Vera Cruz (Veracruz)
Sinopsis de la película
En 1864, con el apoyo de los conservadores mexicanos, Napoleón III de Francia (1852-1871) impone como emperador de México a Maximiliano de Austria, lo que provoca la rebelión de los juaristas. En plena guerra civil, dos mercenarios americanos (Gary Cooper y Burt Lancaster), tratando de sacar partido de la situación, ofrecen sus servicios al mejor postor. Así es como conocen a una hermosa juarista (Sara Montiel) y a una condesa francesa (Denise Darcel).
Detalles de la película
- Titulo Original: Vera Cruz aka
- Año: 1954
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6.9
24 valoraciones en total
Notable western dirigido por un Robert Aldrich que nos legó a parte de este, unos cuantos más con Burt Lancaster.
Los dos personajes principales, Ben y Joe, son dos hombres que buscan dinero, morirían por ello, esto es lo único en común que tienen ellos dos, pues Joe (Burt Lancaster) es el más bruto y alocado, mientras que Ben, más señorial y peculiar, aunque con el mismo objetivo, acompañados de un buen reparto como son Sara Montiel, Ernest Borgnine, Charles Bronson, César Romero, Jack Elam, Denise Darcel…
Aunque no nos encontramos ante el mejor western de estos dos titanes del cine, pero si de sus mejores, sus interpretaciones son de las más logradas, Gary Cooper, el noble por excelencia aquí se le ve menos, Burt Lancaster, el serio, el fuerte, aquí nos muestra su lado más salvaje , desde mi punto de vista es una peli imprescindible en la carrera de estos artistas.
Recomendable no solo ya para los que siguen el género, como han dicho en críticas anteriores, para los que empiezan es idónea.
Vaya por delante que soy un fanático del western. Pero considerar esta película como obra maestra es una arbitraria exageración. En absoluto tiene los mimbres para ello. No tiene ni una banda sonora inolvidable, ni ninguna actuación memorable (que sí buenas actuaciones del dueto), ni una temática nunca vista, ni ninguna gloriosa escena que vaya a permanecer en la retina con el paso del tiempo. El montaje es bastante malo y la fotografía nada del otro mundo.
No obstante, también posee algunas virtudes. Como ya han mencionado algunos compañeros, es posible que esta película siente las bases del spaghetti-western, que sea una especie de germen, aunque yo pienso que solo sería una influencia más, como también lo pueden ser las películas de samuráis de Kurosawa.
Es cierto que los personajes de Gary Cooper y Burt Lancaster se alejan de los esquemas maniqueos recurrentes que tan acostumbrados nos tenían en este tipo de cine y que en cierto modo nos pueden recordar de soslayo, a los personajes de Leone.
Ben (Gary Cooper) es un personaje gris,- y nunca mejor dicho ya que es un excoronel confederado- que hace del bueno de la película. Sin embargo, como digo, lejos de ser un idealista maniqueo y santurrón, nos encontramos con una persona de cierta edad y experiencia que viene de perder una guerra y que busca ganar dinero con sus habilidades como pistolero. No le importa el bando ni los ideales que se defiendan, pero se ve que tiene principios y límites.
Joe (Burt Lancaster) es el malo – y va siempre vestido de negro-, aunque un malo que no es un villano clásico ya que cae simpático desde el principio, ya que tiene mucho de desfachatez y de bufón. No tiene modales, o más bien los de una cabra montesa, pero en cambio, posee la puntería y la rapidez de otro gran pistolero. Este sí que no tiene ninguna clase de escrúpulos, es egoísta y lo único que le importa es salirse con la suya sea como sea. O sea, que es más parecido al feo de Leone, aunque en este caso sería el guapo .
En cuanto a la temática de la peli, aunque esté mil veces visto lo de que un grupo de osados se adentren en territorio enemigo e inhóspito, porque deben de cruzarlo para cumplir una misión, se agradece. Por lo menos yo, ya que lo que quiero ver en este tipo de cine, es aventuras y desventuras. Eso sí, hubiese preferido indios (vamos, toda la vida), que no francesitos amanerados con lanzas y trajes de gala todo el rato. Creo que estropeaban la esencia del western. Tampoco los mexicanos con cara de retrasados mentales ayudaban mucho, la verdad.
Pues eso, una película pasable, entretenida, pero nada más. Con grandes fallos y algunos aciertos. Curiosa de ver para los amantes del género como yo, pero totalmente prescindible para el resto, porque no les va a aportar nada en absoluto.
