Viaje a Sils Maria
Sinopsis de la película
Maria Enders (Binoche), 20 años después de hacerse una actriz famosa por su interpretación de Sigrid, el personaje que fascinó a Helena y la llevó al suicidio, deberá decidir si, ahora que se encuentra en la cima de su carrera profesional, quiere volver a aceptar un papel en la obra de teatro reinterpretada por un nuevo director, esta vez interpretando a Helena.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sils Maria (Clouds of Sils Maria)
- Año: 2014
- Duración: 124
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Opinión de la crítica
Película
6.5
28 valoraciones en total
El paso del tiempo es un factor que obsesiona a los realizadores cinematográficos y que en esta ocasión, Assayas analiza en la piel de una actriz a la que le cuesta admitir que justamente, el tiempo la ha colocado en un sitio diferente en el mundo de la actuación.
Juliette Binoche es Maria Enders, una actriz consagrada que pasa por la definición de su divorcio, se dirige a recibir un premio a nombre de un amigo, autor de algunas obras que ella ha protagonizado, y quien fallece justo el día de la premiación. Enders viaja acompañada de Valentine, su asistente personal (una sorprendente Kristen Stewart).
Pasado el homenaje, a María le es ofrecido participar en la obra que la lanzó a la fama 20 años atrás y escrita por su amigo recién fallecido, en la que interpretó a Sigrid, una chica de 18 años que enamora y obsesiona hasta llevar al suicidio a Helena, una mujer madura, papel para el que ahora Maria Enders ha sido convocada.
Sin decidirse del todo a participar en la nueva puesta, María ensaya y analiza el texto desde la nueva perspectiva del otro personaje y con el tiempo transcurrido desde la puesta original, apoyándose en Val, su asistente, con quien las barreras de lo que se dice y hace se difuminan de a poco entre lo que es y lo que sucede realmente entre ellas además de lo que se está representando del texto.
Para el papel que Enders escenificó de chica es convocada Jo Ann (la, una vez más, enorme Chloë Grace Moretz), una incipiente estrella de Hollywood que brilla en su último film de superhéroes y que sabe manejar a la perfección los escándalos virales a los que se expone con frecuencia.
Así, María Enders deberá enfrentarse a un mundo que le es ajeno desde su posición de estrella europea con prestigio contra la rutilante exposición a la que pertenecen la nueva camada de actrices que luchan por mantenerse vigentes en papeles taquilleros y su búsqueda por interpretar papeles consagratorios que les proporciones ese prestigio.
Como en un juego de espejos, los diferentes niveles de representación en los que se mueve el trabajo actoral de Binoche y Stewart, Assayas trasgrede el límite de lo real y la ficción dentro de la ficción misma, poniendo en boca de los personajes lo que muy probablemente dirían las actrices que los representan.
A María no le parece apropiado compartir cartel con una chica tan joven y que vive envuelta en escándalos mediáticos, enfrentando su postura a la de Val quien admira el talento y trabajo de Jo Ann, y quien ve una profundidad en los trabajos taquilleros de ésta en Hollywood que a María simplemente le parecen ridículos y vacíos.
Para destacar, el habitual nivel de Binoche que permite el lucimiento de las dos jóvenes actrices que impresionan al ponerse al mismo nivel de interpretación de la francesa, en otro gran acierto de Assayas.
‘Sils María’ es una película que da cierta profundidad a temas en apariencia banales, que se permite jugar con el espectador poniéndolo en un lugar que le exige una mayor concentración pero siempre con respeto, y que mira el mundo de las actrices que tratan de imponer su impronta en un mundo donde, como en casi todo, son los hombres lo que dictan lo que hay que hacer.
Que sí, que Viaje a Sils Maria es un bonito estudio sobre la inseguridad de los actores. Sí.
Que sí, que tiene tres personajes principales estupendos, interpretados por actrices en estado de gracia. Juliette Binoche tiene una madurez como actriz estupenda, Chloe Grace Moretz da sopas con hondas al 99% de actrices de su edad de ahora y de antes, y Kirsten Stewart demuestra una vez más que lo que mejor le va son los personajes de chica normal sin cosas raras, sin aventuras y sin tener que poner cara de fumada.
