidente, lo que le restaba parte de la gracia. En La maldición de las verduras los homenajes son mucho más sutiles, y mucho más variados, lo que hace mejorar el resultado final. Aunque bien es cierto que los guionistas del cine de animación podrían exprimirse un poquito más, y no basar la mayoría de su texto en referencias cinéfilas. Aunque también es verdad que la película en cuestión lo hace de una forma muy inteligente.
A esto le sumamos unos secundarios de lujos, personajes que acompañan a la perfección a nuestros dos amigos, un guión notable, un ritmo trepidante…y una excelencia técnica insuperable. Tema aparte sería este. Una maravilla, no tiene otro nombre, es lo que hacen esta gente con la plastilina. Hasta el más mínimo detalle cuidado hasta el extremo. Personas, gestos, expresiones, decorados, vestuario…absolutamente todo en armoniosa conjunción para crear un conjunto perfecto, un mundo que nos atrapa desde el primer momento hasta el último.
Si hay algo que une a todos los estilos de animación y que, a la vez, diferencia al cine de animación de la mayoría del cine de carne y hueso de hoy en día, es su mimo por la planificación de la puesta en escena. En esta película, en concreto, es asombrosa la creatividad con que se retrata a los personajes, con que se crean sus interrelaciones, la importancia que se da al menor detalle y la eficacia de su sencillez narrativa.
Éxito de críticas (mucho mejores que Una historia de violencia y La novia cadáver ) y nº 1 en taquilla en USA en su primera semana. ¿Alguien da más?
Soy un admirador de Wallace & Gromit y sus premiados cortos. Aparte de ser muy simpáticos y divertidos son inteligentes.
Mientras que el cine de animación actual está saturado de animación 3D, siempre es interesante un trabajo artesanal realizado con tanto mimo y paciencia. Si a eso le sumamos una serie de guiños y homenajes constantes a numerosas películas del género fantástico y de terror y el humor inteligente que atesoran Wallace & Gromit tenemos el filme de animación del año. Eso es la teoría.
En la práctica, el principal problema de Wallace & Gromit: la maldición de las verduras es que no engancha como debiera o eso es lo que me ha parecido. El lastre de ser película para todos los públicos conlleva que en numerosas ocasiones caiga en el infantilismo más patético y sólo tengamos pequeños ramalazos de frescura y genialidad en la primera hora de película.
En la parte final sí he visto las virtudes de los cortos y lo único criticable es que cae en lo previsible.
De todos modos se agradecen enormemente producciones resueltas con tanto talento y simpatía.
Aardman sigue defendiendo la animación en plastilina y nosotros a disfrutar de ello. Como siempre, las señas de identidad son el humor, la ingenuidad y el buen rollo. Si con Chicken Run ya acertaron eligiendo como vehículo a unos animales tan atractivos como los pollos, aquí van más allá y llenan el metraje de irresistibles conejitos que harán la vida imposible a los protas, e incluso sale uno gigante en plan Rabbitzilla que hay que verlo para creerlo.
La historia es muy buena y graciosa, pero yo no me fijé mucho en eso, ya que ante el precioso despliegue de miles y miles de lindísimos conejitos a lo largo y ancho de todo el metraje del film no podía ni concentrarme en qué me estaban contando, a mí es que se me cae la baba con esos bichos.
Para saber cosas de la peli en general, las otras críticas son muy completas, ésta es sólo por si, como yo, vas a ver la película para disfrutar de una sucesión adorable de bolitas peluchosas haciendo cosas increíblemente monas, como ponerse la dentadura postiza de un abuelete o escondiéndose en la puerta de una nevera o siendo aspirados por el ingenio mecánico ideado por Wallace y Gromit para librarse de la plaga conejil 🙁
Todas las escenas que hay de relleno también están genial y no se hace nada pesado esperar las apariciones de los conejitos. Tengo que destacar también los simpáticos gags y la multitud de referencias cinéfilas e incluso históricas que disfrutarán mucho tanto los niños como los adultos. Por demás el trabajo de plastilina es una pasada y muchos actores podrían aprender de la maravillosa expresividad de personajes como Victor Quatermain o los mismos W & G.
Volviendo al tema conejitos, ningún fan de los roedores se sentirá para nada decepcionado, pues cada aparición de los susodichos alcanza altos niveles en el índice de adorabilidad y monerío, aunque para mi gusto faltarían muchos más primeros planos y escenas de los conejitos comiendo, pero supongo que había que pensar también en las necesidades de losque quizás y de manera incomprensible no experimentan el mismo cariño por estos animalitos.
(Malas personas todos ellos)
Agradable sorpresa la que me he llevado con esta pequeña joya de animación de plastilina del estudio británico Aardman.
Con una técnica artesanal digna de elogio, la nueva aventura de Wallace y Gromit posee los mejores ingredientes dentro de la comedia familiar: Un guión desbordante de imaginación y originalidad que en todo momento resulta ameno y divertido tanto para adultos como para los mas pequeños, y unos personajes carismáticos como pocos, muy expresivos y a los que irremediablemente se les acaba cogiendo cariño.
Estructuralmente modélica, no le sobra ni le falta ni un solo minuto.
Una obra redonda donde se aprecia el durísimo trabajo que tiene detrás y se agradece que se hayan tomado la molestia viendo el resultado final.
De esas cada vez más escasas películas con la preciada cualidad de cambiarte el estado de ánimo y conseguir alegrarte el día.