Visión. La historia de Hildegard Von Bingen
Sinopsis de la película
Hildegard von Bingen (Barbara Sukowa) fue una monja alemana que, desde niña, tuvo visiones sobrenaturales en las que Dios le pedía que transmitiera sus mensajes. Su fama traspasó los muros del convento. Fue, al parecer, una mujer muy adelantada para su época por sus conocimientos de medicina natural y por sus obras musicales, un personaje que marcó un antes y un después en muchos aspectos de la vida medieval.
Detalles de la película
- Titulo Original: Vision - Aus dem Leben der Hildegard von Bingen
- Año: 2009
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.6
73 valoraciones en total
Hildegarda de Bingen es reclutada de por vida en el monasterio de Disibodenberg, mayoritariamente dominado por abades, bajo la tutela de Jutta. Ella extrae y aprende a tener fé en el entorno que le ha tocado vivir, como tantas niñas y niños del siglo XI entregados por sus familias a los conventos. En ningún momento nos muestra la evolución de ésta de niña a mujer, dando un salto de treinta años de sopetón, convertida ya en mujer santa, y en pocos minutos en abadesa. Sería interesante que la película explicara los primeros treinta años de la protagonista y su relación con su mentora Jutta, cuando tanto empeño se pone en reafirmarla, así podríamos saber más sobre ella antes de verla convertida en mujer madura y ejemplar. Que por cierto fué más fruto silvestre que semilla bien sembrada. Y lo de que, en principio, no quisiera ser abadesa, francamente… no concuerda con la evolución ni el carácter del personaje.
Por otro lado omite muchas de las labores de esta visionaria mujer que fué toda una institución no sólo en el arte de la escritura y en ciertas reformas modernas que, ¡cómo no!, para escandalizar, sólo se centran en lo sexual (escena de teatro, libro sobre el sexo): Fué también compositora, cosmóloga, medica, científica y antropóloga, y sus libros no se basan sólo en lo religioso.
A pesar de estas lagunas biográficas, el excesivo nombramiento de la sabia maestra y la creación de un nuevo convento sólo por socorrer a las novicias, una película bastante entretenida, (sobretodo en la última hora), de narración armoniosa (tal vez algo pausada), fotografía adecuada, filmación sencilla (sin grandes recursos) y actuaciones y diálogos correctos.
Me interesan mucho las películas biográficas, y de manera especial estas de mujeres singulares de épocas remotas. En general me ha gustado, pero pienso que se podía haber insistido más en la actividad científica de esta mujer .¡Que tema más visual, el de la utilización de las plantas para la curación! Además, parece que era bastante psiquiatra. Creo que es algo superficial en la cuestión de las visiones. Queda una imagen borrosa de esta gran mujer. Por lo demás, muy bella la estética de la película.
No me gustó. La vi en Barcelona en cines Verdi, no suelo ir al cine, pero pensé que Hildegarda se merecía esa excepción. Y me salí decepcionada: es una película fría y aburrida. La prota sobreactúa. Allí la única rescatables es Hannah Herzsprug (ya había llamado la atención en el rol de una pianista delincuente) y alguna que otra cosita. Ësta parece el biopic de Santa Teresa, diría inclusive que el que interpretó Paz Vega -tan críticado entonces- supera con creces al film de la Trotta. En esta película no hay un ápice de emoción, y además se traga todos los aspectos de la santa, que no sólo fue una curandera y constructora de abadías, sino un montón de cosas más. Los conocimientos de HIldegarda todavía son estudiados por eruditos, y algunos permanecen aún en el terreno del misterio. Luego, ¿dónde están las visiones?¿Por qué en ningún momento nos las muestra? Hubiera sido emocionante compartir la visión de Hildegarda aunque sea en cine… sin embargo, Margarita se limita a soltarnos sus conclusiones. Se supone que si ha estado 3 días muerta ha visto a Dios…
Total, que una mujer de mucho carácter y unos cojones que ya quisiera tenerlos un toro de lidia a la hora de enfrentarse con la clase eclesiástica, pero nada sobre su sensibilidad y poderes pananormales, sobre sus conocimientos de astrología -cuando la astrología y la astronomía no estaban separadas por el racionalismo-, música, historia, teología, y primera doctora de la iglesia. Todo esto se lo cita al pasar sin entrar en detalles, como si para Trotta fueran más importantes los detalles de la monja-feminista que toda su obra.
Decepcionante.
Visión trata sobre la vida de la santa alemana Hildegarda de Bingen. Para ello, la cineasta alemana Margarette Von Trotta (directora, actriz y guionista perteneciente al movimiento de Nuevo cine alemán) comienza con un prefacio (la santa niña) y después emerge el personaje adulto.
Tomando como referencia espacio temporal el Medioevo, Margarette Von Trotta nos aproxima al mundo interior de la santa alemana Hildegarda de Bingen (en una excelente caracterización de la actriz Bárbara Sukova)
Una buena película para conocer a un personaje, y si el film enfrenta a un mismo nivel la dialéctica de la Historia y la de la interlocutora, también puede observarse una puesta en escena sobria, sin excesivos emplazamientos de cámara. ¿Parcos por momentos? Puede ser. Pero es que la época y sobre todo los diálogos, no permite (en este caso específico) emociones fuertes.
Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic, Barranquilla, Colombia)
Visión es un biopic sobre Hildegard de Bingen, nacida en 1098 de familia noble que ingresó en un convento benedictino a la temprana edad de catorce años y llegó a ser abadesa. Fue una mujer de carácter, avanzada para su época, que fundó su propio convento cerca de Maguncia con una concepción diferente de la regla benedictina que le acarreó enemigos dentro de la jerarquía eclesiástica, tuvo visiones espirituales desde niña y escribió varios tratados sobre medicina, música e incluso sexualidad.
Margarethe von Trotta, directora, actriz y guionista perteneciente al movimiento de Nuevo Cine Alemán adapta la vida de un personaje al que admira con una sobria puesta en escena, una ambientación muy verosímil a la que contribuyen una excelente fotografía y una cuidada banda sonora de la época y una rigurosa dirección de actores.
El marco histórico está muy cuidado y adquiere importancia desde el principio con el miedo milenarista al fin del mundo. Tanto los exteriores, como sobre manera los interiores de esos conventos medievales, están perfectamente retratados así como las contradicciones de ese mundo medieval a caballo entre el oscurantismo religioso más fanático y el arte románico que había triunfado en toda Europa y preludiaba el posterior gótico.
Hildegard es presentada como una mujer visionaria que sabe en todo momento lo que quiere, una mujer reformadora y adelantada a su tiempo, cuya concepción humanista está alejada de la visión apocalíptica que del mundo tiene la sociedad religiosa de la época y que, en cierto modo, anticipa el posterior resurgir del Quatroccento.
Sus interpretaciones sobre la fe cristiana y sus visiones proféticas pudieron condenarla a la herejía de la que se libró porque fue respaldada por la nobleza y las altas jerarquías de la Iglesia.
Von Trotta intenta que el cariño que siente por el personaje no le haga perder la realidad y la objetividad y el guión lo escribió partiendo de la autobiografía de la abadesa y de sus escritos religiosos y científicos. Por ello en el film también se muestran los defectos del personaje y sus contradicciones espirituales y mundanas.
La actriz y cantante Barbara Sukova encarna convincentemente al personaje, al frente de un acertado elenco de actores que confieren mayor veracidad a este cuidado y elegante film que merece la pena visionar. Eso sí, el ritmo es lento y pausado, algo frío en ocasiones, como corresponde a la época que se está narrando y deberán abstenerse aquellos que necesiten emociones rápidas y dinámicas.