Un tal La Rocca
Sinopsis de la película
Robert La Rocca (Belmondo) y a su amigo Xavier (Pierre Vaneck), están condenados en prisión por estar implicados en el asesinato de una banda rival. Cuando salen de la cárcel se muestran dispuestos a cambiar de vida, pero el pasado acabará marcando su destino.
Detalles de la película
- Titulo Original: Un nommé La Rocca
- Año: 1961
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
6.4
56 valoraciones en total
Esta película está basada en una novela de José Giovanni, un tipo curioso. Tras pasar por la Resistencia, se dedicó a la delincuencia hasta que su hermano mayor y su tío murieron durante un atraco, en el que también falleció el dueño de la casa. Giovanni fue condenado a la guillotina a pesar de no haber disparado ningún arma, y sólo fue gracias a los denodados esfuerzos de su padre que el presidente de le República le conmutó la pena de muerte. En la cárcel se dedicó a escribir, y su primera novela, Le trou, fue convertida en una obra maestra por el gran Jacques Becker, quien murió poco después. Giovanni siguió una carrera triunfal en el cine, no sólo como guionista sino también como director.
Un tal La Rocca es la primera película de Jean Becker, hijo de Jacques, otro tipo peculiar. En el sentido de que, pese a un éxito descomunal con Verano asesino, en parte gracias a los insistentes desnudos de Isabelle Adjani, muy bien recibidos por el público (sobre todo masculino), su verdadero éxito sólo le llega a las puertas de los 70 años con La fortuna de vivir, y sobre todo con Conversaciones con mi jardinero y Mis tardes con Margueritte, comedias amables con cierto poso amargo. Un tal La Rocca evidencia sus defectos y sus virtudes. Donde Jacques tal vez nos habría deparado una obra maestra como Touchez pas au grisbi, Jean compone una pulcra cinta bien fotografiada pero falta de alma, con alguna secuencia excelente como la desactivación de las minas enterradas. Considero que el guión es algo errático y enlaza de forma defectuosa ambas partes, pero el conjunto constituye un polar al que vale la pena hincar el diente. Uno a la semana, como mínimo.
Primera película de Jean Becker, realizador francés que pese a haber crecido bajo la alargada sombra de su padre, el gran Jacques Becker, ha logrado ganarse con el transcurrir de los años, el reconocimiento crítico y popular que merecía, gracias a títulos tan estimables como Les enfants du marais ( La fortuna de vivir ), Dialogue avec mon jardinier ( Conversaciones con mi jardinero ), Deux jours à tuer ( Dejad de quererme ), etc.
Al igual que su padre, que debió el argumento y los diálogos de su reconocida obra maestra Le Trou ( La Evasión ) a José Giovanni, es una novela de éste último, también adaptada por él, la que sirve a Becker para dirigir su primer largometraje, una historia de amistad y lealtad a toda prueba entre dos hombres, toda ella desarrollada bajo el telón de fondo del hampa de Marsella, con el que los dos protagonistas están muy familiarizados.
El personaje de Belmondo, La Rocca, parece estar siempre dispuesto a sacrificarlo todo por su amigo, un Xavier Adé injustamente apresado, así, La Rocca deja su retiro para saldar cuentas con el hombre que había traicionado a Adé, retoma los negocios de este y vela por su hermana pequeña. Cuando las circunstancias -un tanto forzadas, la verdad- les lleven a coincidir en la cárcel, la actitud de La Rocca será la misma, cuidando en todo momento de su amigo, y esta no variará cuando ambos salgan de prisión, tras un trágico acontecimiento. Aunque el tramo final del filme aventura por un momento con un desenlace positivo, el peso del destino y las circunstancias de los personajes -al fin y al cabo criminales- truncarán sus deseos de manera trágica, hasta el punto de que la inquebrantable lealtad de La Rocca quede definitivamente saldada.
La película, que se sigue con agrado y que en lo formal cuenta con algunos rasgos de estilo apreciables, como los planos largos y silenciosos, atentos siempre a los rostros de los personajes, que revelan mucho más que los diálogos, no llega, sin embargo a resultar redonda, algunas elipsis no están del todo bien resueltas, pareciendo un tanto abruptas, y ciertos fragmentos, sobre todo de la primera mitad de la película, están excesivamente desarrollados para lo que luego dan de sí en relación con el argumento central. Por el contrario, la segunda parte, mayoritariamente ambientada en la cárcel, y muy particularmente en un campo de minas, gana en interés y en tensión, culminando correctamente todo ello en el anteriormente mencionado desenlace.
Por último, cabe mencionar que Giovanni dirigiría años después -en 1972- su propia versión de esta misma historia, que se titularía La Scoumune ( El clan de los marselleses ), y en la que volvería a contar con Belmondo como protagonista.