Un equipo legendario
Sinopsis de la película
Basada en hechos reales, narra la historia de Bob Ladouceur, un entrenador de fútbol americano que con la ayuda de su ayudante, Terry Eidson, transformó al equipo de los Spartans Concord, de California, llevándolo de ser un equipo mediocre a conseguir 151 triunfos consecutivos entre 1992 y 2003, rompiendo así todos los récords de victorias en cualquier deporte. Cuando la racha se rompe y la tragedia golpea al equipo, el entrenador debe enseñar a sus jugadores, y a toda la ciudad, a superar la derrota.
Detalles de la película
- Titulo Original: When the Game Stands Tall
- Año: 2014
- Duración: 111
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes obtener una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te mostramos un listado de fuentes de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
5.5
32 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alexander Ludwig
- Anna Margaret
- Billy Slaughter
- Christopher Berry
- Clancy Brown
- Damon Lipari
- Dane Rhodes
- Deneen Tyler
- Donna Duplantier
- Gavin Casalegno
- J.D. Evermore
- James DuMont
- Jesse Moore
- Jessie T. Usher
- Jim Caviezel
- Jim Klock
- Joe Massingill
- Judd Lormand
- Laura Dern
- Matthew Daddario
- Michael Chiklis
- Mike Kimmel
- Payton Bourgeois
- Richard Kohnke
- Ricky Wayne
- SerDarius William Blain
- Stephan James
- Terence Rosemore
- Teri Wyble
Cuando nos revientan, necesitamos ponernos de pie y volver a encontrar el camino… Este es el tema principal que nos refleja esta película, aunque con un inicio un poco lento y muy centrado en transmitir un mensaje, en mi opinión en algunos momentos se hace demasiado pesada de la misma manera que lo es aguantarle el mismo sermón a tu padre en cada vez que la preparas … Pretende ofrecer en su totalidad un valioso ejemplo de compañerismo, entrega y generosidad, así como un testimonio de una interesante superlabor formativa por parte del entrenador Ladoucer. En las dinámicas que promueve se percibe con claridad que apunta a mucho más que preparar a los jóvenes para una victoria deportiva, enseñándoles a enfrentar los desafíos de la vida.
«No se trata de ser perfectos… sino de dar el esfuerzo perfecto», les dirá a sus jóvenes alumnos, invitándolos no a un perfeccionismo imposible de alcanzar, sino a una entrega al máximo de sus posibilidades y capacidades. Su metodología supone también invitarlos a ponerse medios concretos, exigentes pero al mismo tiempo a su alcance, para ir superándose y vencer las propias limitaciones. Alentará la ayuda mutua y, de modo interesante, el compartir. Va así poco a poco construyendo una suerte de comunidad aparentemente gay de amigos que en el terreno de juego —y luego en la vida— darán todo los unos por los otros.
Esta película nos enseña que por encima del juego, de las victorias, reconocimientos y records, están las cosas realmente importantes de la vida, como el honor, el amor, la entrega, el compañerismo, el compromiso y sacrificio por los demás. Debo de admitir que a la hora de puntuar me he dejado llevar por el amor y la admiración que siento hasta la flipada por el futbol americano… en fin un producto más para los seguidores de este deporte.
Un equipo de fútbol americano imbatido durante doce años es el eje central de esta película deportiva que, a diferencia de otras similares, no trata de la superación, si no de la aceptación y el compañerismo. El hecho de encontrarnos ante un grupo de ganadores dificulta que empaticemos con una historia, que a pesar de ser extraordinaria, no conmueve tanto como algunas del mismo género. El mayor acierto es poner como entrenadores a dos actores tan carismáticos como Jim Caviezel y Michael Chiklis, quienes otorgan credibilidad y fuerza a un largometraje que por desgracia no llegó a estrenarse nunca en los cines de nuestro país.
Más mini críticas en cinedepatio.com.
Convertir a niños en hombres, con un balón en las manos.
Lo rutinario y conocido ¿debe, por fuerza, ser desaborido y desnutrido, escaso en su empuje?, lo típico, mil veces visto ¿lleva inevitablemente el sello de desgana adosado a su visión y consumo?, ¿es habilidad del director y destreza del guionista cambiarlo?, ¿se equilibra, el mínimo de delirio y la ausencia de vigor, con la monserga de palabra y actitud reposada de quien la oferta?, pues una mirada plácida y cómoda no es lo mismo que ¡esa vitalidad de observación fervorosa!
Directo a dvd, es carne de televisión de sobremesa o noche ligera, todo un clásico para el sagrado deporte del fútbol americano, ensalzado hasta la saciedad en multitud de ocasiones en diversas cintas, equipo legendario ganador que pasa por el bache de romper su magnífica racha y emprende una caída hacia el infierno del lado opuesto, que parecen, de ninguna manera, poder detener.
