Una mariposa con las alas ensangrentadas

3 comentarios en «Una mariposa con las alas ensangrentadas»

1. De atípico recorrido y sorprendente evolución, este giallo no podría ser considerado uno más, pues su progresión narrativa muestra un esquema distinto y sorpresivo, donde su primer tramo está compuesto por una especie de intriga judicial y, a partir de ahí, vamos obteniendo retazos sobre cuales son sus protagonistas, los objetivos de cada uno y así poder acogernos a ciertas pistas para intentar saber cual será su desarrollo.
   
   Partiendo de una premisa básica sencilla, y con un elenco esforzado, Tessari dirige con trazo, evitando los excesos que se solían producir en el giallo e intentando solventar los típicos guiones descuidados otorgando una buena base a las situaciones que se dan en el film, y desentrañando así una historia que no resulta ni tan visceral, ni tan intensa como muchas otras.
   
   Podría parecer un error intentar dar pie a un giallo dejando de lado componentes como la atmósfera y la tensión, matándolos en una media parte donde se dedica casi todo el tiempo a dar claves sobre un juicio que, a la larga, ni va ni viene al espectador, pero gracias a la dirección del italiano se solventa ese defecto con una amena exposición de ideas y presentación de personajes.
   
   Llegados a cierto punto, Una mariposa con alas ensangrentadas ofrece lo que se esperaba de ella haciendo uso de una banda sonora que ayuda a crear un ambiente enrarecido, dejando por el camino secuencias de lo más curiosas y singulares, e incluso tintes de humor tan típicos del género, y resolviéndolo todo en una conclusión bien urdida que, si bien siempre deja algún resquicio para la duda (debido a algún que otro descuido en el guión), logra dejar un buen recuerdo por resultar lejano a esas típicas cintas de Argento donde la sangre y el ensañamiento eran elementos claves, que aquí no son necesarios en ningún momento. Curiosa.

2. De hecho, hasta me resisto a llamarlo giallo, porque no se ciñe a las coordenadas habituales del subgénero. Ni señoras con poca ropa, ni crímenes truculentos, ni asesino con máscara y gabardina. Se trata, más bien, de un relato policial ortodoxo, en que una cierta parte del metraje se dedica a un juicio, para luego acceder a la verdad de los hechos en el último cuarto de hora, con un desenlace que tía Agatha no habría desdeñado. El problema de Una mariposa… es que se trata de una película tremendamente aburrida, lenta y cansina, algo sorprendente si tenemos en cuenta la personalidad de su director, el todoterreno Duccio Tessari, quien siempre procuraba mantener la tensión del espectador in crescendo. El comportamiento de los personajes femeninos es errático, por decir algo, pero la clave del enigma tiene su gracia. Helmut Berger deambula por la película sin demostrar demasiado interés por su papel. Al año siguiente, Visconti le depararía el papel de su vida en Luis II de Baviera, donde demostraría que era algo más que el amante de don Luchino, aunque de poco le sirvió en su carrera ulterior. Para cazadores de rarezas.

3. Cuando se pone de moda un estilo cinematográfico en una década en concreto habrá mil y un títulos que intenten sacar provecho de ello, bien presentando historias de procederes semejantes o simplemente haciendo una descarada copia del original, y los italianos en eso de los plagios son maestros consumados.
   
   En 1.970 el giallo tomó un gran impulso gracias al gran Dario Argento y su debut El Pájaro de las Plumas de Cristal , a partir del cual un buen puñado de directores italianos se empaparon y lanzaron a inmiscuirse y probar suerte haciendo unas películas de las que posiblemente se salvaban la mitad, y casi todas con títulos donde se daba la presencia de un animal (como en los que el sr. Argento puso a sus films), así se encontraban cosas como La Iguana de la Lengua de Fuego , La Cola del Escorpión , Una Lagartija con Piel de Mujer o La Tarántula del Vientre Negro . Un rico surtido fílmico que parecía no tener fin.
   
   El giallo se iba definiendo poco a poco, y sus argumentos de giros increíbles, personajes ambiguos y grandes dosis de violencia y desnudos sentaban las bases de un subgénero que estaba adquiriendo una popularidad enorme en aquellos incipientes 70…pero ocurre que, de vez en cuando, aparece una excepción entre tantas imitaciones que viene a confirmarnos que no sólo el creador de dicho género o estilo puede resultar original.
   
   Tengo que reconocer que, el que es considerado uno de los padres del spaghetti western , Duccio Tessari, director de las conocidas Una Pistola para Ringo o ¡Viva la Muerte…Tuya! , superó mis expectativas con respecto a lo que yo creía que iba a encontrarme en Una Mariposa con las Alas Ensangrentadas . El director eligió un extravagante título que fusilaba de nuevo los que Argento se sacaba de la manga, pero a cambio no se dedicó a ofrecer lo mismo. Su film no era un giallo al uso, sino un ejercicio de auténtico suspense más próximo a los thrillers de Hitchcock que a lo que sus coetáneos se cascaban en la época, y quedaba reflejado en una complicada trama que se exponía a modo de puzzle, todo girando alrededor del brutal asesinato de una joven cometido en un bosque, gracias a sus muchos flashbacks y saltos en el tiempo, y que en realidad eran los puntos de vista de los múltiples personajes sobre el caso.
   
   Éstos, que hay tantos como en una serie de televisión, por eso al principio se nos van presentando uno tras otro (una referencia a la baviana Seis Mujeres para el Asesino ), están bastante bien definidos y protagonizan una serie de giros que me consiguieron sorprender. En ese aspecto Giancarlo Sbragia, Lorella de Luca, Günther Stoll, la belleza rubia Ida Galli y el gran Helmut Berger interpretan más que correctamente sus papeles.
   
   El suspense, regado de vez en cuando con un sutil sentido del humor, avanzaba muy poco a poco a partir del juicio que se le hace al acusado hasta que se revela todo con un giro final inesperado a la par que confuso, y que no tiene nada que ver con esos argumentos facilones y precipitados de muchos giallos , no, aquí se desarrolla mediante las pistas halladas del crimen y la confesión de cada uno de los testigos, y además, la violencia que se muestra es ínfima en comparación con la que Mario Bava, Argento u otros compatriotas cineastas usaban en sus obras.
   
   Pero el film podría ser un thriller tradicional en su totalidad si no fuera por ciertos detalles claramente emparentados con el giallo . Por ejemplo esa manera de manejar la cámara de Tessari, llena de vertiginosos zooms y mareantes movimientos, de la música de Gianni Ferrio, que no puede ser más italiana, de ciertas incongruencias en el guión que se hacen algo increíbles (sobre todo la reacción de Maria al pillar a Giulio abusando de su hija) y de cierto erotismo gratuito que, bueno, va ligado al estilo desde siempre. No obstante, lo que de verdad hace que esta película sea italiana a más no poder es ese duelo final entre Giorgio y Alessandro que parece sacado enteramente de un western . No, si se nota que a Tessari le gustaba el género…tanto que parece un tributo a él.
   
   En general yo considero esta Mariposa con las Alas Ensangrentadas uno de los mejores títulos del género que salieron en los 70, y lo sé bien después de haber visionado tantos.
   
   Sé que las comparaciones son odiosas, pero el juicio de Alessandro en la película me hizo sentir casi la misma emoción que el del Proceso Paradine de Hitchcock, por lo tanto creo que sí que me ha gustado de verdad.