Verano del 92
Sinopsis de la película
La comedia trata sobre el equipo de futbol de Dinamarca de 1992, en esta película se van a describir todas las circunstancias por las que tuvo que pasar dicha selección nacional para poder clasificar en un Campeonato de Europa, pero a pesar de que se esforzaron bastante su participación no fue tan buena en dicho evento deportivo…
Detalles de la película
- Titulo Original: Sommeren 92
- Año: 2015
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
Película
5.5
73 valoraciones en total
Para amantes de las proezas futboleras. Para el resto tiene poco que ofrecer, es tremendamente liviana, convencional y con un argumento mil veces explotado. De siempre ha supuesto un buen elemento narrativo, el tema de la superación personal.
Desconocia que Dinamarca hubiese realizado semejante proeza en el año 92, pero desde los minutos iniciales era muy evidente el final de la historia. Y no me equivoqué. En este tipo de trabajos, si lo que se cuenta no tiene agarre, se desploma, y aquí se ha desplomado. La vi con una ceja arqueada y sonrisa escéptica en la boca.
Al terminar esta crítica, la habré olvidado.
Como han cambiado las cosas en el mundo del fútbol, a cualquier jugador actual le mandan hospedarse en el hotelucho en el que se alojo Dinamarca y pondría el grito en el cielo.
No se hasta que punto es real esta historia pero me imaginaba a Michael bastante mas humilde, y la selección danesa en vez de un combinado profesional parecen un grupo de amigos que se juntan para jugar una pachanguita los sábados por la tarde y eso que tenían un porterazo como Schmeichel que jugaba en el Manchester united
La prensa española tiende a dar a España siempre como favoritos mientras que en la película la prensa danesa los trata como si fueran los mayores paquetes del mundo.
La película en si no es gran cosa pero para los que ya tenemos una edad y aun recordamos esa Eurocopa se nos hace bastante amena para ver y recordar grandes jugadores .
Gran oportunidad desperdiciada del cine danés de haber rodado una gran película deportiva.
La materia prima está ahí: uno de los éxitos deportivos reales que pocas veces se producen. Con todo, absolutamente todo en contra, la selección de Dinamarca fue venciendo obstáculos, creyendo en sus posibilidades a medida que crecían como equipo y que su entrenador iba también flexibilizando sus rígidos postulados para alcanzar la gloria deportiva.
La película da la apariencia de haber sido rodada con un presupuesto muy bajo. Por ejemplo, en las escenas del entrenador dando órdenes en pleno partido, aparece un primer plano del rostro, está rodado con él solo, sin público, bastante falso. Los entrenamientos, donde podían haber introducido algo de espectacularidad, tampoco son gran cosa.
La apariencia general es de telefilm, aunque hay que decir que en la segunda parte del metraje mejora un poco, con las tramas paralelas de la hija de Kim Vilfort y la adaptación al equipo del rígido Richard Moller- Nielsen, entrenador con medios, aficionados, federación y algunos jugadores en contra, incluídos sus problemas con la estrella Brian Laudrup.
En una encuesta se señala que solo el 5% de la afición apostaba por él, tras haberse quedado fuera de la clasificación. Después serían repescados por la exclusión de Yugoslavia y el polvorín de los Balcanes. A 7 días del comienzo de la Eurocopa, sólo disponía de 7 jugadores (casi todos estaban de vacaciones).
Las escenas de partidos reales le imprimen credibilidad, y el trabajo incansable del entrenador repasando los vídeos de los partidos es de lo mejor.
El problema es que está desaprovechada. Debería haber dado para algo más espectacular, a la altura de la gesta que lograron, en un país, recordemos, de menos de 6 millones de habitantes.
Casi, casi, dejo pasar esta película. Me había fijado y la había ubicado como una comedia y de eso, poco me interesa la verdad, no es que no me gusten las comedias, vamos a dejar las cosas claras, pero me gustan mucho más otros géneros.
No, no es una comedia, para nada, quizás tenga ese toque de humor que le resta dramatismo a los hechos que ocurrieron en el verano de 1992. Me pilló con 19 años y yo que soy un amante del fútbol, viví estos acontecimientos como si de un danés se tratase. Guerra en los Balcanes y expulsión de Yugoslavia, y la invitación va a parar a una selección danesa cuyos jugadores ya estaban disfrutando de sus vacaciones hacia días. Encima el puesto de seleccionador estaba en el aire. Los hermanos Laudrup en plan divas, habían rechazado jugar con su selección, (cosa que jamás entendí en especial con Michael y el palmarés que tenía). El orgullo no obedece a la razón.
Pues básicamente esta producción danesa se centra en esos meses y en especial en el torneo jugado en suelo sueco, donde una selección eliminada en la fase previa acudía de invitada y nadie daba un duro por ella…ni siquiera los propios jugadores (atención a los diálogos de varios de ellos al respecto). Me ha encantado como se ha ajustado la historia a la pura realidad, todo lo que acontece ocurrió en realidad, no hay nada que haya entrado en la parte de la licencia que se suelen permitir los directores. Las escenas sobre el fútbol en si, no son nada del otro mundo, pero ayuda mucho el ser acompañadas por imágenes documentadas de lo que se narra. Como única pega, se podrían haber cerrado más el parecido con los protagonistas, en la elección de actores para interpretar a los protagonistas.
Pese a títulos tan populares como Evasión o victoria (Victory, 1981), o del innegable interés de The Damned United (ídem, 2009), lo cierto es que el deporte rey no ha dado lugar a demasiadas obras susceptibles de pasar a la historia del cine. En buena medida se debe, creo, a la naturaleza imprevisible de cualquier juego, presente en todos los deportes, y particularmente acuciada en el fútbol. Así, se antoja difícil coreografiarlo sin incurrir en ortopedias poco verosímiles. Tampoco cabe demandar de los actores un manejo de la pelota equivalente a sus prestaciones interpretativas, y viceversa en el caso de los futbolistas, incompatibilidad plasmada con desalentadora exactitud en la mencionada Evasión o victoria.
Habida cuenta de tales prevenciones, a esta Verano del 92 sí debemos concederle que se trata de una cinta muy disfrutable. En la línea de The Damned United, aunque sin su británica mala baba, con mimbres modestos y plena, saludable conciencia de ello, recrea la hazaña del combinado danés en la Eurocopa de Suecia. En efecto, Verano del 92 exhibe una ligereza similar a la de aquella Dinamarca con la que hubiera simpatizado cualquiera, siempre favorita e indefectiblemente derrotada a las primeras de cambio —el 5 a 1 en Querétaro, con el póquer de goles del Buitre, fue durante años uno de los grandes hitos de nuestra selección—. No obstante el espíritu lúdico y su aura de levedad, algunos tramos —principalmente los relativos al drama de Kim Vilfort— harán saltar las lágrimas del espectador más encallecido.
En cuanto a las escasas dotes futbolísticas del reparto y al riesgo de ridículo que, por ende, hubiera conllevado la ficcionalización de los partidos, los responsables de Verano del 92 salen del atolladero con una ocurrencia tan sencilla como portadora de un encanto añadido: imágenes de archivo con las jugadas decisivas —entre otras, el penalti marrado por Van Basten, los paradones de Schmeichel en la final contra Alemania y el precioso gol de Vilfort que aseguraba el campeonato para un equipo del que nadie esperaba ya nada. En fin, si la justicia poética existe, tiene forma de balón.