Vidas contadas
Sinopsis de la película
Un hombre maduro decide cambiar de vida. Un solo acto de un joven abogado provoca el caos. Una mujer se enfrenta a la infidelidad de su marido. Un envidioso hombre de negocios busca venganza en un alegre compañero de trabajo. Y una joven y optimista mujer de la limpieza espera un milagro. La cuestión consiste en decidir si los hechos que nos afectan son puramente fortuitos o bien son el resultado de una conexión misteriosa entre las cosas. Las ideas que analiza son el significado de la verdadera felicidad, el eterno poder de la esperanza y sus efectos en nuestro frenético e inconexo mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Thirteen Conversations About One Thing (13 Conversations About One Thing)
- Año: 2002
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
6.5
90 valoraciones en total
Aunque ultimamente todas las películas que veo me parecen con mensajes tan obvios que no vale la pena comentarlos , ésta tiene sin duda algo más que la hace única.
Tal vez sea la sutil interrelación entre los personajes, el increíble manejo del tiempo (para ser sincero tuve que escarbar en los foros de Imdb para entender cómo cuernos transcurría la línea de tiempo real), los diálogos casi-filosóficos (pero de ninguna manera pedantes o seudo-intelectuales como pasa a veces), la forma en que está dividida (justamente en trece capítulos, cada uno con un título maravilloso tomado de una línea de diálogo del capitulo anterior), algunas frases de los diálogos que son pequeñas joyitas (la esencia de la vida dicha como al pasar), en fin, el transcurrir simple y trivial de cada personaje, pero contado bajo un prisma que nos pone a reflexionar sobre esa cosa extraña que llamamos vida.
Película totalmente desconocida para mí, descubierta por casualidad, disfrutada en versión original. Muy buena peli, sí señor. Me encantan esta clase de films, en las que los distintos personajes acaban estando relacionados de la forma más imprevista y sorprendente.
Matthew McConaughey no es santo de mi devoción pero reconozco que está aceptable en su papel de abogado engreído. John Turturro está estupendo como siempre. Recuperamos una buena actriz a la que deberíamos de ver más en pantalla, Amy Irving, pero los que se llevan la palma para mí son Alan Arkin, increíble, y la encantadora Clea Duvall, a la que descubrí en Inocencia Interrumpida y pude volver a ver en 21 Gramos. Se ha convertido en una de mis actrices predilectas.
Descubrimiento para mí también de la actriz Tia Texada, me gustó su actuación, le seguiré la pista.
Muy recomendable película, la verdad.
El film nos presenta el gran desafío de poder vivir la vida, llena de amor y felicidad, pero también llena de envidias, egoísmos y frustraciones. El film trata sobre cinco personas llena de amores y desamores, presentado en trece situaciones de la vida, en donde las experiencias que viven en un momento dado le darán un giro a su futuro.
Troy (Matthew McConaughey) es un exitoso fiscal que celebra su triunfo, pero bajos los efectos del alcohol comete un acto de imprudencia que perturbara su éxito y lo impactara fuertemente en su vida. Gene (Alan Arkin) es un frustrado supervisor de una compañía de seguros, con problemas de actitud hacia sus vecinos y compañeros de empleo.
Beatrice (Clea DuVall) es una dulce y sencilla empleada domestica, que luego de sufrir un accidente de tránsito, aprenderá a considerar su prójimo de otra manera. El profesor Walker (John Turturro) y su esposa Patricia (Amy Irving ) son un matrimonio que están pasando por una crisis, el tiene un affaire con otra profesora y ella se entera sin él saberlo, de golpe y porrazo lo abandona. Ellos serán victimas de sus sentimientos y frustraciones.
El film nos da una agridulce lección, existen hechos incontrolables en nuestras vidas, lo que sí podemos controlar es nuestra actitud y sano juicio. Si del cielo nos caen limones todos los días, aprendamos hacer limonada. Esto nos hará más maduro, paciente, prudente y fuerte para enfrenta las embestidas de la vida.
El film presenta excelentes actuaciones de Matthew McConaughey, John Turturro, Amy Irving y Alan Arkin. La película tuvo un presupuesto de $3 millones y generó por la venta de taquillas la cantidad de $4 millones, además recibió 12 nominaciones a diferentes premios en festivales de cine.
Qué gran actor es Alan Arkin, lástima que no haya elegido mejor sus películas. En este caso sí que lo ha hecho.
Las hermanas Sprecher, Jill y Karen, han escrito un buen guión y Jill, después de su primer largo Clockwatchers (Esperando la Hora/1.998), realiza una soberbia dirección de actores. Esta película llama y mucho la atención por el buen reparto que tiene, pero, enseguida, despierta también un gran interés por la original forma de estar narrada la historia con una licencia absoluta sobre el tiempo de la misma. No me parecen tan originales las microhistorias que se van enlazando, esto parecía ser una marca de muchas películas de ese momento, por ejemplo en los largos de González Iñárritu cuando trabajaba con el guionista Guillermo Arriaga. Sin embargo no desdice el resto.