Pero Sils Maria es irritante. Es aburrida. O al menos eso me ha parecido a mí. He debido ver una película distinta porque las críticas están siendo excelentes y no lo entiendo. Más allá de sus tres actrices y de ese retrato del mundo de la actuación no tiene nada más. Es una película en la que se habla mucho (muchísimo… no hacen otra cosa, vaya) pero se dice muy poco. No se puede empatizar con los personajes, no interesa aquello de lo que hablan, no se entienden muy bien sus decisiones (¿qué pasa al final con Valentine?) y hay un aire de pretenciosidad irritante en todas las imágenes, incluso en aquellas más logradas y bellas, como la que se ve acompañada por el Canon de Pachelbel y que aquí no cabe detallar.
Una lástima porque los mimbres e la cesta son excelentes, pero la cesta no ha quedado muy allá.
Lo mejor: Las tres actrices
Lo peor: Lo pesada y aburrida que es
Un film sobretodo inteligente. Y es más de lo que se puede decir de la mayoría de las propuestas que no llegan, Assayas plantea una tesis del actor como actor fuera y dentro de un contexto interpretativo. La pregunta sería ¿Siempre somos actores?, o solo nos ponemos la piel cuando interpretamos un personaje, el filme también sirve para ver desde dentro como especie de documental la vida de un famoso en este caso una ficticia Maria Enders interpretada con solvencia y energía por la inigualable Binoche, incluso debo agregar que Stewart la complementa bien dentro de su rol juvenil y asistente, hay una buena dupla interpretativa en ellas que al final se completa de manera casi insolente por la aparición de Moretz, una nueva y liberal actriz que mantiene a los medios ocupados. EL filme también plantea desde una segunda perspectiva, el costo de la fama y la diferencia de las generaciones en ello. Buenos diálogos, emotivos personajes y teatro dentro del cine, el filme nos lleva a un viaje de búsqueda interna creativa y emocional muy estimable.
Ironía es pensar que lo que hoy pudo parecer atractivo mañana no lo será, que lo que era valiente acabara siendo cobarde, que la juventud se transformara en vejez.
Que cambiaremos, evolucionaremos y quizá mañana ni nos acordaremos de cómo éramos.
Eso es el tiempo, que a todos llega y a todos cambia.
Viaje a Sils Maria es un crisol de edades, y, por lo tanto, de puntos de vista.
El punto de vista de María Enders, una actriz combativa que se resiste a quedarse atrás, pero tampoco quiere ser parte de la vanguardia. El de su asistente Valentine, que no ve otra que adaptarse a los tiempos, porque sabe que es necesario. Y el de la actriz Jo-Ann Ellis, que es directamente producto de esos tiempos más modernos.
A María Enders (inconmensurable, única Juliette Binoche) se le ofrece un papel en una obra que ella interpretó hace tiempo, La Serpiente de Maloja, un relato sobre la relación entre una madura ejecutiva y una impulsiva joven, con el problema de que ella ya no es la joven: es la ejecutiva.
En tres actos, se nos presenta todo un recorrido vital de María Enders, desde su posición acomodada y poderosa, a su humilde (y casi desesperada) aceptación de un futuro que no le gusta.
Dejando claro que el tiempo no espera por nadie, al contrario, democratiza y, sutilmente, cambia a todos. No hay escapatoria posible, y más en el mundo actoral y superficial que se presenta aquí, donde los gustos mutables del público dictan a lo que los actores deberán adaptarse. María, casi se podría decir, entra en la obra que expondrá todas sus miserias porque se ha querido desafiar a si misma, pero también vemos, en largas contemplaciones de su tablet (algo típicamente moderno que se ha instalado en su vida, como buscar obsesivamente algo por la red) que disfruta de la publicidad que eso conlleva.
Su relación con Valentine es su última ancla con un mundo del que ella quiere mantenerse al margen, y que por mucho que la propia Valentine lo intente, nunca llegará a ser parte de ella. Hay algo de triste, pero también de contagiosa carcajada, en las críticas de María a la cultura pop que ahora inunda las pantallas, en las que una chica espacial puede estar enamorada y no correspondida de un extraterrestre llamado como un programa informático.
