Una mujer bajo la lluvia
Sinopsis de la película
Una tarde de lluvia en la capital, Mercedes (Ángela Molina), a la salida de una floristería, espera que aparezca un taxi. Primero se ofrece Miguel (Antonio Banderas) para llevarla pero ella prefiere seguir esperando un taxi, a continuación sale de la floristería Ramón (Imanol Arias), también se ofrece, y entonces ella ya acepta. Así es que Mercedes termina casándose con Ramón pero no llega a olvidar a Miguel, con el que piensa cómo sería su vida si le hubiera elegido a él.
Detalles de la película
- Titulo Original: Una mujer bajo la lluvia
- Año: 1992
- Duración: 93
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes conseguir una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te mostramos un listado de opciones de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.3
87 valoraciones en total
La trama no es otra cosa que una nueva versión de la celebrada La vida en un hilo de Edgar Neville. No hay que ver la obra desde el punto de vista cinematográfico sino como teatro filmado, donde todo se apoya en los actores y los diálogos, su atractivo personal y su sensualidad. Los decorados y los pocos planos exteriores sólo están de relleno para ambientar la escena. El trío de actores formado por Angela Molina, Imanol Arias y Antonio Banderas está de impresión. Por no hablar de los secundarios. Todos ellos con una dicción perfecta, algo que escasea en una buena parte del cine actual. Se da la curiosa circunstancia de que aparece, en un corto papel Conchita Montes, protagonista absoluta de la primera versión (la Greta Garbo española). Destaca la breve aparición de Javier Gurruchaga como narrador y su voz en off. El argumento hace uso de dos líneas de tiempo independientes que paradógicamente se entrecruzan, respetando el ingenio de la idea original. De paso, se hace befa tanto de la sociedad burguesa elitista como del típico artista plástico bohemio, liberal y vividor. La película es una verdadera gozada para los amantes del teatro. Para los que prefieren la acción trepidante, este no es su cine.
Gerardo Vera ha sido un trabajador incansable en el mundo del arte, sin embargo, pocas son las ocasiones en las que ha asumido la dirección de una película, Una mujer bajo la lluvia fue de sus primeros trabajos. Una historia muy del estilo de Vera: la convulsión de una pareja monótona y estable con la llegada de un tercero, que provocará en uno de dicha pareja una pasión que creía olvidada.
Todas sus películas siguen la misma temática en general, con Una mujer bajo la lluvia experimentó, y luego se perfeccionó con Segunda piel y Deseo .
Y como experimento le ha salido más bien flojo. A la media hora te dejará de interesar la vida de su protagonista, interpretada por Ángela Molina, que es la que se enfrenta al dilema Vera : estabilidad y aburrimiento o aventura y desconcierto. Tal vez es su excesivo metraje con gran cantidad de historias secundarias vulgares o la propia Molina, de mujer formal, lejos de los registros de mujer algo ida que tan acostumbrada está a realizar.
Si esta película ha servido para perfeccionar a Vera como director pues bienvenido sea, como película, es fácilmente prescindible.
Gerardo Vera es un director que cuida cada proyecto en el que decide embarcarse.
Una historia de un triangulo amoroso, con buenos interpretes que están cómodos en sus papeles, fruto de un guión muy bien elaborado, lo que da pie a que tanto los actores principales como secundarios logren excelentes interpretaciones.
A desear que Gerardo Vera siga creando nuevas obras.
Javier Gurruchaga, desde el escenario, nos presenta este remake de La vida en un hilo de Edgar Neville, con una corta alocución sobre los caprichos del destino. Una mujer, un día de lluvia, espera que aparezca un taxi. Un hombre se ofrece a llevarla y ella se niega, el segundo también se ofrece y entonces acepta.
Como dice Gurruchaga, la vida hubiera sido distinta de haber elegido al primero y la película nos hará ver las dos alternativas.
Imanol Arias, primero, está estupendo en su rol de familia de señoritos industriales vascos, y su episodio es un auténtico ejercicio de estilo de los modales aristocráticos de la alta sociedad vascuence en plan cursilón y festivo.
Decir que Ángela Molina está sensacional, aunque en realidad el trabajo de todos es muy relevante y lleno de perspicacia, pero el problema está en que el tema no causa una intriga aceptable a lo largo del film. Antonio Banderas representa al bohemio artista que en el principio ella elude, es un hombre cínico y de poco atractivo moral, bastante pedante, pero que cautiva a Mercedes (Ángela).
Este artista tiene una pretendiente de alta alcurnia que está loca por él. El episodio en casa de ella está rodado con una naturalidad y picardía tal que funciona perfectamente y nos hace ver una dirección muy desenvuelta con todos los personajes.
Por lo demás, la película puede ser que no llegue a conectar demasiado por su escaso interés en la historia, y sin desmerecer el trabajo del equipo, queda bastante modesta a pesar de su elegancia, ritmo, picardía en general y buenas maneras.