Viene Jill Sprecher de moverse con soltura en Sundance y consigue con Thirteen Conversations about one thing mejorar sus anteriores registros con un largo muy del estilo de lo independiente.
El tema del que se nos habla es la felicidad y todo parece indicar que lo que el guión defiende es la trampa que supone caer en la creencia de que existe una cosa tal. Sin embargo, no me parece que sea así. Por detrás de todos los males que los personajes deben sufrir y que les lleva, si no la tenían ya, a una postura escéptica sobre la existencia o la posibilidad de la felicidad, hay un mucho de optimismo que se ve elevado al punto principal del guión en el último plano de la última escena.
Ese plano cambia la concepción de la película. El punto de vista de las hermanas Sprecher que parecía falto de cualquier esperanza, sufre un giro inesperado con ese detalle. Dulcifica un tanto la apuesta y la elimina de la lista de aquellas películas que no dan concesión alguna a la galería. Aquí hay un rayo de esperanza tan grande como la sonrisa de Alan Arkin/Gene puede ser.
Hay muchas guionistas que se centran en darnos una visión de las historias desde la mujer, Jill Sprecher, en cambio, hace una introspección en personajes masculinos y femeninos consiguiendo nota alta.
La interpretación de Turturro, DuVall y, sobre todo Alan Arkin, con su naturalidad y su humanidad, hacen el resto. No así Matthew McConaughey que debe seguir dedicándose a cosas como Sahara (Breck Eisner/2.005) o Fools Gold (Como locos…a por el oro/Andy Tennant/2.008)
Lo mejor: El guión y un gran Alan Arkin.
Lo peor: Cierta falta de orginalidad y Matthew McConaughey.
Recomendable.
La ignorancia es la felicidad. Esta es una de la frases que divide los capítulos por los que navega este curiosísimo análisis de nuestras miserias, lleno de personajes frustrados, tristes o fracasados, pero amenizado por la envidiable felicidad de algún otro que aparece en escena, no sin tener tras de sí la amenazante sombra de todos los miedos que representan los demás protagonistas. Con un estilo sobrio y a través de una atmósfera tranquila que transcurre al ritmo de un espléndido y trascendental guión, la espontánea directora y productora Jill Sprecher (The convincer, 2011) ofrece una película de muy rápida digestión. Es ligera pero deja un marcado sabor a verdad, obliga a hacerse más de una pregunta y sugiere sobre qué podemos reflexionar en nuestras vidas ahora que estamos a tiempo. A su vez, es otro de esos relatos de personajes anónimos en la ciudad de Nueva York, historias cruzadas de gente cualquiera que no deja de ser el reflejo de aquello con lo que muchos nos sentimos identificados.
Los devenires de un joven y exitoso abogado (Matthew McConaughey), un aburrido y místico profesor de universidad (John Turturro), una risueña empleada de la limpieza (Clea DuVall) y un carcomido director de oficina (Alan Arkin) que no se cree la indestructible felicidad del ajeno son guiados a través de una inteligente ruta que traza los caminos paralelos de todos estos personajes, dejando completamente abierta la posibilidad de que puedan encontrarse en alguna intersección. Todos parecen muy distintos pero están más cerca de lo que piensan, pues comparten grandes dilemas sobre la vida y parecen inmersos en una encrucijada de la que sólo podrán salir si la línea que van trazando conecta con algún sorprendente destino. También podrían estar esperanzados por tener suerte pero ¿existe ésta realmente? Otro de los puntos que se tocarán en la cinta.
Como si de un podio se tratara y ordenándolos de mayor a menor en función de sus grandes trabajos, puedo decir que Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine, 2006) es el que mejor está de toda la película, sabiendo dibujar a la perfección ese personaje acabado, envidioso e infeliz. Para el va el primer puesto, seguido de un John Turturro (Muerte entre las flores, 1990) que te hace bien cualquier papel que le eches. Magnífico retrato de un personaje vacío y perdido que busca algún tipo de emoción en su vida mientras su mujer (Patricia, interpretada con corrección por Amy Irving) debe pagar la factura de estas emociones. Completa el ránking (y no muy alejado, pues todos los protagonistas están a un nivel admirable) un buen Matthew McConaughey con un papel que repetiría años después en la película de El inocente (2011), un exitoso abogado algo engreído y de jugosa cuenta corriente -un sobrado, vamos- que terminará viéndole las orejas al lobo.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)