Tiempos que cambian, gustos que cambian, y lo que ayer era un chiste hoy es algo a tomar en serio, excepto por la gente que lo sigue considerando un chiste (y Binoche, en un par de líneas, es capaz de hacerte dudar si no estamos demasiado inmersos en ese chiste para no reírnos de él).
Pero lo más doloroso sería probablemente ver como la obra, La Serpiente de Maloja, acaba resultando un espejo deformado y horrorosamente real de su propia persona.
Nombrada como el fenómeno meteorológico del mismo sitio que da título al film, y que se trata de algo percibido de manera diferente según se mire (como el propio tiempo), María descubre que la obra que ella consideraba valiente y atrevida, como lo era su personaje de Sigrid, ahora le parece hueca y patética, como lo es su actual personaje de Helena.
Y probablemente no haya nada más desconcertante que ver como muchos diálogos podrían extrapolarse a su realidad y no desentonar. Assayas, con pulso de cirujano, deja abierta esa puerta de confusión en más de una ocasión, para que nos asomemos y juzguemos lo que miramos.
Al final, es cuestión de ese juicio, de esa opinión, que Viaje a Sils Maria sera una historia para unas personas y otra para otras. Como la propia Serpiente de Maloja, algo cambiante que nos parecerá arriesgado en juventud, y probablemente poco inspirado más cerca de los cincuenta.
En su maravillosa, y valiente, actriz principal reside ese mérito, pero también en su naturaleza de meta-lenguaje: porque las mayores verdades, no conviene decirlas en voz alta, ya sean parte de una sofisticada representación teatral, o de una película de ciencia-ficción.
Solo es cuestión de aceptar que puede ser igual de válida en ambas.
Película centrada en la figura de Maria Enders (Juliette Binoche), una veterana y afamada actriz de teatro y cine, ella es acompañada por Valentine (Kristen Stewart) su mano derecha quien funge como asistente. Ambas se dirigen a Sils Maria, un lugar en los Alpes donde vive un amigo de la actriz con quien colaboró en distintos proyectos a lo largo de su vida, va a recoger un premio que le asignaron a él.
Pronto se le da a Maria la posibilidad de volver a interpretar una obra de teatro con la que saltó a la fama años atrás, Maloja Snake, que se desarrolla alrededor de la relación entre Helen una mujer madura, pasiva y Sigrid, joven y activa. Tiempo atrás la protagonista hizo de la mujer joven pero ahora se ve en el reto de interpretar a la mayor, teniendo como contraparte a la actriz Jo-Ann Ellis (Chloë Grace Moretz).
Film que fue parte de la Sección oficial del Festival de Cannes del año 2014, con guion que corre a cargo del propio y experimentado realizador francés Oliver Assayas, guion que cuenta con una riqueza avasalladora y da mucho, muchísimo de que hablar sobre distintas vertientes. Visualmente es hermoso, muy cuidado los escenarios y apropiándose del paraje natural, vital en el relato, dándole incluso un sentido hasta poético.
Sils Maria representa de forma glamorosa el andamiaje cinematográfico, pero no da una visualización perfeccionista, ensalza la crisis laboral de su protagonista, la dualidad entre su realidad y lo que representa la obra teatral en la que va a trabajar, así mismo también da énfasis al choque generacional entre ella y Jo-Ann, siendo de dos épocas totalmente distintas, además imposible olvidar el asunto de la internet, los chismes y el papel de la prensa, donde la protagonista busca vivir alejada de todo ese embrollo.
La película discurre con total naturalidad durante el poco más de dos horas de metraje, la historia fluye ante una dirección precisa y agradable, el accionar de los protagonistas es igual de espontáneo, la forma en como los personajes generan empatía, son atrayentes, por más increíble que parezca Binoche y Stewart funcionan a la perfección, la primera está sublime como de costumbre y la segunda sorprendentemente está bastante correcta.
Sin duda alguna Clouds of Sils Maria se consolida como una de las películas más importantes del 2014, con una intensidad dramática enorme, un guion espectacular, bien actuada y dirigida, poco o nada que achacarle.