Un diamante al rojo vivo
Sinopsis de la película
La exhibición de un diamante de incalculable valor en el Museo de Brooklyn despierta la codicia de John Archibald Dortmunder, un ladrón que acaba de salir de la cárcel. Con la ayuda de su cuñado y de Allan, un viejo colega, da el golpe, pero con tan mala suerte que Allan es atrapado y se traga la joya.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Hot Rock
- Año: 1972
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
6.3
71 valoraciones en total
En esos años se realizaron grandes películas sobre el tema ladrones/perdedores/atraco/robo, de la que se recuerda especialmente y con razón Tarde de perros . La que nos ocupa se escora hacia la comedia contenida, y consigue que esboces una sonrisa ladeada gran parte del film.
Los actores muy correctos arropando a la estrella del momento, un gran Redford que luce patilla como pocos.
A los que accedan a ella para pasar un buen rato sin esperar una obra maestra, les satisfará por completo.
Nota: 6,45.
Robert Redford en el mejor momento de su… carrera, deslizándose con sus espléndidos 36 años por una estupenda película en la que todo gira en torno al robo de un diamante.
Con una estructura tan simple, Peter Yates, su director, logra un bien estructurado proyecto que se enmarca en el cine de robos y atracos con leves toques de acción y comedia. La mezcla resulta muy atractiva y ágil, concluyendo en un giro final tan sencillo y eficaz, como satisfactorio.
A base de moverme en el terreno de las críticas cinematográficas me estoy dando cuenta de que existen tres clases de películas. Por un lado están las obras maestras, verdaderos portentos del séptimo arte. Por otro, las entretenidas, dilatando al máximo posible el concepto de entretenimiento, y por último están las malas de solemnidad. Como verán las simplemente malas podrían ser, eso sí, generosamente, incluidas en el segundo apartado con los agravios comparativos consiguientes para aquellos buenos trabajos que no alcanzan el cum laude de los elegidos.
No diga mala, diga entretenida, que parece quedar más educado y otorga ciertas posibilidades de redención a filmes que de otro modo serían infumables. Es el caso de Un diamante al rojo vivo, película de Peter Yates a mayor gloria y prez de un Robert Redford que si bien en sus inicios ya era sinónimo de buen ver y tenía en su curriculum muy buenos trabajos (Dos hombres y un destino, Descalzos por el parque) no tenía la solvencia que luego tendría en cuanto a la oferta de guiones y por ello también, de vez en cuando le tocaba bailar con la más fea y, terciándose, se agarraba a la escoba para entretenerse e ir aumentado caché.
Para ser justo, entre lo poquito que se salva de esta película está el amigo Redford. Su alegría totalmente contenida en los compases finales, andando por fuera y corriendo por dentro, le acredita como lo que es y como lo que llegaría a ser, un buen actor y un excepcional hombre de cine. También rescataré de la quema a Zero Mostel, actor que hasta cuando no está demasiado bien nos ofrece cosas interesantes. Tal es el caso. Su papel de padre-abogado-corrupto-delincuente consigue el aprobado con cierta benevolencia por parte del examinador, en este caso, el menda. Por su parte, George Segal en la línea de siempre, es decir, nati de nati, y no Mistral precisamente.
Para quienes desconozcan la trama, les diré que todo se centra en el robo de un diamante disputado por dos países africanos, por cuenta de uno de ellos. Su representante en la ONU sufraga los gastos de captura y envío, a un grupo de delincuentes tipo Rufufu a los que todo parece salirles mal. Por ponerles un símil que algunos reconocerán, lo del caco Bonifacio de los antiguos TBOs, pero en guapo con muchísimos absurdos e innumerables disparates. Si, ya se que no era casual y que pretendían lograr la risa del espectador. En mi caso lo mas que consiguieron es un esperpéntico e indefinible gesto.
Se estrenaba hace unos meses Un golpe de altura . Y, al verla, por su tono, me vino a la memoria esta película que llevaba muchos años sin ver.
Curiosamente, ha caído en mis manos el DVD y me he puesto a volver a verla, con ciertas ganas la verdad. Y sí, es un título estimable, divertido, bien rodado y con buenos actores que añaden su oficio.
El caso es que, si decidiesen hacer una segunda parte de Un golpe de altura podrían coger perfectamente el guión de William Goldman para esta Un diamante al rojo vivo y colocar a Ben Stiller en el papel de Redford, y a Eddie Murphy como Segal. Mostel podría volver a ser Alan Alda y el resto del reparto seguiría teniendo encaje.
En fin, que es un film aseado y divertido. Y visto el cine que se hace hoy día, bastante penoso, no es poco.
Divertida cinta de ladrones de guante blanco dirigida por el inglés Peter Yates y protagonizada por un Robert Redford en el comienzo de su época dorada en Hollywood. Sin alcanzar la calidad de Bullitt, ya nunca más lo haría durante su carrera, Peter Yates dirige más que correctamente la adaptación de la novela de Donald E. Westlake sobre un ladrón que acaba de salir de la cárcel que, junto a su cuñado y otros dos compinches, planea, roba y persigue un diamante en pleno corazón de Nueva York.
Con muchos toques de humor durante toda la película y situaciones que por momentos alcanzan a ser ridículas, si de algo puede presumir la cinta es de lo amena y llevadera que se hace durante sus 105 minutos. A esto evidentemente ayuda una buena interpretación de Robert Redford como John Archibald Dortmunder y la gran música de Quincy Jones. Aunque es de reconocer que Peter Yates siempre tuvo buen ojo para sus bandas sonoras sabiéndose rodear de los grandes de la música en la gran pantalla.
Film más que correcto y, ya digo, muy llevadero y entretenido.