Otro glorioso western de la mano del siempre genial Robert Aldrich, con un gran reparto destacando a los dos personajes principales.
La historia muy buena sobre la revolución de México, un grupo de hombres es reclutado para recuperar el oro de los juaristas. Acción a raudales, momentos de humor como el de disparar contra las columnas, elegancia con las actuaciones de Denise Darcel y Sara Montiel y violencia de la buena sin ser excesiva, con uno de los finales más antológicos del western.
Pero aquí sin duda al margen de la gran dirección de Aldrich, los que destacan por encima de todo son Gary Cooper y Burt Lancaster. Cooper se aleja algo de su papel solitario de Solo Ante el Peligro, es el más bueno de la dupla de titanes de este film, pero también es un mercenario que piensa lo mejor para él aunque de forma no tan exacerbada como la que muestra Lancaster. Siempre con elegancia y estilo como debe ser. Pero es que la actuación sublime y antológica de Burt Lancaster… es algo realmente increíble. Ese cinismo, esa chulería de clásico tipo duro, mujeriego, faltón pero con clase y un perfecto tirador, hacen no sólo que sea el mejor de la película y el más grande, sino que lo elevan a ese olimpo selecto de los dioses que nos ha dado Hollywood, convirtiéndose en un auténtico jefe y un maestro por esta película. Lo demostró posteriromente en Duelo de Titanes y especialmente en Los Profesionales, pero me sigo quedando con su papel en VeraCruz.
Sencillamente genial, un western mítico imprescindible para los fans del género y del cine, y una buena manera de empezar a simpatizar y a meterte de lleno en el mito del salvaje oeste.
La apruebo porque me entretiene lo justo y porque Gary Cooper y Burt Lancaster, como siempre, actúan muy bien. Habrá servido de inspiración para otras películas, como decía un tertuliano de El callejón de las maravillas , pero me da igual. Si una cinta significa poco para mí, de nada me vale que signifique mucho para otras.
Un militar sudista que ya pasa de ideales, un bribón profesional, una condesa francesa y una ladronzuela mejicana son los protagonistas. Lo mismo ellos que los demás personajes tratan de hacerse con un cargamento de oro que viaja hacia el puerto de Veracruz. La película está ambientada en la época de la rebelión mejicana contra el emperador Maximiliano, aunque no habla de política ni de historia. Y esto no me importaría si le encontrara enjundia a la cinta, pero no se la encuentro. El guión me parece mediocre y la puesta en escena sólo aceptable, y no se me despierta la intriga. Y encima lo único que no me gusta de Burt Lancaster, la maldita sonrisa Profident, aparece hasta en la sopa.
Western ambientado en México durante el contexto de la guerra civil entre los partidarios del emperador Maximiliano y los rebeldes juaristas. Gary Cooper y Burt Lancaster interpretan a dos mercenarios estadounidenses que alquilan sus servicios al bando del emperador pero siempre movidos por sus propios intereses, los cuales irán desviándose a medida que entran en juego otros factores.
A priori tanto el contexto de la guerra civil mexicana como el gran reparto y la dirección de Aldrich forman un cóctel que invita al optimismo, sin embargo muy a nuestro pesar la película trata muy superficialmente el contexto histórico y se centra básicamente en el contraste entre los dos actores principales cuyo gran oficio e interpretación son los que sostienen en todo momento la película.
La principal debilidad del film la encontramos en un guión muy poco elaborado (ya no sólo por el trato al contexto histórico) que resuelve algunas situaciones y conflictos de manera bastante absurda (escena de los niños cuando son rodeados en el poblado). La resolución final de la trama es muy floja y carece de toda épica en un duelo totalmente insulso y que se solventa sin transmitir la más mínima tensión.
A destacar las actuaciones de Gary Cooper (sobriedad, caballerosidad y elegancia que en el pasado estuvieron al servicio de unos valores) y Burt Lancaster (impetuoso y oportunista canalla de simpática sonrisa blanca) que interpretan dos buscavidas solitarios con personajes muy contrapuestos y el aliciente de ver a una joven y bella Sara Montiel en el papel de una rebelde y pícara juarista. Por el contrario, al terminar el visionado nos econtramos con la sensación de que con todos los elementos que juega la película el resultado no termina de satisfacer la expectativas iniciales.
Se le mojó la pólvora a Robert Aldrich, lástima.