En este caso, hecho real de victorias ganadas por los espartanos, los Spartans Concord de California, que se verá interrumpida por una inesperada derrota que pondrá a prueba sus ideales, fortaleza y unión como equipo, más el añadido de las historias personales y relación de amistad y rivalidad que se establezca entre los enaltecidos jugadores.
James Caviezel, como inspirador entrenador que cuida de sus pupilos, no sólo en el terreno de juego, sino con lecciones de perfección, valor, grandeza y coraje fuera del mismo, inmaculada pose que se sirve de ejemplo y espejo para sus chicos, su verdadera familia, todo ello con evidente falta de carácter, aptitud y carisma en su persona y en cada uno de los fotogramas.
No hay estrés, no hay gritos, no hay presión ni portentosos enfrentamientos, no hay tirante cara a cara, ni daños colaterales, ni verdadera maldad deliciosa, todo está leído y ofrecido en tonos religiosos, espirituales, de lealtad al amigo, de ayuda al necesitado, muchas frases filosóficas de cómo encarar la unidad de grupo, la vida en hermandad con el equipo, todo con un compás de calma, con entonación dulce y serena, lectura sobre los efectos devastadores de la victoria y los provechosos de una oportuna derrota, y muchos más sermones iluminados de escaso emoción sentida.
Mirada neutral y pasiva de quien observa la autenticidad de un relato, con buenas escenas deportivas pero, con un retrato insustancial respecto los accesorios que rodean a lo que sucede en el campo, no hay pasión, no hay entrega, no hay frenesí ni locura, se capta por su reflexiva lectura intuitiva pero no por los afectos que transmite, ni la querencia y estima que despierta.
¿Por qué no bate el récord? Porque no es sobre el récord, es sobre el equipo, y en ello se centra Thomas Carter, en ese enfoque neutro, poco llamativo que muestra la particular forma de enseñar de este querido entrenador y los esenciales principios que inculcaba a sus muchachos, más preocupado por su ser, estado de ánimo, circunstancias especiales y rumbo de sus vidas que por las estadísticas del equipo, mandato disciplinario de convertirlos en hombres de provecho, en hacerlos madurar, en enseñarlos la difícil tarea de levantarse y continuar cada vez que te golpeen y caigas.
Toda una institución legendaria que es interesante y curiosa de conocer, la parte positiva de un guión que no sobresale más allá del descubrimiento de esta marcada personalidad, el resto es un tranquilo paseo por el mundo del balón y sus encumbrados adyacentes norteamericanos a nivel de escuela secundaria pues, tan ilustre personaje nunca cayó en la tentación de pasar a profesionales, fue leal a los suyos al predicar lo que expresaba con su propio ejemplo.
Para lo peculiar y característica que era la forma de instruir y proceder de este homenajeada figura, la película es muy estándar, cinta corriente para quien se salía de todo conocido estereotipo, toda una irónica paradoja.
Hay liga, clasificación y final de partido, pero no explosión de ímpetu por lo visto.
Lo mejor, descubrir y conocer al individuo.
Lo peor, el poco entusiasmo y apetito que le pone a su labor.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Estamos ante la típica película que cada año nos regala la cinematografía americana sobre el deporte, el sentido de la lealtad, de equipo y del sueño americano.
Un director especializado en estos productos, ya nos trajo una más acertada Coach Carter , sobretodo porque el carisma de su entrenador, interpretado por Samuel L. Jackson, era mayor que el que aquí protagoniza Jim Caviezel, que aquí no se puede desmelenar, dado el carácter original del personaje que interpreta.
Sobresale, como siempre, la cada vez mejor Laura Dern, en el rol de su esposa.
Por lo demás, buenos sentimientos (reina el espíritu La Salle), alguna sorpresa y la gran originalidad del argumento que le va a la contra, que es que este equipo ya desde un inicio es ganador, por cuanto el conflicto se tiene que reinventar para poder tener un tercer acto que vuelva la emoción al campo.
Consigue sus objetivos sin más, entretiene.
Me gustan las películas deportivas. Esta es particular por la historia. Emerge y llama la atención la racha de 151 partidos sin perder a través de 11 años. Lo que queda oculto como un iceberg donde solo emerge la tercera parte es un proyecto y un equipo con una filosofía a contrapelo en una época donde exaltamos el individualismo y la fama como únicos objetivos. Acá se remarca la familia y la formación de los adolescentes para su desarrollo en la sociedad. Valores que encuentran fundamento en donde se inició, un colegio católico. Ladouceur el coach que lidero ese proyecto y aún pertenece a la institución, en YouTube hay varias entrevistas y se puede observar su calma y tranquilidad. Es otro tipo de carisma el suyo, sin duda obligó a una actuación más sosegada de parte de Claviezel. He podido visionarla a través de la edición en DVD, donde constan los comentarios del Director y hay un documental.